¡ veinticuatro !

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Si dos meses atrás le hubieran dicho a Jisung que, un domingo por la mañana se encontraría caminando de la mano junto a Minho rumbo a tener un almuerzo familiar, él sólo se hubiera reído y luego llorado, porque Minho era su mejor amigo, y su amor imposible. En el mundo real, para Jisung, los amigos nunca se convertían en novios. 

Pero ahí estaba, un domingo soleado y cálido tomado de la mano del único e inigualable Lee Minho, mientras caminaban por calles poco transitadas con dirección al hogar de Felix y Chris.

Jisung había cocinado galletas de vainilla la noche anterior, preocupado de que al pequeño Lee y su novio no les gustasen; y aunque Minho le había repetido miles de veces que eran las mejores galletas que alguna vez había probado, Han no estaría del todo seguro hasta que fuese Felix quien lo diga. 

Cuando llegaron a la pequeña y humilde casa, ambos pudieron sentir el agradable aroma a la comida que estaban preparando adentro; Chris tenía suerte de tener un tan buen cocinero como Felix, pensó Jisung. 

La puerta fue abierta unos segundos después de que la golpeasen con los nudillos, y Felix apareció con un repasador entre sus manos, avalanzándose sobre su hermano mayor. Dejó un besito en la mejilla de Minho y luego se dirigió a Jisung.

—¿Te gusta el pollo, verdad? Tenía miedo de que no te gustase así que por las dudas hice pizza también, ¿te gusta la pizza? —habló apresuradamente, tomando al pelinegro por los hombros. 

Jisung rió enternecido, el hermano de su novio era una persona agradable y dulce, no había un ser en la tierra que no caería hipnotizado por la personalidad revoltosa y llena de amor de Felix.

—Pollo o pizza está bien para mí, Lix. No te preocupes.

Felix suspiró aliviado. 

—Genial, pasen. 

La pareja entró y Jisung no pudo evitar fijarse en la bonita palmera de hojas verde oscuro que le habáin regalado a Felix en su cumpleaños. Al mismo tiempo, Felix le había armado una bonita maceta con cactus a Han para su cumpleaños también, diciéndole que "una casa con plantas trae más felicidad".

—Está creciendo muy bien —comentó Han, señalando con los ojos a la planta.

—¡Sí! Chris la riega día por medio y yo le agrego fertilizantes de vez en cuando. El trabajo en equipo es la clave —Jisung lo vio desaparecer por la cocina y luego de unos segundos, Chris apareció con vasos y platos.

—Hola, chicos. ¿Quieren tomar asiento? Ya vamos a comer.

—¿Llegamos muy tarde? —preguntó Minho sonriendo avergonzado y rascándose la nuca con una mano.

—Un poco —Chris se fue a la cocina nuevamente y dejó solos a los novios.

—Hacía mucho no almorzaba en tu casa —apreció Jisung cuando sintió los brazos de Minho enrollarse en su cintura—. Creo que la última vez tenía quince o dieciséis años. 

Minho asintió suavemente.

—Pasó mucho tiempo.

—Nunca imaginé venir como tu novio, de todas formas. 

Felix y Chris aparecieron nuevamente con una olla humeante, por lo que Minho y Jisung se sentaron rápidamente frente a la mesa. 

Almorzaron mientras hablaban de cosas triviales, a veces contando historias y otras, anécdotas de cuando eran pequeños y Jisung parecía un Lee más por la cantidad de tiempo que pasaba junto a Minho y Felix. 

Minho notó como sus ojos nunca dejaban de mirar a Jisung, como su corazón latía animado por la mera presencia del menor junto a él y se sentía capaz de llorar emocionado por ese motivo. 

Una de las últimas veces que había cenado en la casa de su hermano, Minho había deseado con todas sus fuerzas compartir un momento así con Jisung; y ahora lo estaba haciendo. 

—Quiero hacer un brindis —exclamó Felix repentinamente, recibiendo la atención de los tres chicos—. Por mi hermano y por Jisung. 

Las mejillas del pelinegro se colorearon de rosado y Minho sonrió apretando cariñosamente su muslo, transmitiéndole confianza.

—Porque ahora Minho es mucho más feliz que antes, y es todo gracias a Jisung. 

—¡Por Minho y Jisung! 

Los cuatro elevaron sus vasos y los chocaron, sintiéndose verdaderamente orgullosos de la pequeña familia que conformaban.

Minho dejó un piquito sobre los labios de Jisung rápidamente, y antes de alejarse de él, susurró aún manteniendo el contacto en un tono que sólo Han pudiese escuchar.

—Gracias. 












¡ F I N !



hey! llegaste al final de baby don't like it!
gracias por leer mi historia y espero que te haya gustado! esta fue la primera historia que escribo de este estilo, por lo que fue todo un reto en algunos capítulos...

de todas formas, disfruté mucho escribiendo y espero que hayas disfrutado leyendo!!

hasta que nos volvamos a leer,
-abby alias 3fachas♡


BABY DON'T LIKE IT  ━ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora