EPÍLOGO

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Ya no había nada más que empacar las mayoría de mis cosas, ya estaban en New York a la espera de mi llegada. Mi hermano e Ino se habían adelantado para ordenar todo. 

Los departamentos de los chicos estaban a unas cuadras de la Universidad, gracias a los contactos del padrastro de Kiba. 

Esta sería mi última noche en casa a la espera de mi próximo regreso.

Me encontraba paseando por la casa como alma en pena, estaba nostálgica aún no me había ido y ya estaba extrañando todo el lugar.

Mis padres habían estado muy empalagosos esta última semana al igual que María-san y Ryu, hasta podría jurar que las gemelas de unos cuantos meses me fulminaban con la mirada de los celosas que estaban.

Sin percatarme de mis pasos, me llevaron a su habitación. El gran piano de alguna manera se veía triste, le sonreí desde el marco de la puerta y me dirigí a él para tocar una última pieza.

Mis dedos se deslizaban con delicadeza y elegancia en cada teclado. 

Y los aplausos no faltaron al terminar. Por reflejo volteé a ver hacia el marco de la puerta y no me sorprendió en absoluto.

—Hola. —Le sonreí. 

—Lo has hecho muy bien, Sakura. —Me alagó mi hermano.

—¿Enserio? Mi hermano lo hace mucho mejor aún me falta mucho para ser mejor que tú.

Ayato me sonrió y después me revolvió el cabello.

—¡Oye! —Me quejé e hice puchero.

—Lo hiciste muy bien, Sakura. —Se arrodilló para estar a mi altura. —Para tener 5 años tocas como una profesional. Mi pequeña hermana es genial. —Me dijo con una enorme sonrisa orgullosa haciendo que mi pequeña yo, se ruborizada.

—Que recuerdos. —Dije al mismo tiempo que cerraba el teclado del piano y volví a mi presente. 

Me levanté y cerré la habitación, seguí deambulando por las habitaciones. 

Fui al cuarto de juegos recordando cada una de nuestras noches de juegos con los chicos, fui al cuarto de estudio y acomode algunos libros. 

Mi celular empezó a vibrar, deslice mi dedo para contestar.

—¿Bueno?

—Baja.

—¿Naruto?

—Estamos en la piscina, baja.

Sin pensarlo dos veces fui al balcón de una de las habitaciones de visita. Su balcón daba a la piscina y ahí estaban, haciendo una parrillada.

Naruto se percato de mí y me saludo.

—Baja. —Me repitió, aún estaba la llamada en curso.

Sonreí.

—Voy.

Colgué y baje las escaleras, me dirigí a la piscina. 

Estaban todos, mis padres, Kushina-san, María-san, Ryu, las gemelas, Akane, Kenji (el medio hermano de kiba), la hermanita de Hinata, sus padres, los padres de Kiba y mis amigos.

—Creí que...

—¿Nos la pasaríamos con nuestras familias? —Me interrumpió Kiba.

Asentí.

—Todos nosotros somos  familia. —Dijo Kiba con una sonrisa.

Sentí como las lágrimas se me acumulaban y luchaban por salir.

La Princesa y el Nerd 💖 [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora