𝑻𝒐𝒙𝒊𝒄 | ᴇxᴏ》 Vᴇʀ. II 《

JONGIN - II

Decir que la desesperación le recorre su cuerpo es poco, quiere llorar de la impotencia que siente en este mismo momento.

Junmyeon ahora mismo se encuentra saliendo de la habitación de Yixing, sus ropas arrugadas y su cabello desordenado puede causar más de mil malos pensamientos que, al final, son verdaderos.

—Te amo, desde hace un tiempo me di cuenta de ello.

"Basta, basta"

—¿Puedes creerlo? Lo siento, fue inevitable.

"No sigas".

—No me mires así, es doloroso.

"No quiero escucharlo".

—Myeonnie, sabes que no soy Yifan... ¿verdad?

"No lo sé".

Zhang Yixing acabó dando un mal paso, ahora la mente lastimada de Junmyeon paga las consecuencias.
Corre hasta llegar a su habitación, Sehun lo mira confundido y el mayor se maldice. No le presta atención cuando el menor le llama, causando una mirada triste en el mismo.

Junmyeon solamente aclarar sus ideas, se encierra en el baño y toma una larga ducha con agua fría, esperando que le ayude con sus pensamientos.
Mira las gotas caer al suelo, no sabe si su lágrimas también se mezclaron, su confusión le provocar querer gritar, pero aguanta todo.

Desde siempre lo ha hecho, ¿por qué ahora no?

Sehun toca la puerta del baño, llama al líder pidiendo una explicación sobre su raro comportamiento, se escuchaba preocupado. Suho lo entiende, suspira y sale aún mojado. Toma una toalla secando su cuerpo, pensaba salir de esa forma afuera, nota unos pequeños gran detalles en el espejo; marcas de besos.

Todo parecía estar en su contra este momento, lo último que necesita son más pregunta que responder.
Se coloca su pijama holgada, esta tapa gran parte de su cuerpo mostrando parte de su cuello.

—Myeonnie hyung, ¿qué pasa? —Habla con su clásico puchero, Suho se siente más que culpable. —¡No trates de ignorarme esta vez!

El líder sonríe, le gusta esa parte caprichosa y mimada del menor, de alguna forma le hace saber que está preocupado por él.

—Nada, Hunnie. —Alza el rostro, se miran directamente. —Estoy cansado, muy cansado de esto.

Suho tendría que ser muy ingenuo para creer que Sehun no conoce cada mínimo detalle, sobre todo en sus expresiones cuando algo es obvio que lo perturba.

—¿Puedo hacer algo? —Lo toma de las manos, no lo dejará ir.

Las manos de Sehun son largas, delicadas y muy cuidadas. Las manos de Junmyeon son pequeñas, sus dedos son gorditos y algo toscas por el trabajo. Al menor le gusta decir que se complementan perfecto.

—Quiero dormir, si quieres puedes acompañarme. —Responde.

El más alto asiente de acuerdo, ambos se encaminan a la cama del menor. Junmyeon se acuesta dándole la espalda, Sehun al ver esto suspira, todo parece tan distante cuando hace unos días su relación iba tan bien.

—No quiero hacer preguntas al respecto. —Junmyeon tiene un escalofrío por la voz baja del menor, está hablando serio. —Pero... ¿p-puedes confiar en mí?

Muerde su labio con fuerza, el líder va a perder la cabeza. Junmyeon decide voltearse sin mirarlo a los ojos, colocando su frente en el pecho del menor.

—Claro que confío en ti, eres mi gran bebé. —Cumple con los caprichos de Sehun, abrazando su espalda. —Te quiero mucho, eres consciente de ello desde el principio.