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*Aclaración: Cuado menciono al 'entrenador Lee', me refiero a Lee Felix de Stray Kids. Solo que en esta historia, tiene 40 años.*

˳⸙🍂

P.O.V. Jeongguk

— ¡Vamos, Jeon! ¡Golpea con más fuerza! ¡Exacto! ¡Así se hace! ¡Mantén ese mismo tipo de control en los brazos!

Aún consciente de la motivación brindada por el mi entrenador a mi lado, continué dando golpe tras golpe al saco de boxeo. Los 10 minutos que faltaban de mi práctica y ejercicio cada vez iban llegando a su fín, provocando una versión mía agotada, casi sin aire y sedienta.

Aunque por una parte, me sentía también lleno de adrenalina, haciendo que este viernes de 5 cursos universitarios corridos no lo anticipara tan infinito como siempre solía sentirlo.

— Y oficialmente, ya terminaste tu entrenamiento de hoy, Jeon. Ya no te ordenaré hacer minutos extras.— me indica unos minutos después, mientras me tendía una botella de agua y una pequeña toallita para secar el exceso de sudor. — Y como siempre, hiciste un excelente trabajo. Cada vez mejoras con más rapidez. Ya hasta te podría considerar para que puedas empezar a entrenar para poder competir profesionalmente más adelante. Aunque claro, ya eso sería si tú así lo deseas y estás dispuesto.— me deja saber con voz sincera.

— Realmente se lo agradezco entrenador Lee, pero creo que ese tipo de nivel en el boxeo no va conmigo. Sé que es una oportunidad grandiosa, pero realmente deseo enfocarme de forma más exclusiva y profesional a mi carrera universitaria.— le explico aún con la voz agitada, mientras me quitaba los guantes y le dedicaba una expresión de disculpa.

— Tranquilo. Al final, eras tú el único que debía estar cómodo con la decisión. Y yo, la respeto totalmente. Solo espero que estés consciente del gran nivel que has ido alcanzando en tan solo 2 años de entrenamiento.— expresa con una leve sonrisa comprensiva.— Si deseas, ya puedes ir a las duchas a asearte y luego encaminarte a tu universidad. No tendrás que venir al entrenamiento de la noche. Lo compensaste con el gran esfuerzo que hiciste ahora. Nos veremos mañana.— se despide dejando leves golpes en mi espalda, para luego dirigirse a otra área del gimnasio.

No evité quedarme unos minutos en mi lugar, mientras pensaba en lo conversado con él hacían unos segundos. Y dándome cuenta de que no me encontraba ni arrepentido ni mucho menos dudoso de la decisión que tomé.

Al final, el boxeo solo era parte de los tantos pasatiempos que he hecho parte de mí con el pasar del tiempo. Y desde que lo practicaba, no he considerado ejercerlo a algo mucho más allá.

Mi bachillerato en Artes Gráficas, sin embargo, ya era una cosa totalmente diferente.

El diseño era mi vocación de vida. Era la carrera que con la que podía aspirar hacia un sin número de metas futuras y que por más inalcanzables que se escucharan para otros, para mí eran promesas que deseaba cumplirme a mí mismo.

Por lo que más que cualquier otra cosa, era aquello en lo que sí me dedicaría en dar todo tipo de milla extra, y que eso incluyera salir de mi zona comfort en términos creativos las veces que así se pudieran requerir durante el desarrollo de mi preparación.

Aunque mentalmente, yo mismo me continuara preparando para ello.

Luego de hidratarme lo suficiente,
me quité y desenredé las vendas de mis manos, para entonces agarrar mi mochila y dirigirme a las duchas. Y como de costumbre, fueron largos los minutos en los que me dediqué en darme una refrescante ducha.

Siempre era necesario cuando no podría hacer otra cosa que no fuera tomar clases desde dentro de 30 mintuos hasta casi las cinco de la tarde.

Y apenas eran las 8:30 de la mañana.

Mαкє Iт Rιgнт - 𝙹𝚒𝚔𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora