❤ 𝟛𝟘 ❤

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Cuando el primer suspiro se escapó de los labios de Jungkook una vez que el contacto dejó de ser casto, fue entonces que los dos supieron que les sería imposible querer detenerse.

Sonriendo entre el beso, Jimin termina enredando sus manos con cierto cuidado entre la desordenada coleta de Jeon, quien solo supo acercarlo a su cuerpo para abrazar y acariciarle su espalda, ambos solo dedicándose en hacer que la intensidad del beso solo aumentara, mostrándose más y más susceptibles con cada caricia, movimiento y latido compartido.

Pero lo que a ambos se les estaba haciendo difícil no notar era que así como estaban besándose como si hubiesen esperado una eternidad para hacerlo, no cabía duda que ambos estaban disfrutando del momento, sus labios moviéndose a la par con la lentitud y dedicación que las caricias mutuas proyectaban.

Aún perdido entre tantas sensaciones, Jeongguk termina inclinando su cabeza hacia un costado para profundizar y extender el beso un poco más, haciendo que Jimin le siguiera encantado, sus manos desviándose del cuello hasta la pequeña cintura del pelinegro, adheriéndose a su camisa con sus manos en forma de puño, en un agarre algo posesivo.

El acto causó tal nivel de efecto en Jeongguk que un pequeño jadeo involuntario se le escapó entre el medio del beso. Y aún y cuando tomó a Jimin de sorpresa, el pelirosa no podía negar el agradable escalofrío que tal sonido causó en su cuerpo haciéndolo temblar un poco.

Sin embargo, poco a poco sus labios fueron disminuyendo la intensidad del beso. A los segundos, fue entonces que vagamente sus labios se separaron, un leve chasquido resonando.

Y se podía decir que ambos hombres solo eran un desastre de respiraciones agitadas, labios hinchados, ojos brillosos y rostros sonrojados.

Aunque al ver al otro, ellos solo pensaban mutuamente que eran un muy lindo desastre.

- Mierda, muñeco...- Jeon ríe nervioso lamiendo sus labios y uniendo ambas frentes, aún respirando con dificultad.- Un poco más y creo que me hubiese desmayado.

Jimin solo pudo reír unos segundos, negando con la cabeza.- ¿Debo tomar eso como un halago o como algo de lo que deba preocuparme?

Jeongguk sonríe entre tímido y cómplice, haciendo que Jimin le devolviersa el gesto.

- Si te dijera que quiero besarte otra vez, creo que sabrías cuál es, Park.- el pelirosa solo sonrió sin contenerse sobre los labios del pelinegro, una vez más ambos se entregan en otro beso; pero éste a diferencia del primero era más suave y delicado.

Lo era lo suficiente como para concentrarse en la manera en que sus corazones latían de manera descontrolada, tomándose algunos segundos para confirmar aún sin palabras detalladas o confesiones el efecto que ambos tenían en el otro.

Aunque también pudieron sentir como tal cercanía les llenaba el pecho de una sensación tranquilizante y calmante.

- No sé si este era el momento más indicado, pero te juro ya no podía contenerme, Gguk.- una vez separados del beso, el pelirosa se atreva a empezar, sus manos aún adheridas a la pequeña cintura del pelinegro.

- Lo fuese o no, se siente como el momento indicado. Y no creo que yo tampoco hubiese podido aguntar más tiempo, Jimin. - sin miedo de decirlo a estas alturas, Jeon le acaricia sus mejillas con sumo cuidado.

Jimin muerde su labio, sintiendo su cuerpo temblar ante las caricias.

- Me gustas mucho, Jeongguk. Creo que hasta demasiado.- ambos ríen en voz baja, era casi como si se estuvieran contando el secreto más sagrado, aún y cuando eran los únicos en el departamento.- Ya no puedo seguir ocultándolo.

Mαкє Iт Rιgнт - 𝙹𝚒𝚔𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora