Desastre

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La villa estaba sumida en un caos, los habitantes de este sitio se sumaban al combate para conseguir los cadáveres esparcidos por las destrozadas calles, los gritos eran comunes por todo el lugar, los guardias del señor de la villa devoraban a los habitantes para incrementar sus poderes contra las fuerzas invasoras, las bestias usadas de monturas como los arguettiss salían de su encierro ante los daños recibidos en sus corrales, encontrando víctimas y comida alrededor de toda la villa. El arguettiss gigante de Nadira apareció, este cazaba a las pequeñas versiones de si mismo, en una de sus entradas aparecían dos arguettiss gigantes, montados por dos tipos en cada uno, los compañeros de la humana llegaron.

Entre los escombros se incorporaba Nadira, quien resentía la explosión de hace un momento, los guardias de traje se le acercaban apuntando con su bastón, su visión no era perfecta pero sus brazos se movieron por inercia trayendo su rifle para librarse de sus enemigos.

—Se suponía que sería un trabajo rápido y silencioso, desgraciado Morless — farfullaba la mujer molesta por la decisión del monstruo.

El rifle se accionó llevándose a un par de esos guardias, las piernas de la mujer no reaccionaban y sus enemigos avanzaban sin descanso en su contra, ella intento volver atacar pero no se sentía bien, su cabeza daba vueltas y su vista no mejoraba, a este paso sería acribillada por esos guardias, entonces fue tirada por las piernas hasta ocultarla en los restos de una tienda, siendo su salvador el joven Rapan, quien no vio que se trataba de una humana, hasta que la oculto, ambos se miraron sorprendidos.

—¡Debiste meter el cuerpo de Minrietta! ¡Puede estar viva! — exclamaba el gato, desconociendo el pasado de estos dos.

La mujer fue a la pared intentando ganar distancia, Quiket se le quedó viendo sorprendido de su existencia, Rapan tenía muchas cosas en la cabeza, no sabía cómo actuar con la aparición de la humana.

—¡Eres una humana! ¡Cómo Marloc! — lo pensó detenidamente recordando que esté tenía partes de monstruo — quizá un poco más humana que Marloc.

—¡Claro tenían que conocerlo! — vocifero poniéndose de pie, esto alarmó al joven monstruo.

—No te le acerques a esa tipa, es peligrosa — le advertía al gato, este último miro el rifle que portaba.

—Niño tu vendrás conmigo — le apunto la mujer con el arma.

—¡Alto! ¡No! ¡No pasará eso! — Quiket se negaba a aceptarlo — nosotros esperaremos a Marloc.

—Su espera es en balde, fue asesinado por Morless, igual que tú hermano, yo seré piadosa y te llevaré con vida con el emperador — le contó Nadira apunta del arma.

—¡No! ¡No puede ser cierto! Mi hermano me prometió.. — quedó sin habla al comprender que el caos fue resultado de Morless.

—La vida es así, nada está asegurado ahora ven conmigo, ya deben estar cerca — contaba mirando el exterior.

El gato desapareció de la vista de Nadira, ella apunto a todos los lugares esperando encontrar al felino, sabía que no era capaz de hacer un gran daño, pero no necesitaba lidiar con cada pequeña cosa, su cabeza aún palpitaba con un agudo dolor, inesperadamente sintió un agudo dolor en su mejilla, dejando una marca de un zarpazo.

—¡¿Qué demonios?! — grito la mujer fastidiada.

Recibió otro zarpazo cerca del ojo, dejando en claro que intentaban cegarla, ella disparo varias veces en la tienda destruida, la estructura se sacudía con cada disparo, Nadira continuaba recibiendo los cortes, los cuales ensangrentaron su cara y sus brazos.

—¡Maldito gato! — gritaba moviéndose por todos lados, intentando librarse del misterioso ataque.

—¡Lárgate y te dejaré tranquila! — le dejaba en claro su situación.

Will I Become A Monster?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora