Capitulo 3

504 52 12
                                    

Al llegar a casa el ciervo me dejó sobre el sofá y fue por un vaso con agua para mi, luego nos sentamos ambos para analizar el complicado asunto que teníamos. Y si, yo seguía con mi apariencia humana, no parecía que yo fuera a cambiar.

- ¿Como te sientes? - Me dió el vaso con agua.

- Siento como si mi interior estuviera en un cuerpo demasiado pequeño. Como si mi piel no fuera del tamaño correcto. - Contesté con la mayor honestidad posible.

- Ya veo...- Se quedó pensando. - Tal vez si descansas un poco volverás a la normalidad. - Eso no sonaba a el mejor remedio del mundo pero, no tenía más opción.

- ¿Con eso, estaré bien?

- Al menos despejarás la mente. - Me quitó el vaso de agua y lo dejó sobre una mesa pequeña frente a nosotros, luego me hizo recostar la cabeza en su regazo.

- ¿Ciervo?

- Hace mucho que no te veía así...- Acarició mi cabello. - Con tu aspecto humano, te ves bastante apuesto.

- ¿Te gusta más mi aspecto humano, entonces? - Quise levantarme, él no me dejó hacerlo.

- No me malinterpretes. Tú te ves espectacular como sea que te veas.

- ¿Aunque parezca un humano?

- Así es. - Siguió acariciando mi cabello, eso ciertamente me relajó. - Ahora cuentame, ¿Hiciste algo irregular mientras no estuviste conmigo?, ¿Tienes idea de que pudo hacer que volvieras a parecer un humano?

- No lo sé ciervo. - No tenía cabeza como para pensar - No tengo idea.

- ¿Que hiciste cuando yo no estuve?. Si me lo dices sabré el por qué de tu cambio y podré ayudarte.

- No hice nada fuera de lo ordinario. Cuando me separé de ti fui con Nifty y la ayudé a limpiar unos ventanales, luego Husk me llevó una bebida y nada más que eso.

- ¿Sucedió el cambio mientras estabas con Husk? - Preguntó de forma muy interesada

- Si. Pero no querrás decir que Husk fue el causante de mi cambio, ¿O si? - Tanto el ciervo como yo sabiamos la clase de persona que era Husk por lo cual no había razones para sospechar de él.

- Para nada. Solo lo pregunto con respecto a si él te vió o no en tu apariencia humana.

- Ah, no. - Me sentí aliviado. - Él no me vió. Yo supe llevar todo con calma para que él no se diera cuenta.

- ¿Que clase de bebida te dio Husk?

- Era una soda de cola.

- ¿Estaba fria o neutra?

- Estaba fria.

- ¿Te la dio en envase de cristal o de plastico?

- De cristal. - Me cansé del interrogatorio extraño. - Ciervo, ¿Que sentido tiene hacer todas esas preguntas?. Husk no me dió nada raro, yo no hice nada fuera de lo ordinario, ¿Que más quieres saber?. Sinceramente, no creo que puedas ayudarme con solo saber estas cosas.

- Eso es todo lo que necesitaba saber. - Me sorprendí por lo facil que se detuvo de preguntar. - Te daré algo para que vuelvas a la normalidad en un rato. Mientras, ¿Quieres merendar algo? - Me separó de su regazo, también se puso de pie.

El ciervo rojo, el ciervo azul...y yo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora