BABY DON'T LIKE IT ━ MINSUNG

¡ trece !

Minho se separó del beso sintiendo su pecho subir y bajar aceleradamente. 

—¿Jisung? ¿Se puede saber que pasa?

Jisung no respondió, sino que bajó la cabeza ligeramente apenado, fijando su vista en sus pies. Se sentía pequeño, indefenso frente a Minho. Quizás haber visto al rubio como una figura mayor e imponente le provocaba eso. Le gustaba, y mucho.

Sintió los labios de Minho rozar su mandíbula hasta llegar a su oído, a la vez que una mano subía rápidamente por su brazo, sintiendo cada caricia que las yemas de los dedos del mayor dejaban en su piel. Un jadeo lastimero salió de su boca cuando la mano de Minho llegó a su cuello y lo apretó ligeramente, apenas provocando que el aire pasase con un poco de dificultad.

—Venís a mi casa buscándome por una urgencia y cuando te pido una explicación, me besas. ¿Qué pasa, bebé? ¿Nuestra conversación de hoy te tiene nervioso? 

—No... Sólo —Jisung buscó con la mirada los ojos de Minho, resistiendo al impulso de romper el contacto visual que él mismo había comenzado—, quiero aclarar las cosas.

—Soy todo oídos —Minho soltó el cuello de Jisung y se alejó de él.

Se sentó sobre el pequeño y delicado escritorio que había en una esquina, cruzando sus brazos sobre su pecho y mirando con una sonrisa pícara al peliazul.

Jisung siguió con los ojos cada movimiento que Minho hacía, acercándose a él despacio.

—Quiero —una manito de Han acariciaba seductoramente el abdomen de Minho por sobre la ropa, acercándose a su cinturón—. Quiero que te olvides de Yuna cuando estés conmigo —susurró, procurando que solo ellos escuchasen aquello—, y quiero que me folles tan fuerte y duro que te olvides de cualquier otra persona que no sea yo.

Dicho, eso, se dejó caer sobre sus rodillas frente a Minho. Rápidamente, dirigió sus manos al pantalón del rubio y luego de desabrochar el cinturón, lo bajó hasta dejarlo en sus tobillos.

Minho lo miraba sin decir nada, pensando en lo precioasmente sexy que se veía con las redondas mejillas coloreadas de rojo y sus labios siendo humedecidos de forma constante por su lengua.

Llevó una mano al rostro tibio de JIsung, acariciando suavemente su oreja y su mejilla, para luego acariciar sus labios. Sin previo aviso, metió su dedo índice en la boca de Jisung, ganándose una mirada molesta a la vez que su dedo era lentamente chupado.

Minho sonrió satisfecho y llevó su mano a los cabellos azulados de Han, dándole el pase libre para hacer lo que quisiera con su miembro. 

Las manitos de Jisung tomaron el pene del mayor, comiéndoselo con los ojos. Escupió sobre la punta y lo metió en su boca descaradamente. Sus manos cubrían la pequeña parte que su boca, al menos por ahora, no llegaba a tomar.

Sus mejillas se ahuecaban y sus labios se apretaban al rededor de la extensión del rubio. Minho pensó que lo recibía tan bien, tan caliente y húmedo. 

Lee agarró con fuerza los cabellitos azulados de Jisung, y cuando recibió una mirada aprobatoria por parte del menor, comenzó a embestir su boca sin cuidado, tocando la campanilla del contrario varias veces. Los ojitos de Han se cristalizaron y de la comisura de sus labios caía una pequeña gota de saliva. 

Los ojos de Minho se cerraron y Jisung sintió como el cuerpo del mayor se contraía.

—¿En tu boca, bebé?

Jisung asintió y se esforzó en hacer esos últimos segundos de mamada unos de los mejores para Lee. El rubio se corrió en su boca y Han recibió gustoso cada gota de semen, sintiéndose completamente a gusto con él mismo al haber hecho a Minho venirse en menos de cinco minutos.

Levantó el pantalón del mayor y volvió a asegurarlo en su cadera. Minho tomó suavemente su rostro y lo besó despacio, sintiendo las manitos de Jisung agarrarse tímidamente a sus omóplatos.

Jisung estaba volviéndolo loco.

yo ahora: ._. dea igual si