Capítulo 21: Acción y reacción

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TOBIO

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TOBIO

Me despierto al oír el tono de llamada de mi móvil y miro la pantalla extrañado. Es Aer.

- ¿Sí? - Contesto con la voz ronca.

- Perdona que te moleste. - Lo oigo sollozar, poniéndome alerta. - ¿Puedes venir a mi cuarto? No puedo salir así... - Llora intentando contenerse mientras yo me incorporo sobre mi cama.

- Claro, voy enseguida. - Me levanto y, sin colgar la llamada, salgo de mi cuarto cerrando la puerta tras de mí. - Respira. ¿Sí?

Frente a mí pasa Olivia, esquivándome rápidamente. Eso me resulta extraño, pero el hecho de que entre rápidamente a la habitación de Odette y cierre silenciosamente me hace sospechar. Me acerco a la puerta de la habitación de Aer y doy un par de toques antes de abrir despacio la puerta.

Mis ojos se abren al ver cómo él rebusca desesperadamente en su neceser y saca una de sus cuchillas para afeitarse. Con rapidez busca unas tijeras y trata de quitar las láminas plateadas.

- Aer. - Sus movimientos se detienen y lanza ambos objetos contra la pared. - Tío... - Me acerco rápidamente, sentándome a su lado y abrazándolo con fuerza. Él se deshace en mis brazos y llora desconsoladamente. - Hey, tranquilo. Estoy contigo. ¿Sí? - Acaricio su espalda tratando de calmarlo.

- Le he dicho a Olivia lo de las normas de la Academia. - Hipa en mi pecho. - Pero no he podido explicarle por qué no puede hablarme. - Solloza. - Me ha dicho que me odia.

- Tranquilo, seguro que lo ha dicho por impulso... Relájate Aer. - Lo aprieto contra mí.

- No importa, porque a este paso me terminará odiando de verdad. - Me abraza con fuerza. - Me he sentido muy bien con ella, no quiero perderla. - Murmura. - Ni como amiga, ni como persona, ni como nada.

- Y seguro que no la pierdes, encontraremos la forma. ¿Vale? - Intento mostrarme fuerte, aunque la situación también me afecte. Ahora que Odette y yo empezábamos a tener confianza y empezábamos a conocernos mejor...

- ¿Cómo? Ellas no lo entenderán. - Susurra llorando en silencio. - Se reirán y nos llamarán débiles.

- No pueden entender nada si no les explicamos nada... Y no creo que se rían, seguro que ellas también tienen muchos problemas. - Intento consolarle, y consolarme a mí mismo.

- No. - Aer se separa. - Descubriríamos a dos figuras muy importantes en Luxemburgo y eso nos traería muchas repercusiones.

- Tienes razón... - Suspiro y le miro. - Aer, me seguirás teniendo a tu lado. ¿Vale? Para lo que sea.

- Tú también me tienes a mí, para lo que sea. - Me dice y suspira comenzando a llorar de nuevo. - P-perdona pero n-no estoy bien... - Solloza de nuevo.

- Ven. - Le abrazo de nuevo intentando consolarle. - Lograremos salir de todo esto.... ¿Me oyes? Y nuestros padres no nos molestarán más, y podrás estar con Olivia, porque yo sé que ella te quiere, estoy seguro. Ya verás. ¿Vale? - Vuelvo a achucharle.

21 Cosas que hacer en Toronto, CanadáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora