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P.O.V. Jeongguk

— ¿Irás hoy a pintar algún mural con Zico?— me pregunta Namjoon, mientras que nos dirigíamos a la salida del departamento de Publicidad Comercial.

La clase de Administración de Pequeñas y Medianas Empresas había culminado hacían varios minutos, siendo por fín la última de nuestro ajetreado y sofocante lunes.

Como ya era de costumbre, habían sido horas agotadoras, con las que al pasar de los minutos, cada profesor parecía no querer detenerse en dejarnos trabajo tras trabajo, siendo asignados para que fueran realizados en un lapso tan corto que de tan solo pensarlo, llegaba a abrumar a cualquiera.

Y yo ya me declaraba totalmente en ese estado.

Definitivamente, necesitaba relajarme un poco.

Por lo que la pregunta de Nam, terminó siendo sin él saberlo, el mejor recordatorio de mi inicio de semana.

— Tengo entendido que sí. Zico y yo tenemos una comisión pendiente desde la última semana de las vacaciones navideñas. Es un mural externo que diseñamos para un restaurante contemporáneo que queda cerca de mi apartamento. Y hoy creo que nos toca terminarlo. — le explico soltando un pequeño suspiro. — Y ahora que lo recuerdo, fue por eso que Zico se fue más temprano; para comprar unos aerosoles que se nos acabaron. Y creo que debo encontrarme con él en menos de una hora.

Aunque quiero atreverme a hacer algo más antes de irme.

Y al parecer, aunque intenté disimular mis nervios y emoción, la sonrisa que poco a poco esbocé hizo que fuese inútil para que Namjoon no interpretara mis palabras.

— ¿No me digas que irás a buscar Jimin?

— ¿Tal vez...?— admito en voz baja rascando mi cuello.

Veo cómo solo suelta una carcajada.—Bueno, me lo imaginaba hasta cierto punto. Solo que me sorprende tu velocidad de Flash, brother.— no evité reír un poco avergonzado.—Aunque al final, no es como si te hubiese dejado saber su facultad por nada. Tu cara de flechadito perdido rogaba por ayuda.

Una cara de indignación fue la que pude mostrar. Aunque fue en parte para cubrir el rubor de vergüenza en mi rostro.

¿En serio podía llegar a ser tan obvio?

Bueno, aunque con una persona como Park Jimin en cuestión, era un poco demasiado imposible no serlo.

— Que considerado me saliste, amigo mío...— veo como ríe ante mi sarcasmo.— Solo... quiero aprovechar que ahora tengo las hagallas para hablarle. Sabes que aunque relativamente soy alguien popular aquí y crean que soy el rey del coqueteo y eso, al final sigo siendo bastante torpe y malo para conocer gente nueva de forma seria.

》Y más cuando es respecto a alguien como lo es él... — me fue innevitable soltar un suspiro.—... que aún me cuesta procesar como apenas vine a saber de él en mi último año de carrera, joder. Te juro que aunque a penas lo conozco desde hace unos días, el simple pensamiento de volverlo a ver me hace sentir nervioso pero emocionado a la vez.

》En fín, parezco un adolescente absurdamente flechado por alguien que quién sabe qué tipo de primera impresión habrá tenido de mí.

Nam solo pudo dedicarme una sonrisa, entre enternecida y comprensiva. Su mano terminó en mi hombro dando un leve apretón de apoyo.

— Oh vamos. No te pongas tampoco a pensar demasiado las cosas. Sí es cierto que por dentro sigues siendo un poco introvertido, pero eso tampoco quiere decir que hayas perdido el encanto natural que tanto te distingue. Porque muchos podrán conocerte solo por ser alguien muy atractivo y un genio del diseño, pero eso jamás hará a un lado el que seas alguien muy honesto de sentimientos y un gran chico, hermano.

Mαкє Iт Rιgнт - 𝙹𝚒𝚔𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora