Hyoudou Issei El Caballero Dragon Universal

Santa Guerra Parte Final (1)

Isla Dragon

La desesperación es una cosa muy poderosa y los viejos dragones entre ellos Obsedían el Dragon Sabio, veía eso en los ojos de todos los dragones que regresaban heridos o cansados de la guerra que se estaba librando en el Inframundo. Su señor acompañado de sus hembras quienes habían llegado a un nivel increíble de poder se había ido en partes divididas; su Señor fue por el fragmento restante del poder del Dios Bíblico que poseía el hermano de Kai Sama, el creador de los dragones originales. Obsedían era un dragón que había vivido ya casi mas de un milenio y medio, haba visto muchas cosas en su vida, pero la que mas resaltaba era la desesperación que aparece en las crisis como las guerras. Sus ojos cansados dada su edad, así como su cuerpo cansado por las cicatrices de las guerras pasadas mientras que las energías se le escapaban veía como tres de las hembras de su lord estaban aca intentando ayudar.

Quetzal, Mio e Ingvild acompañadas por Lavinia Reni estaban ayudando como pudieran a atender las heridas de los dragones mas graves acompañado de los dragones sabio salvo Obsedían para tratar de ayudar a salvarlos. Sin embargo, cuando llegaron Saji todo herido en manos de Serafall, así como también le llegaban las noticias de la llegada de gente tales como Crom, Bova Tannin, Kuroka y Yasaka pues la cara de todas las chicas cambio, pero al ver la grave situación de tanto Tiamat como Bova su atención cambio hacia ellos.

Lavinia Reni angustiada por ver la situación de todos ellos y ver lo grave que estaban muchos solo miraba con miedo en su corazón lo que podría pasarle a su esposo. Apretaba sus puños con frustración y desviaba su vista hacia la terraza donde una pequeña Arashi veía todo del balcón, así como jugaba con algunos dragones infantiles que estaban por allí. La ex maga no sabía que pensar, pero mantenía en alto su esperanza que todo saldría bien. Obsedían notando la preocupación de la chica tomo una forma humana de un anciano en un estado físico muy bueno para dar su mano en el hombro de la chica, le dijo que fuera con su hija que el se encargaría del resto por ahora...

Inframundo

Unos gritos desgarradores se escuchaban por grandes cantidades en muchas partes del Inframundo en la región de los demonios. Lo que quedaba de Lilith era parte de la resistencia, pero ahora con dos Maou menos; uno por muerte y la otra al unirse a otra facción pues sus esperanzas eran menores hasta que llegaron los dragones que una vez mucho de ellos trataron mal para esclavizarlos sin embargo ahora ellos estaban aca ayudándolos como si nada. La razón de que sus cuerpos siguieran respirando aire, aunque contaminado por todo el humo y el olor putrefacto era dado que esos seres habían equilibrado la balanza pues de no ser así ya estarían todos muertos o como zombis de los malignos.

La desesperación de la gente en Lilith, así como también en los soldados aun sobrevivientes que luchaban por su vida estaba empeorando. Una guerra por la sobrevivencia del mundo puede que sonara cliché en mente de algunos; algo de ciencia ficción, una película exagerada a lo de SyFY o un libro de algún autor extremista, así como tal vez de una teoría de conspiración, pero sin embargo aca estaban todos ellos luchando con un enemigo superior y sus compañeros traidores, así como muertos vivientes.

En Algún lugar cerca del antiguo castillo de Lucifer actualmente se encontraban peleando dos personas que años atrás eran tanto las mejores amigas como confidentes de absoluta confianza. Los últimos años habían sido duros mientras que un avanzo con su vida pues la otra siguió fiel a su destino con lo que fue recompensada con el amor de su vida. No obstante, la otra quien avanzo, aunque vivía una vida feliz pues en algún momento se arrepintió, pero sus acciones la habían elegido. En vez de enmendarse de alguna forma real solo decidido otro camino que la llevo fácilmente a caer en la oscuridad y con Guerra a su lado ahora; Xenovia Quarta, la vieja amiga de Irina Shidou ahora había desaparecido por completo. Lo que una vez fue más nunca lo volverá a ser; unas sabias palabras para este caso en cual la peliazul luchaba de manera firme en contra de su ex mejor amiga que se defendía como podía. El movimiento rápido de un barrido hacia las piernas de la castaña la desestabilizo y con una fuerte patada la mando nuevamente contra el castillo del Antiguo Lucifer.