¿Y si fuera ella? - SOOSHU

Capítulo 17

POV SHUHUA

Después de acabar los parciales de medio semestre, la carga de trabajo que teníamos de la academia se había relajado considerablemente. Aquel fin de semana, Yuqi se había ido con Minnie a una salida que ella misma había dicho que no era romántica, pero tenía todos los elementos para poder definirla como tal. Por mucho que lo negara, ella y Minnie hacían cosas de novias y, por mucho que Soyeon fuera mi amiga, la morena se estaba posicionando como una muy buena pareja para mi mejor amiga. Mientras tanto, yo pensaba pasar el fin de semana encerrada en el dormitorio viendo todas las series que se me habían ido acumulando durante aquellas semanas de evaluaciones.

Así que, de buena mañana, después de haber tomado un breve desayuno en la cafetería de la universidad, me encontraba en mi cama con el portátil encima de mi cuerpo, preparada para ver el capítulo pendiente de Batwoman, cuando alguien llamó a la puerta. Tenía muy pocas ganas de levantarme de donde me encontraba, pero no me quedó más remedio que hacer un pequeño esfuerzo y dejarle las cosas claras a la persona que me había interrumpido en mi momento de relajación.

Lo que no esperaba era encontrarme al otro lado de la puerta a Soojin. Me extrañaron varias cosas de la situación. La primera era que fuera ella precisamente la que estuviera allí. Por lo que me había contado, aquel fin de semana pensaba pasarlo con Miyeon, así que no entendía qué hacía llamando a mi puerta. Lo segundo fue que llevaba ropa cómoda y una mochila a su espalda. Yo la miré extrañada, para encontrarme con una de sus mejores sonrisas.

- Soojin, sabes que me encanta verte, pero no entiendo qué está pasando. ¿Qué haces aquí? ¿No habías quedado de alguna manera con Miyeon para este fin de semana? – pregunté, aún confundida con qué estaba pasando.

- Ha habido cambio de planes. – dijo, sonriendo y mostrándome la bolsa de su espalda. – Se me ha ocurrido que podríamos hacer un picnic en la colina que hay aquí detrás de la academia. Para compensarte la última vez que te cancelé. ¿Qué? ¿Te parece una salida fuera del campus solas tú y yo?

Evidentemente me parecía una magnífica idea pasar tiempo con la chica que me gustaba, pero no le iba a decir eso.

- Me encanta la idea, Jinjin. – no pude evitar sonreír ante la gran sonrisa de satisfacción que se le había formado el rostro y pensé en cuanto me gustaría besarla en aquel momento.

Ante el repentino cambio de planes, apagué el ordenador y me cambié de ropa para seguir el plan de la morena. En realidad, si me hubiera pedido que nos fuéramos a la otra parte del país, también le habría dicho que sí, pero eso me lo guardaba para mí misma.

Durante el camino, fuimos bromeando sobre la primera cosa que se nos pasaba por la cabeza, y eran precisamente esos pequeños detalles los que más me atraían de Soojin. Que, incluso, en las cosas con menos importancia, sabía que quería estar a su lado. Sabía que me estaba enamorando demasiado rápido de ella, pero, en ese punto, ya me daba igual todo.

Pasamos un día bastante agradable, hablando de demasiados temas que no me daba cuenta de que, a pesar de creer conocerla, hasta aquel momento no le había preguntado por cosas importantes. Y, ese día, ella me respondió a todas y cada una de mis preguntas. Yo también me abrí a ella y le hablé de cada una de las cosas que quiso saber de mí. Mis sueños, mis inseguridades y demás. Aquel día lo consideraría como el día que conseguí construir la base de lo que podía llegar a ser una relación sólida, pero que, por desgracia, no podía tener, dado que aún había alguien en el camino. No iba a hacer nada para impedir que estuviera con ella, aunque Miyeon no se la merecía, pero debía preguntar por ella y ver qué era lo que estaba pasando, dado que ella había pospuesto aquella charla demasiado tiempo.

- Soojin. – le dije, a lo que ella giró su rostro en mi dirección, con cierto miedo, se podía decir.

- Cuando utilizas mi nombre completo, me preocupo. – intentó bromear, pero yo quería que aquello fuera serio.

- Has intentado evitar hablar del tema, pero lo de hoy me ha dejado pensando. ¿Ha pasado algo con Miyeon para que estemos ahora aquí? – pregunté, con miedo de que se cerrara en banda, aunque le había demostrado que podía confiar plenamente en mí.

- No, simplemente el plan que ella tenía en mente no era lo que me apetecía hacer hoy. Por eso estoy aquí, contigo, con quien sí me apetece estar.

Me quedé mirándola. No esperaba que me pudiera decir aquello. Había sonado segura de sus palabras, pero no entendía qué era lo que me quería decir. Ninguna apartó la mirada de la otra y, cuando fui consciente de lo que estaba haciendo, me había acercado demasiado a su rostro. Un par de centímetros antes de tocar sus labios, me separé. No podía meter la pata de aquella manera y no podía dejar que, pasando lo que estuviera pasando por la mente de Soojin, ella tampoco lo hiciera. Seguía siendo la novia de Miyeon, al fin y al cabo.

- Se está haciendo tarde. – dije, mirando mi reloj. – Será mejor que volvamos al campus.

- Sí, tienes razón. – dijo en un tono que no supe interpretar. Y se dispuso a recoger sus cosas. El camino de vuelta fueron los minutos más silenciosos desde que nos habíamos conocido.

POV YUQI

El domingo por la tarde, me encontraba de camino a mi dormitorio con Minnie a mi lado. Debía reconocer que había disfrutado muchísimo de aquellos dos días. Minnie estaba siendo muy atenta conmigo y, aunque no fuéramos oficialmente pareja, casi lo aparentábamos. No sabía si aquello era bueno o no porque la chica cada vez me gustaba más, lo que me aterraba y excitaba a partes iguales.

Cuando llegamos a mi habitación, Minnie se acercó para despedirme con un beso en los labios, que no dejé que se acabara muy rápido. Cuando llegó la falta de aire, me separé de ella, sonriéndole. Pero mi sonrisa desapareció rápidamente, cuando vi a Soyeon al final del pasillo. Minnie se despidió de mí y me dejó con la rubia.

- ¿Qué haces aquí, Soyeon? – le pregunté, un poco seria.

- Simplemente venía a ver a Shuhua, pero será mejor que vuelva en otro momento. – antes de que se pudiera ir, la hablé de nuevo.

- No soy una extraña, ¿sabes? Somos amigas, o eso pensaba yo. – le dije, levantando un poco la voz.

- Sí, lo éramos. – me contestó.

- ¿Cómo que éramos? ¿A qué viene el tiempo en pasado? – pregunté, muy desconcertada.

- Pues eso, que han pasado muchas cosas.

- Sí, desde que me besaste han pasado muchas cosas. – dije, sarcásticamente.

- No saques... - intentó hablar pero no le dejé.

- Sabes qué, me voy a dormir. Buenas noches. – pero, antes de que pudiera entrar a mi habitación, ella dijo lo que menos pensaba oír.

- Me gustas, ¿vale? Ya lo sabes, ¿estás contenta? – y sin dejarme añadir nada, salió corriendo de allí.

Qué manía tiene con soltarme bombas y salir corriendo – pensé para, completamente desconcertada, entrar en mi cuarto.