POV SHUHUA
Había pasado un tiempo desde aquel día en el que me enteré que Soojin había vuelto con la castaña. Y, por mucho que pasaran los días e intentara reflexionar qué podía haber pasado, no entendía nada. Aquel día, Soojin no me había dado ninguna explicación y debía entender que ella no quería hablar del tema. Aun así, intentaba discretamente que se abriera conmigo y hablara, pero siempre pillaba y me pedía, según ella, por última vez, que no sacara el tema, aunque no fuera la última vez.
Mientras tanto, yo me debatía entre si contarle o no lo que había pasado la última vez que había hablado con Miyeon. Estaba convencida de que a la castaña no le gustaba Soojin. No podía decir un día que estaba con ella, el siguiente que era yo de quien estaba enamorada y el que viene después volver con su ex. Es que no era capaz de entender qué podía pasar por su cabeza para cambiar de opinión tan bruscamente una y otra vez. Yo había conseguido salir de esa situación, aunque más bien me habían dado la patada en el culo, pero ahora era Soojin la que se encontraba atrapada, por decirlo de alguna manera. Y no me gustaba encontrarme en aquella posición de no saber qué hacer.
Aquella tarde, Soojin y yo nos encontrábamos en una de las salas de baile, que se habían convertido en un lugar algo así como nuestro refugio. Se acercaban las evaluaciones de medio semestre y, para las clases de danza, me estaba esforzando de manera extra y le había pedido ayuda a Soojin para mejorar, ya que ella era la mejor bailarina de la clase. Aunque, para mí, también lo era de la academia entera, aunque puede que fuera un poco bias por mi parte.
Le pedía ayuda porque la necesitaba pero también era la excusa perfecta para poder pasar tiempo juntas. Era la manera que tenía de, en cierta manera, mantenerla ocupada conmigo y que yo me encontrara lo mínimo posible con Miyeon. Si ella estaba pasando menos tiempo con su novia, cosa que no sabía porque no me dejaba sacar el tema, no lo mostraba. En uno de nuestros descansos, estábamos tumbadas en el suelo, una al lado de la otra. Se había convertido en una costumbre encontrarnos de aquella manera, hablando de cosas sin sentido. Pero, en aquella ocasión, las cosas se tornaron un poco más profundas.
- Shuhua, ¿crees que existen las medias naranjas? – me preguntó de sopetón Soojin.
- ¿Cómo? ¿A qué viene esa pregunta? – le dije, bastante confunda con la situación.
- Te pregunto si crees que hay una persona para cada uno de nosotros. Algunos les gusta llamarlos medias naranjas, otros almas gemelas, me da igual. Pero te pregunto si crees que hay una persona, o más en algunos casos, que es nuestro endgame. Es simple curiosidad. – habló para acabar girando su cabeza en mi dirección, que la estaba mirando a ella.
- Pues, la verdad, nunca lo había pensado, pero puede que sí. Creo que hay un destino pero también creo que, las decisiones que tomamos, pueden alterarlo de alguna manera. Así que, no creo que todo esté escrito.
Después de aquello, nos quedamos un par de minutos en silencio, simplemente mirándonos. Por mi cabeza pasaban demasiadas cosas. Quería decirle tantas cosas que no sabía por dónde empezar. Aquello que sentía por Soojin no era un simple crush, no solo me gustaba, me estaba enamorando de ella y, desde aquel momento, ya no había marcha atrás.
La magia se perdió cuando sonó una notificación en mi teléfono, haciéndonos volver a la realidad para continuar ensayando.
POV YUQI
¡Qué asco de todo! - me repetía una y mil veces en la cabeza. Era viernes noche y me encontraba sola en un bar fuera de la universidad. No había vuelto a hablar con Soyeon desde que me la encontré con aquel chico, pero, aquella vez, no era porque ella me evitara. Me había pasado todos aquellos días intentando por todos los medios no encontrármela en ningún sitio. Shuhua sabía que algo pasaba, pero me había negado a darle explicaciones. Cada vez que preguntaba, le decía que debía hablar con Soyeon y no conmigo. Y era cierto. Yo ya había sido clara, mientras que la que había ido dando bandazos era la rubia. Si alguien debía aclarar qué estaba pasando, era ella.
Así que, allí estaba, intentando pasar de todo, en aquel bar al que pocas veces habíamos acudido, por lo que creía que nadie me encontraría. No había mucha gente, lo cual se agradecía, y estaba tranquila con mis pensamientos. Pero, me sorprendí cuando, al final de la barra, había otra chica bebiendo. Y conocía a esa chica.
- Hola, Minnie. – dije, aunque las cuatro cervezas que llevaba encima hacían que mis palabras no salieran de la manera más fluida.
- Hola, Yuqi. – me habló, pero sin la sonrisa que siempre me había dedicado ni ningún tipo de alegría en la voz. Volvió a beber de su copa, sin dirigirme la mirada.
- ¿Necesitas ahogar las penas? – le pregunté, bebiendo yo también. No contestó por unos instantes y me empecé a preocupar porque, aunque pocas veces la hubiera visto, esta no era la chica que yo conocía.
- No he tenido el mejor día, que digamos. Así que sí, aquí estoy, intentando olvidar lo que ha pasado. Mañana todo será mejor, supongo. – sus palabras también mostraban que llevaba bebiendo un rato, o, al menos, una cantidad considerable de alcohol. Como no se la veía muy animada, decidí no seguir preguntando.
Un rato más tarde y sin que ninguna hubiera dicho nada, Minnie se levantó de su asiento y dejó dinero encima de la barra, antes de marcharse. Yo me quedé sorprendida de que no me dijera nada, así que imité su acción y salí tras ella. Me costó un poco ponerme a su altura, dado que no conseguía mantenerme del todo en pie, pero llegué hasta ella, sin que se inmutara.
Caminamos hasta los dormitorios y la seguí hasta su habitación. Antes de entrar, ella paró y se giró para mirarme. Me estudió por unos segundos antes de hablar.
- Esta no es tu habitación. Ni siquiera es el pasillo donde vives. Lo sabes, ¿no?
- Lo sé. – le contesté. – La verdad es que no sé por qué te he seguido. Simplemente he sentido que necesitaba hacerlo. – era la más pura verdad. El alcohol podía haber hecho efecto en mí, pero aún sabía lo que salía de mi boca y no podía mentirle.
- Entonces, ¿quieres entrar? – me preguntó y ahí creí reaccionar.
- Creo que sería mejor que me fuera.
Pero, antes de que pudiera darme la vuelta e irme hacia mi cuarto, ella me atrajo hacia sí y me besó. La verdad es que no sabía qué estaba haciendo en ese momento, pero la seguí. Le devolví el beso porque me estaba gustando. No sabía si era el alcohol o algo más dentro de mí, pero quería continuar besándola, así que introduje mi lengua en la ecuación, que la boca de Minnie recibió gustosa. Cuando nos quedamos sin aire y nos separamos lo justo, Minnie me volvió a preguntar.
- Entonces, ¿quieres entrar?
Mañana será mañana – pensé y asentí, antes de acompañar a Minnie al interior para pasar la noche con ella.
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¿Y si fuera ella? - SOOSHU
Fanfiction#SOOSHU FANFIC/ALTERNATIVE UNIVERSE Shuhua había quedado con el corazón roto tras una relación muy corta pero intensa con Miyeon. Soojin se cruza en su camino de la peor manera que se le podría haber ocurrido. ¿Serán capaces de encontrarse o lo suyo...