BABY DON'T LIKE IT ━ MINSUNG

¡ diecisiete !

Parte 4

ruin me. be meaner to me, i feel it, baby.

Minho se levantó del piso cuando sintió que ya no tenía muchas más lágrimas que soltar, cuando su cabeza comenzó a doler y sus ojos a arder. Odiaba llorar, de verdad lo hacía. El sonido de la notificación de un mensaje en su celular lo sacó de su burbuja de llanto, pero no sintió más que asco cuando leyó el nombre de Yuna en él. No quería hablar con ella.

Su novia le preguntaba por qué no había vuelto, que dónde estaba, puesto que eran ya casi las nueve de la mañana y estaba preocupada por él. Minho sólo leyó el mensaje y volvió a guardar su celular en el bolsillo de su pantalón. 

En ese mismo momento, podría estar desayunando junto a Jisung, llenándolo de besos y caricias dulces. Pero a diferencia de eso, estaba frente a la puerta de la habitación del menor, sin saber muy bien que hacer.

—¿Minho? —una conocida voz llamó su atención, y cuando se dio vuelta, se encontró con la mirada curiosa de Changbin— Pensé que ya te habías ido.

—¿Cómo sabías que estaba acá?

Mostró su celular:

—Sungie me avisó. Pelearon feo, según él.

—No peleamos, sólo fue un... Un intercambio de opiniones.

—Es obvio que estuviste llorando —dijo acercándose a la puerta y apoyándose contra ella para seguir hablando—. Sungie también lloró. Mucho. Sus audios pidiéndome que vuelva cuanto antes me rompieron el corazón.

El mentón de Minho tembló.

—Él no cree que es suficiente para mí.

—¿Y lo es?

—Sí, obvio que sí.

—¿Y entonces por qué seguís con Yuna, y no con él?

—No es tan fácil. Hay muchas cosas que- 

Las palabras de Minho se vieron interrumpidas por la voz grave de Changbin.

—Ya sé lo de tu hermano, el dinero, el padre de Yuna, Ya lo sé todo —dijo apresuradamente, bajando la voz para asegurarse de que Jisung no podría escucharlo desde la habitación—. Como también sé que Jisung consiguió un trabajo de medio tiempo en un bar para ayudarte cuando te decidas a arriesgarlo todo por él, Minho. 

El nombrado se quedó sin habla. 

—¿Puedo entrar a disculparme con él? —pidió en un hilo de voz, esperando con todo su corazón que Chagbin dijese que sí.

—Los dos tienen que pedirse perdón por sus mierdas de nenes caprichosos y llenos de miedo. Pero ahora enfóquense en aclarar lo que sienten y hablarlo cuando no tengan todas las emociones a flor de pecho. 

Minho asintió, y luego de agradecerle a Changbin, se dirigió al único lugar donde se sentía en casa.

El hogar de su hermano. 

...

Golpeó la puerta de madera con insistencia, necesitando encontrarse con su hermano lo más rápido posible. Sin embargo, cuando se encontró con el rostro preocupado del mismo, se sintió culpable.

—¿Minnie? 

Minho no respondió, sólo se tiró contra los bracitos de su hermano, buscando consuelo y amor.

Felix era su hermano menor por tres años. Tenía pequitas por todo su rostro —cosa que Minho le envidiaba sanamente— y el cabello castaño peinado de forma muy delicada sobre los costados de su carita. Felix era precioso, desde que era un pequeñito bebé envuelto en mantas, Minho lo consideró el ser más precioso, apachuchable y dulce del mundo entero.