BABY DON'T LIKE IT ━ MINSUNG

¡ once !

Jisung llegó al lugar donde estaba viviendo y abrió la puerta sintiendo sus manos temblar. Sus ojos ardían, de hecho, lo hicieron desde que Minho le dejó en claro que era totalmente capaz de terminar su relación con Yuna por él, pero no podía permitirse llorar por eso frente a su mejor amigo.

Entró y se encontró con la presencia de su compañero de cuarto en la pequeña sala de estar. Changbin notó sus ojos rojizos al instante y como su mentón temblaba. Jisung se sentó junto a él en el sillón y dejó caer su cabeza sobre el regazo de Seo. El mayor peinaba lenta y delicadamente los cabellos azules que caían por la frente de Jisung, colocándolos detrás de su oreja.

—¿Cómo te fue?

—Bien, creo que muy bien.

—Oh... Ya entiendo —dijo Changbin asintiendo con la cabeza, siendo el que más sabía sobre lo que sentía Jisung respecto a su relación con Minho—. ¿Qué te dijo?

—Quiere dejar a Yuna, pero le pedí que sigamos con todo esto en secreto. No quiero lastimarlo, ni que se lastime a él mismo por mi culpa.

—Quizás él te lastime a vos, Sungie. Pensalo. Tiene novia y hasta hace un mes era muy heterosexual —comentó, sabiendo que lo que iba a decir le dolería un poco a Han—, puede que solo quiera experimentar lo que se siente meter su pene en el culo de un hombre.

Jisung rió desinteresadamente.

—A todos les gusta mi culo, no me hago problema por eso. 

Changbin sonrió sintiendo sus mejillas sonrojarse un poco; él y Jisung tuvieron sus aventuras de compañeros de habitación tiempo atrás, y de verdad era un recuerdo que quizás nunca borraría de su mente.

—Confirmo.

Jisung se carcajeó al escuchar la tímida voz de Changbin. 

—Creo que va en serio, de todas formas. Si está dispuesto a arriesgar a su hermano debe sentirse muy... ¿enamorado? —Jisung habló con un tono de incertidumbre en su voz, quería preguntarle a Minho qué opinaba realmente respecto a eso, pero sabía lo difícil que era para su amigo hablar del tema.

—¿Te hace feliz estar con él?

Jisung no iba a mentir, la pregunta de Changbin lo tomó desprevenido. Se tomó su tiempo para pensar, sintiendo las caricias en su cabello, ese mismo cabello auzlado que Minho había jalado días atrás.

—Mucho. Me hace muy feliz.

—Entonces mandale para adelante. Si él es lo que querés, asegurate de dejar todo de vos ahí. Minho parece valer la pena, sólo está asustado, o eso es lo que se ve desde afuera.

—¿Vos decís que es así?

—Totalmente, Hannie.

Jisung sonrió para sí mismo.

—Está bien. Creo que voy a hacerte caso.