[18]

65 10 1
                                    

Kai

No pregunten cómo, ni porqué, quizás sea necesario, ya ni Dora está tan ciega como mis compañeros en el amor. Ahí podía ver las propuestas fallidas al querer a alguien quien nunca les corresponderá porque ni los conocen. Van muy rápido, si les funciona ahí me cuentan.

Por otra parte, terminé siendo invitado a una fiesta de las consideradas una leyenda por los demás de mi curso. Esto por a ver iniciado el ciclo y los de cursos superiores decidieron hacerlo. Si querías ir siendo de otro semestre necesitabas conocer a alguien de grado mayor. ¿Adivinen quien me invitó?

Morro me obligará a ir porque logró conseguir a alguien que nos cubra en el trabajo con ciertos favores, mi novia también quiso que vaya para divertirnos y aprovechar a tener libertad, aunque le toque ser la conductora responsable. Al final acepté porque no era mala idea. Solo dejé en claro cómo si me perdía ya no era mi culpa y él me aseguro no terminar tomado, su mentira fue muy clara.

—¿Vas a ir a la fiesta? —Mi amigo me preguntó con ilusión—. —Invítame Kai, cumplirías un sueño mío.

Mi memoria puede andar en mejoría considerable con el cuidado de mi amigo y novia, porque ambos se ocupan de aventarme las pastillas cada mañana. El problema es cuando recuerdo algo o alguien de una forma la cual no debería, siendo este el caso de mi nuevo amigo, porque no me acuerdo de su nombre simplemente se me quedó cómo el desconocido amigable.

Al menos no se enoja por ello o si no seguro ya se hubiera alejado, cómo los extraños quienes me miran feo. Yo ilumino el día de cualquiera si se la pasa a mi lado, ellos se lo pierden. Sky lo asegura y si alguien se le acerca de más, ya me encargo yo, de mandarlos más cerca de las estrellas.

—Si te invito deberé de cuidarte —Lo molesté un poco en broma, aunque me insistía—. —Quizás te emociones de más, yo voy de milagro.

—Prometo no meterme entre tus otros amigos —Mi amigo parecía un perrito emocionado—. —Pero déjame ir, te pasaré las tareas si es necesario —Sus ansias fueron notables.

—Está bien, pero deja de mirarme de esa forma —Me terminó convenciendo, casi saltó de la emoción—. —Saliendo de la escuela te llevaré a mi casa mañana, después iremos a la fiesta.

—¿Podría quedarme en tu casa después?, quizás ya estoy pidiendo mucho, pero es para evitar problemas con mi familia —¿Aclaré cómo parecía un perrito?, mi amigo no se me despega por su insistencia.

Aquí no me tienen paciencia por ser otro alumno "normal", con un secreto el cual no me interesa contar por ser un peligro. Sería lo de menos mencionar a la pandilla, porque yo sigo ahí con el alias de Hunter. Si alguno de los maestros o cercanos nos atrapan pueden ocurrir distintas cosas, aunque esta difícil por nuestras precauciones. Si preguntan, solo trabajamos en la plaza por las tardes.

—Te vas a dormir en el sótano, yo solo digo —Fui sincero, al menos eso se puede quedar claro.

Si parece extraño o da miedo, yo avisé que iba a ser por ahí. A ver, somos tres amigos los cuales vinieron a vivir a esta ciudad por petición del trabajo, siendo el líder, mi suegro. Muy normal no es mi historia, aparte de poder ser considerado una locura.

—¿Y porque no en la sala? —Se le notó curioso.

—Porque Morro se duerme más seguido ahí que en su cuarto —Le afirmé al ser verdad, por algo lo recuerdo—. —Yo mejor ni pregunto, mientras se levante ya es mucho.

Se trata de la persona que se la pasa mandándome los apuntes y algunos ejemplos de las tareas, le regresaré el favor de su amistad llevándolo a ese lugar ya que puedo hacerlo. Termino teniendo llamadas con él en la noche, porque le pido ayuda con mis deberes ahí al no recordar nada por deber ir a ponerme a investigar. Terminar tarde mi trabajo es culpable de ello.

Outside || Side #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora