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Me puse las manos en la frente en un intento inútil de detener el martilleo que me desesperaba. Sentada en la sala de espera del quirófano pensaba una y otra vez en ese momento, en lo rápido que sucedió y en lo fácil que es perder a los que amas sin remedio alguno.

<< ¡Es tu culpa!>> 

<<No se te está permitido amar>>

¿Cómo pude ser tan irresponsable?

Arriesgué su vida tan solo porque lo amaba. Nunca me perdonaría algo así.

Se supone que el amor era algo que liberaba a la hetairas pero, a mí en particular, me encerraba y ese era el motivo. Ya había perdido el amor una vez ¿Por qué me esperancé en creer que esta vez sería diferente?

El frio de la sala me ponía los pelos de punta; en una televisión se veía una foto de Christopher, con su traje negro de tres piezas y una nota que decía:

"Christopher Hunter, herido de bala".

Quería romper a llorar, si lo hacía, demostraría que no era fuerte y debía serlo por él.

Vislumbré a tres personas que caminaban enérgicamente hacia donde estaba sentada, eran dos mujeres y Christian, el hermano menor de Christopher.

— ¡Fryne! —Exclamó Christian al llegar frente a mí.

De inmediato me levanté y lo abracé con fuerza, durante unos minutos. Aunque no quería demostrar debilidad, lloré.

—Tranquila. Él estará bien. —Me tranquilizaba acariciando mi espalda suavemente.  —Es muy fuerte, pasará de esto.

—Lo sé. —Me separé de él con los ojos llorosos.

Me quedé mirando a las dos mujeres que lo acompañaban y pensé en mi madre inmediatamente. El parecido que tenían me recordó mucho a las similitudes que compartía con Neera y la extrañé en ese momento.

—Te presento. —Agregó. —Fryne, ella es Romina Vólkov, mi madrastra. —Le estreché la mano derecha.

—Fryne Megalos. —Dije notando la inmediata expresión al escuchar mi apellido. Era obvio, mi madre tuvo un romance de años con su esposo y claro que ella conocía su apellido. Neera no era una mujer a la que se olvidaba fácilmente.

Romina era del tamaño promedio, obviamente más alta que yo, claro está. Tenía el cabello castaño oscuro, casi negro y su piel era muy blanca. Su complexión delgada hacia que el vestido negro de tubo que llevaba puesto, cubierto por una gabardina caqui, le quedara fenomenal.

En su rostro no había ni un solo rastro de simpatía hacia mí, más bien de desprecio. Podía notar la tristeza en su mirada y los ojos irritados, probablemente de llorar.

—Ella es mi hermana menor Christine Hunter.  —Le estreché la mano y me presenté. Su expresión no era muy diferente a la de su madre.

No era momento de buscar enemigos. Todos estábamos ahí por Christopher, nada más.

—Ella es la novia de Christopher. —Completó Christian señalándome.

—No oficial, supongo. Nunca me la presentó. —Dijo Romina entornando los ojos.

<< Menuda Harpía>>

—Pues parece que no lees revistas, mamá. —Expresó Christine. —Además, conoces a Christopher. Es raro que nos hable de cualquier cosa y menos de sus aventuras amorosas. — ¡Vaya! La bruja y la brujita al ataque.

Me mantuve en silencio para conservar la paz.

No estaba de ánimos para nada más que preocuparme por Christopher.

La Desnudez de Hunter (Hunter's Trilogy 2).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora