Era 9
— Eres una mujer casada y deberías comportarte como tal —la reprendió su madre con frialdad, su mirada implacable se posaba sobre Alyssa.
El odio que Alyssa sentía hacia su madre era casi palpable. Deseaba matarla, arrancarle cada gota de sangre y absorber todo rastro de poder que ella pudiera tener. Su corazón latía con una furia contenida, un fuego que parecía consumirla desde dentro.
—Sal de mi recámara —ordenó Alyssa con firmeza, su voz cargada de desdén.
Su madre, sin embargo, no se amedrentó. —Tu padre está muriendo, está en sus últimos años y aún no has dado un heredero —le dijo con un tono que mezclaba reproche y desesperación.
—¡Yo soy la heredera! — exclamó Alyssa, levantándose de su asiento con una furia que apenas contenía.
—Tú no eres más que una mujer —sentenció su madre antes de dar media vuelta y salir de la habitación, dejando a Alyssa en un torbellino de emociones.
Regnum no quería verla, y ella estaba lejos de soportar su presencia. Se había recluido en la hostil torre que le habían asignado, limitando sus salidas solo a lo estrictamente necesario. Su rechazo a la intimidad con su esposo era total; ni siquiera había consumado la unión desde el matrimonio.
— Vamos a dar un paseo por el pueblo - propuso su amiga, que estaba presente en la recámara. Su voz tenía un tono que trataba de ser alentador, pero para Alyssa sonaba como un reproche más.
Alyssa la miró con desdén. La idea de mezclarse con la gente común le resultaba repulsiva. — ¿Mezclarme con esa gente? No, gracias — dijo con desdén.
—Entonces al menos intenta acercarte a tu esposo. No lograrás ser reina si no unes tu sangre con la suya - insistió su amiga, tratando de ser práctica.
— ¡Entonces ve y dile a mi esposo que me reciba de buen agrado! —le gritó Alyssa, su paciencia se estaba agotando.
Su frustración estaba al límite, y las constantes reprimendas de su madre solo empeoraban la situación.
—Aún tienes un poco de sangre de vampiro, Alyssa. Úsala a tu favor —sugirió su amiga, su voz baja y conspirativa.
Alyssa observó la botella de sangre de vampiro en la mesa. La sangre, que aún mantenía su frescura, le ofrecía una solución a su desesperación. Su mirada se volvió decidida. ¡Lo haría! ¡Ella sería la reina!
*Continuará: Capítulo 20*
ESTÁS LEYENDO
Oscuros: El Árbol Del Centro
WerewolfNo es necesario leer las demás para comenzar esta. Reinos Fragmentados #2 En los desolados territorios cruzados, Alyssa, una oscura fugitiva, ha encontrado un breve respiro bajo la protección de una cruzada que une humanos y oscuros. Sin embargo, s...