¿Y si fuera ella? - SOOSHU

Capítulo 23

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE CONTENIDO EXPLÍCITO

POV SHUHUA

- ¡No me pueden dejar así! – grité contra la pantalla de mi ordenador portátil. Acababa de terminar la primera temporada de Batwoman y no podía creer que tuviera que esperar al menos medio año para poder ver la nueva tanda de episodios. Odiaba demasiado los cliffhangers. Las series habían sido una gran distracción en los últimos días, ya que no hacía otra cosa más que ir a clase y ver series. Seguía sin hablar con Soojin y eso me preocupaba pero, a la vez, sabía que era lo que debía hacer: esperar. Aunque me estuviera volviendo loca al no saber qué respuesta me iba a dar ante la situación, no me quedaba otra cosa que hacer. ¿Me estaba desesperando? Sí. ¿Podía evitarlo? No. ¿Lo iba a intentar? Tampoco. Era una intensa, al fin y al cabo.

Dado que Yuqi tampoco estaba en la habitación y que me estaba aburriendo como una ostra, decidí encender Netflix en busca de algo más interesante que me entretuviera. Llevaba un rato mirando el catálogo, donde te pasabas más tiempo que viendo cosas, realmente, cuando llamaron a la puerta. Seguro que Yuqi se ha dejado las llaves, no me extrañaría. Eso había pensado, pero jamás me habría imaginado quién se encontraba tras la puerta.

Al verla, no pude evitar abrir los ojos y la boca, sin emitir ningún sonido por esta. No esperaba ver a Soojin. Una parte de mí me había dicho que ella se quedaría con Miyeon, dado que era otra cosa que había aprendido de Yuqi, ponerme en lo peor. Sin embargo, allí estaba, con una sonrisa brillante que podría iluminar toda la vía láctea si quisiera. Y esa sonrisa me la estaba dedicando en aquellos momentos a mí. Si no llega a ser porque ella habló, me podría haber quedado mirándola el resto del día.

- Shuhua, ¿podemos hablar? – me preguntó, haciéndome volver a la realidad.

Yo simplemente me hice a un lado para que pudiera pasar. Conteniendo mis ganas de querer precipitarme, respiré profundamente antes de cerrar la puerta y volverme en dirección a la morena. La veía muy segura y tranquila, mientras que yo, por mucho que intentara evitarlo, era un manojo de nervios.

- ¿Ha-ha pasado algo? – pregunté, medio temblando todavía.

Soojin me miró con mucha ternura, suponía que entendiendo cómo me encontraba. Sonrió y empezó a hablar.

- Sí, que soy una idiota. Una completa idiota por no darse cuenta de lo que ha tenido delante de sus narices todo este tiempo. – fruncí el ceño, no entiendo por dónde iba la conversación. – Como pude ser tan estúpida de estar con una persona que no solo no me quería, sino que no sabe a quién quiere, cuando la persona que sí me puede hacer feliz no es ella. – se acercó a mí, sujetándome las manos. Las miró por un instante, antes de regresar la vista a mis ojos. – Shuhua, sabía que me gustabas desde el día de la colina. O, al menos, me di cuenta ese día. Puede que me gustaras desde tiempo atrás pero no había sido capaz de poner mis sentimientos en orden en mi cabeza. Cuando te separaste antes de que nos besáramos, sentí que deseaba que hubieras juntado nuestros labios y no pensé en ningún momento en Miyeon. Sé que está mal por mi parte, pero es que me había quedado embobada contigo y sentía que era lo correcto en ese momento. El estar con pareja complicaba demasiado las cosas y por eso me puse así la última vez que hablamos. Quería intentarlo contigo, pero tenía miedo de dejar a Miyeon, no sabiendo cómo se lo tomaría. Pero es que me da igual todo ya. – tomó aire y apretó mis manos con seguridad. - Sé con quién quiero estar y es contigo. Así que he roto definitivamente con Miyeon. Era necesario ponernos punto y final. – yo hacía rato que había empezado a llorar, pero, en aquel momento, fue cuando Soojin retiró mis lágrimas, que fui consciente de ello. – Shuhua, te quiero. ¿Me concederías el honor de salir conmigo?