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Lloyd

Decidí ir por mi padre, puede sonar una locura, viendo cómo en el último ataque terminé encadenado en mi cuarto, pero quería hacerlo. Sería mi oportunidad de darle una ventaja a mis amigos para sacarlos de este problema, si ya la vigilancia era constante esta vez era excesivo. Ya se había vuelto más serio de lo que andaba y apenas lograba ver una manera de aclarar las cosas.

Antes de saciar mi curiosidad debía hacerme responsable de decirle a mi madre sobre mi otro yo, bueno, la parte la cual la ciudad de Ninjago me mira de otra manera, alguien quien intenta ayudar a la ciudad peleando contra los "malos". Siendo un chico marginado, por ser el hijo de la persona cual intenta conquistar el lugar. Mi madre va a saber la verdad porque lo debe saber.

—Mamá, no quería que te enteraras de esa forma sobre el secreto —La verdad andaba apenado por eso—. —Quise decírtelo yo mismo, por eso vine aquí.

A ver, dejé a mi padre plantando mientras hablan de una forma muy violenta en casa de mi tío, aunque se supone me dejó en vigilancia por descubrirme. Por irme a dar esta revelación junto con mis amigos a sus padres, así como un equipo al apoyar su decisión mientras ellos seguramente andaban aterrados en su intento de no ser descubiertos por el enemigo. Todo normal, no lo es porque no creo volver a decir eso en la vida.

—Lloyd, ¿estás bien? —Mi madre se vio preocupada.

Estaba valiendo tres hectáreas en realidad, porque mi cuerpo aun andaba agotado por de un lado a otro y luego de una pelea la cual literalmente casi ya veía la luz, seguía de pie. Me ganó la emoción porque me dolió, en todos los sentidos. Ni siquiera debería estar en mi casa, mi padre podía volver en cualquier momento a darme una regañada, pero si vuelvo con mi tío podría seguir ahí. Mínimo aquí tengo a mi madre la cual me abrazó sin cuestionarme más.

Empecé a contarle en la sala sobre el secreto, ahí se trató de ir con calma. Literalmente ya sabía un poco por los padres, los cuales se pusieron a pasar el chisme más rápido que las vecinas, pero me encargué de detallarle el vídeo. Por eso también me ocupé de lo mío al deber contar más mi historia de cómo llegué a convertirme en el líder de la fuerza secreta ninja.

—¿Por eso durabas tanto tiempo fuera?

—Sí, cuando descubrí mi poder mi tío me dio la oportunidad de entrenar más para ser un ninja —Andaba nostálgico por decirle, mi emoción era notable—. —El equipo fue poco a poco integrándose mientras nos volvíamos amigos, así llegamos a conocernos.

Literalmente yo me encargué de reunirlos, siendo los únicos chicos los cuales me dieron una oportunidad gracias a la curiosidad me acompañaron. Me sorprende cómo llegamos tan lejos para durar unos 3 o 4 años juntos, siendo nuestra aparición al mundo la cual le dio más esperanzas a la ciudad. Saber cuánto tiempo pasó desde aquello enserio logra emocionarme.

—¿Conocen al samurái X? —Mi madre me preguntó tranquila.

—Sí, pero Zane es quien tiene más contacto con ella, prefiere quedarse en su casa haciendo nuevas mejoras o inventos —Literalmente había tanto lo cual podía contarle, aunque tampoco le daba mucho detalle—. —Casi ya no la veo.

La conversación se me fue un poco más a andar contando sobre otras situaciones pasadas, obviamente no conté ni el peligro o el riesgo porque si no capaz le daba un infarto a mi propia madre, sabiendo unas peleas en las que he estado se nota. Andando entre bandas buscando información sobre sus ataques, con eso digo todo, porque el peligro de ser descubierto es bastante alto y aun así no encuentro mucho.

—Noté que te llevabas un poco con el hermano de Nya, bueno con su grupito —Me mostró una sonrisa—. —Te veía reír con ellos en el campamento.

Outside || Side #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora