Esperaba la llamada que interrumpió mi pleito con Christopher pero no estaba preparada para ella.Era mi mamá.
Tambaleé al escuchar su voz.
—Hija...
—Hola madre. —Respondí secamente. Estaba arrepentida por haberla juzgado tanto tiempo pero seguía enojada con ella por haberme ocultado demasiadas cosas.
<<No seas rencorosa, lo ha hecho por ti>>
—Sé que aun sigues enojada conmigo, tenemos muchas cosas que hablar. —Su voz temblorosa me llenó de culpa. Mi madre era una mujer muy difícil, duré años tratando de entenderla del todo y no lo conseguí.
El mundo de las hetairas nos cerraba demasiado, nos deshumanizaba volviéndonos insensibles con quienes de verdad no debíamos serlo.
— ¡Vaya! Al fin estamos de acuerdo en algo, para variar —Ya estaba bueno de huir de eso, tenía que enfrentarlo sin rodeos.
—Estás siendo demasiado dura conmigo. Entiéndeme por favor. —Comenzó a llorar. En los años que viví con mi madre, jamás de los jamases la había visto ni oído llorar.
<<Dios ¿Qué he hecho?>>
—Mamá, por favor. —Me pellizqué el puente de la nariz con una mano, con la otra apretaba el teléfono con fuerza.
Si me ablandaba, se agarraría de ahí para manipularme. No podía acobardarme con ella porque sabía para lo que daba con tal de que hicieran lo que ella quería ¡Era una hetaira! Ya no trabaja pero tenía las mañas de una, yo también había usado las lágrimas como un instrumento siempre.
Ella me lo había enseñado todo, conmigo no funcionaban sus trucos.
— ¡Estoy tratando de reparar las cosas! Pero tú eres igual a tu padre, una insensible. —Gritaba entre lloriqueos.
Una frívola risotada salió de mi garganta.
—No me hables a mí de insensibilidad, madre. Tal vez lo heredé de ti o ¿ acaso olvidas todo lo que hiciste?
—Lo hice por ti. —Christopher y ella tenían la misma excusa con todos los atolladeros que hacían. Uno me encarceló y el otro me liberó de la misma cárcel cuando no estaba segura de si quería salir.
—Pudiste haber buscado otra forma para no castigarme como lo hiciste. —Seguía gimoteando. Se me estaba agotando la paciencia. Cristopher se alarmó cuando me vio gritar y se acercó.
Tendí la mano para que no interviniera y le di la espalda.
— ¡No quería arriesgarte! ¿Sabes lo duro que fue?
—No lo sé, porque nunca pudiste decírmelo. El riesgo continúa y no puedo salir a la calle si no es protegida hasta los dientes ¿Qué culpa tenía yo de la obsesión de un millonario chiflado? —Neera tampoco era culpable, aunque lo pensé por un largo tiempo, era una víctima más de Hall—. Mamá no quiero hablar de eso ahora —hice una pausa— mira ¿Te gustaría ir a desayunar conmigo mañana? —Me sentía incomoda así que tuve que zafarme de esa conversación por teléfono como pudiera.
<<Hacer concesiones. Ceder. No lo olvides>>
— ¿En serio? — Respondió asombrada. Debo admitir que actué mal y su reacción me lo demostró sin tapujos ¿Qué le pasaba a Neera? El arrepentimiento le había aflojado el corazón o quería manipularme a su antojo como era usual en ella.
Le daría el beneficio de la duda.
—Si mamá, te enviaré los detalles en un texto, hasta luego. —Respondió con un vago "te quiero", no lo pude asimilar así que sin responderle, le colgué.
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La Desnudez de Hunter (Hunter's Trilogy 2).
Chick-LitChristopher Hunter y Fryne Megalos sentían una atracción abrazadora que los dominaba en muchos sentidos, haciéndolos tambalear, pero también los llevaba a cometer muchos errores. Ella era una mujer hermosa, de un temperamento fuerte y una voluntad s...