Y heme aquí, un miércoles en lugar de martes. Lo siento por eso, pero las ocupaciones de adultos muchas veces nos retrasan todo >.<
Antes de comenzar, quiero hacerlo con una dedicatoria especial a una de mis mejores amigas en la distancia: Lía (como yo la llamo).
Espero que la pases bien y me hace feliz estar un año más aquí felicitándote en una fecha tan especial. Últimamente todas hemos estado con la cabeza en otro lado, pero te aseguro que, aunque no seamos de las amigas que se escriben a diario, en mi corazón tienes un lugar especial al igual que las otras 4 locas que conforman nuestro grupo. Te deseo lo mejor de lo mejor, abundantes bendiciones, salud, amor y bienestar para ti y tus seres amados.
Feliz vuelta al sol, amiga y deseo de corazón compartir en la distancia contigo, el siguiente año.
Disfruten el capítulo y trataré de darles otro pronto, si no, pues nos leemos el martes :-)
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[Capítulo 8]
{Rahsia}
Me fui a casa con una migraña del demonio, el desvelo y la falta de alimentos tenían mucho que ver y también mi nuevo fracaso. Cuando me sacaron del caso de Lucas me sentí muy mal, aunque justo en estos momentos me quería morir; le dejé un mensaje de voz a papá ya que me estuvo llamando con insistencia, le aseguré que estaba bien y avisé que me acostaría a dormir puesto que tuve un día demasiado pesado, lo mismo hice con mamá y con Angie, esta última quería que nos reuniéramos y habláramos, pero hablar era lo que menos me apetecía.
Ni siquiera me desvestí cuando estuve en casa, solo cerré las cortinas oscuras y me tiré en la cama. El corazón se me había subido a la cabeza y las palpitaciones las sentía en las sienes, mis ojos estaban calientes y rogué para dormirme de inmediato. A duras penas pude beber dos píldoras para la migraña y agradecía al médico que me las recetó ya que me noqueaban en minutos.
—Joder, Daemon. No se valía que me sacaras así —murmuré tras dar un largo suspiro.
No quería hacer un drama, pero cuando me metía tanto en un caso, me frustraba que de la nada me hicieran a un lado y sí, aceptaba que hasta yo creí en su momento que ya no era correcto seguir tratándolo porque cometí el error de enamorarme de él. No obstante, me juré a mí misma que no permitiría que eso influyera en su proceso y estaba dispuesta a cumplirlo ya que más allá de lo que sentía por ese hombre, verlo bien era lo que más me importaba.
¿Una partida?
Leí con un solo ojo en la barra de notificaciones de mi móvil. Era de mi juego favorito, con mi contrincante favorito y ni eso me animó. Más bien, mi cabeza palpitó con fuerza por la luz del aparato y esto que ya le había bajado todo el brillo.
—Hoy no, Demon —susurré y bloqueé el móvil ignorándolo.
Cerré los ojos y puse mis antebrazos cruzados sobre mi frente, la presión que ejercía me calmaba un poco el dolor. Con esfuerzo logré no pensar en nada y sin sentirlo, conseguí dormirme.
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Resiliencia (Orgullo Blanco #4)
Fiction générale-Sabes por qué no me enamoro de ti -pregunté y negó sin dejar de verme- porque me despiertas la ternura y los demonios al mismo tiempo -Sus ojos se abrieron demás al escucharme y comencé a acariciarle el rostro-. Con lo primero puedo hacerte la muje...