Capítulo 3

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POV SHUHUA

La incomodidad podía sentirse en cada rincón del aula. Desde que había puesto un pie en aquella clase, Miyeon y yo no parábamos de mirarnos, pero ninguna decía nada. Y, sumado al hecho de que aun nadie se había dignado a aparecer por allí, hacía las cosas peores. Veía a Miyeon pensando demasiado las cosas, con el dilema de si hablarme o no. Y la entendía demasiado, porque yo estaba igual.

Antes que ninguna diera el primer paso, sin embargo, el aula empezó a llenarse de gente y apareció la profesora de técnica vocal, poniendo fin a una guerra de miradas que las dos íbamos perdiendo.

La clase se hizo amena e, incluso, divertida. La profesora Park Bom de iba a convertir en mi maestra favorita del semestre, de eso estaba segura. Fue tan agradable que, cuando el timbre avisó del final de las dos horas que habíamos estado allí, para mí habían parecido 15 minutos.

Me dispuse a recoger mis cosas para ir de vuelta al dormitorio. Al ser el final de la primera semana de clases, Yuqi, Soyeon y yo habíamos decidido ir a tomar algo al bar más cercano a nuestra residencia para celebrar el inicio del curso. Sin embargo, cuando me disponía a salir del aula, una voz me paró.

- Veo que hemos pasado de todo a nada. - dijo Miyeon. Cuando le giré, de nuevo, solo nos encontrábamos ella y yo en el lugar.

- ¿Pretendías que la primera vez que nos viéramos después de que rompieras conmigo te saludara como si nada? - contesté, sin ocultar la molestia que me había provocado ese comentario que no venía a cuento. - ¿Pero qué te creías? ¿Que seríamos amigas? Vives en un mundo de fantasía.

- No pretendía que fuéramos amigas, ni mucho menos. Pero, no sé... - dejó la frase en el aire. Respiró y continuó hablando. - La verdad no sé qué esperaba.

- Muchas veces, no sabes lo que quieres, Miyeon. - le reproché, con veneno en mis palabras. Antes de que pudiera replicarme, alguien interrumpió la conversación.

- ¡Miyeon! - gritó una voz. Aunque la había escuchado poco, sabía de quién se trataba. - Cuando he visto que no salías... - la frase se quedó en el aire cuando se giró y Soojin se dió cuenta de con quién estaba hablando la chica. - ¡Shuhua! ¡Hola! No sabía que eras tú.

Había coincidido con Soojin varias veces esa semana en las clases de historia de la danza y baile moderno. Todas las veces que nos habíamos visto, habíamos hablado muy cordialmente. Incluso podía decirse que empezábamos a tener cierta confianza como para empezar una amistad. Sin embargo, aún había quedado pendiente aquella "quedad" para charlar, como me había dicho el primer día de clases.

- Tranquila, yo ya me iba. - me dispuse a recoger mi bolsa y salir de allí lo más rápido posible, pero su voz me hizo tener que girarme de nuevo.

- ¿Qué planes tienes para esta noche? – preguntó Soojin. Vi a Miyeon con una mirada de incomodidad. Estaba segura que no le iba a gustar lo que la morena me iba a decir.

- Pues he quedado para ir a tomar algo con mis amigas. ¿Por qué lo preguntas? – dije, evitando la mirada de mi ex.

- Esta noche, mi amiga Minnie celebra una fiesta en su casa para celebrar el inicio del curso. ¿Por qué no les dices a tus amigas de pasaros un rato por allí?

Era la primera vez desde que estaba en la academia que me invitaban a una fiesta. Las anteriores veces, habíamos ido porque habían invitado a Yuqi, que era la más amigable de las tres. Pero nunca nadie se había dirigido personalmente a mí para ofrecerme ir.

Pensé por un momento las posibilidades que se me presentaban. Si acudía a la fiesta, tendría que encontrarme necesariamente con Miyeon y tenía entre 0 y -100 ganas de estar cerca de ella, sobre todo después de la pequeña discusión, si es que se podía llamar así, que habíamos tenido. Sin embargo, si quería hacerle caso a Yuqi, una fiesta era la oportunidad perfecta para conocer gente y para empezar a pasar página. Además, tanto a Yuqi como a Soyeon les iba a encantar la idea, así que...

- Está bien. Les diré a mis amigas de pasarnos. – miré a mi ex, que tenía cara de pocos amigos, y luego a Soojin, quien se encontraba con una gran sonrisa en su rostro. – Tienes mi número, así que envíame la dirección y la hora y allí estaremos.

Con una despedida por parte de la morena, salí del aula con una media sonrisa en el rostro. No estaba del todo segura de si lo que estaba haciendo era lo correcto o no, pero la decisión estaba tomada, así que había que atenerse a las consecuencias. Pero debía avisar a mis amigas, así que seguí con el plan previsto antes de esta nueva invitación.


POV YUQI

Sinceramente, no sabía si me encontraba en mi habitación o en otro lugar distinto. Tenerla mordiendo mi cuello de esa manera me provocaba de todo menos claridad. Sabía hacerlo tan bien, que a veces me preguntaba si lo había aprendido conmigo o esto lo traía de casa. Tenía las manos por todo mi cuerpo y me estaba volviendo loca.

- ¿Te gusta esto? – me preguntó, con la voz ronca y con un tono un tanto chulo, sin dejar de tocarme, sabiendo perfectamente el efecto que tenía sobre mí.

- Sabes perfectamente que sí. – dije, entre jadeos, mirándola mal, pero pidiéndole con todo mi cuerpo que terminara lo que había empezado.

Ella volvió a besarme. Tenía todo el control sobre lo que estábamos haciendo. Yo sabía que a ella le gustaba tener el control pero, la mayoría de las veces, no le dejaba hacerlo. Este juego de poder me excitaba tanto como tenerla bajo mía.

Continuó bajando sus besos por mi cuello, a la vez que me quitaba la camiseta. Se separó lo justo para quitar la ropa que empezaba a sobrar para luego volver a besar el hueco entre mis pechos.

Mis jadeos subían cada vez más de tono y ella ni siquiera había llegado a la parte de mi anatomía que más la necesitaba.

- Por favor. – dije casi en un susurro. La agitación no me dejaba pronunciar bien las palabras. – No juegues conmigo. – se le escapó una pequeña risa de suficiencia.

- Está bien, no voy a hacer esperar a la señorita. – mientras hablaba, una de sus manos, que había estado ocupada acariciando mi pecho, bajó por mi cuerpo para pararse en el borde de mis pantalones y comenzar a desabrocharlos.

Sin embargo, la puerta de la habitación abriéndose nos hizo saltar a las dos. La luz se encendió, sin darme tiempo a ver quién había entrado, hasta que la escuché.

- ¿Ryujin? – preguntó la voz de Shuhua, con un notorio tono de sorpresa. - ¿Qué estáis haciendo?

Creo que me espera una larga conversación. – me dije a mi misma, mientras me intentaba esconder bajo las sábanas. 

¿Y si fuera ella? - SOOSHUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora