Capítulo 26

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―Bueno, ¿Qué es lo que ocurre?― preguntó Heather mientras cerraba la puerta.― No es propio de ti pedir una cita de improvisto.

―Fue un infierno de fin de semana, Doc.― dijo mientras se dejaba caer sobre el puff. ―Vi a Jade.

―¿Tu hermana? ¿Cómo es eso?

Toni brevemente le dio los detalles llevando cuidado de omitir su relación con Cheryl. Le habló de sus recién encontrados sobrino y sobrina, de cómo todavía reconocía a la Jade que ella conocía en la cara ahora adulta de su hermana, y una docena de otros detalles que se arremolinaban en su cabeza. Cuando terminó, levantó la vista para ver a Heather muy ocupada tomando notas.

―¿Intentando retener los nombres, Doc?

―Oh, sé quién es quién.― contestó Heather.― Hay un par de cosas sobre las que me gustaría volver.

―¿Cómo qué?― Toni la miró y cruzó sus brazos desafiantemente sabiendo muy bien hacia dónde su terapeuta querría ir.

―¿Cómo te sentiste al ver a tu madre otra vez?

―¿Cómo crees que me sentí?― dijo Toni, los músculos de su mandíbula tensos.― No podía creer estar de pie en el supermercado y que ella apareciera como si fuera una pesadilla o algo así, actuando como si estuviera triste y como si me hubiera estado echando de menos y esas cosas.

―¿No crees que te echara de menos?

Levantando sus hombros, Toni miró a la nada.

―Lo dudo. ¿Por qué debería? No me prestó atención cuando estaba allí.― Empezó a balancear su pie adelante y atrás.― Deberías haber visto la forma en la que actuaba, toda agradable, haciéndole la cena a los niños y todo.

―¿Te molesta que tu madre esté haciendo cosas por sus nietos que no hizo en su día por sus propias hijas?― preguntó Heather.

―Todo es una actuación.― dijo Toni enfadada, el ritmo de su pie aumentó.― Como cuando me miró antes de retirarse a su habitación.

―¿Cómo te miró?

―Como si estuviera toda dolida porque yo no le hablara.― dijo.― Vale que Jade la perdone, pero yo no.― Sintiendo demasiada energía como para quedarse quieta, Toni se levantó y caminó hacia la ventana.― No sé cómo puede hacerlo. Yo no puedo soportar estar en la misma habitación que esa mujer y mucho menos vivir con ella.― Sus dedos agarraron el marco de madera de la ventana.― Después de todas las cosas que mi madre nos hizo, que permitió que nos hicieran. ¿Cómo diablos puede Jade haberla perdonado?

―¿Se lo preguntaste?― preguntó Heather.

―Sí, sí, por supuesto que se lo pregunté. Dijo que nuestra madre ha cambiado, que ya no es la inútil borracha que era. A lo mejor es que se supone que me debo de sentir mal por su decrepitud por la artritis o lo que diablos sea que tenga.― Girándose, Toni fijó su vista en el saco para golpear de la pared del fondo.― Tantas noches...tantas veces deseé que viniera a protegerme, que le plantara cara a él por sus niñas, que hiciera algo, lo que fuera para demostrarme que me quería. ¿Por qué no lo haría?,― necesitaba dejar salir su enfado, atravesó la habitación como un rayo y de dio un puñetazo al saco con su puño izquierdo.― ¿Por qué? ¿Qué diablos tenía yo de malo para que ella no pudiera hacer esa pequeña cosa?

El saco de golpear se sacudió ante otra descarga de sentimientos.― ¿Y piensa que voy a perdonarla―golpe ― ¿Solo por que ella lo quiera? ―golpe― ¿Por qué Jade lo quiera?―golpe― No―golpe― No tengo que hacerlo ―golpe― No lo haré ―golpe― No lo haré ―golpe― No pueden obligarme ―golpe― Ya soy adulta ―golpe― Si Jade quiere vivir con ella y pretender que todo es perfecto, bien. No me importa ―golpe― Ella no sabe lo que pasó cuando se marchó.

let me love you; choniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora