Epílogo; primera parte

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Algún tiempo después...

El cuerpo de Toni apenas estaba cubierto por la sábana, y así lo sintió Cheryl cuando al intentar atraerla con su mano, tocó de lleno uno de sus pechos. Con una sonrisa, se acomodó mejor en la cama y admiró a la que desde hace tres días era su esposa. Todavía no podía creerlo, y cada vez que la volteó a mirar en esos tres días, la imagen se repetía. Toni, en un perfecto vestido blanco, caminaba hacia ella, con un ramo de flores en sus manos, a unos minutos de unir sus vidas para siempre.

—Te siento mirándome.— La voz de Toni estaba ronca, como todas mañanas.

—Buenos días, esposa mía.—Si había algo que hacía que Toni se sintiera plena, definitivamente era a Cheryl refiriéndose a ella como su esposa. Hace dos años se habían comprometido, más bien, solo conversaron sobre casarse en algún momento y comenzaron a pensar y a referirse a la otra como prometida.

—Buen día, mi amor.— Se levantó, y se sentó sobre los muslos de Cheryl para poder besarla.

—¿Me puedes despertar así también cuando volvamos a casa? —Preguntó apenas terminaron de besarse.

—¿Tengo que castigarte por decirlo como si yo nunca te despertara así? —Eso definitivamente era una amenaza.

—Tú puedes castigarme cuando quieras.—Toni comenzó a reír de las ocurrencias de Cheryl, y contagió su risa a la pelirroja, que con un movimiento levantó a su esposa para ponerla debajo de su cuerpo. La más pequeña sabía a dónde iba a llegar Cheryl, luego de que el día anterior ella cancelara sus planes de ir a la playa, su cuerpo desnudo era la más clara muestra de lo que hicieron gran parte de la tarde y de la noche, aunque lo amaba, estaba agotada.

—Mmm, bebé.— Solo ella pudo escuchar su voz, Cheryl estaba demasiado ocupada.—Amor, ¿Porqué no desayunamos primero?

—Estoy desayunando justo ahora.—Dijo mientras bajaba desde la boca de Toni hasta su clavícula.

—¡Cheryl!

—Shhh.—Toni estaba en problemas, su esposa ya estaba en el valle de sus pechos, y conocía sus límites, desde ahí ya no podría volver, pero además de conocerse, conocía muy bien a Cheryl, solo tenía que seguir su juego, pero en una forma más conveniente para ella y su cuerpo cansado, así que miró alrededor mientras Cheryl estaba distraída con ella, y lo encontró.

—¿No te gustaría continuar con esto en la bañera? Cuando estamos en el agua es dos veces mas agradable.—Si entraba en el papel tenía que fingir muy bien.

—¿Si? —Preguntó Cheryl embobada con la idea de Toni bajo el agua. Por otro lado Toni estaba creando su plan de escape, así que solo asintió.

—Entonces vamos a volverlo más agradable.

Cheryl se levantó de la cama, y caminó hacia el baño con Toni detrás de ella, la más pequeña no sabía que más hacer, había sacado a Cheryl de encima, pero ella iba caminando a por lo menos una hora de baño, que de baño no tenía nada. Y entonces la vio, Cheryl ya se acercaba al baño, y miró por curiosidad la puerta, que tenía una pequeña llave para bloquearla y como en las caricaturas, un foquito se encendió sobre su cabeza. Continuo caminando, hasta llegar a la puerta.

—¿Agua tibia o caliente? —Preguntó en toda su inocencia Cheryl.

—Tibia por favor.—Eso le tomará más tiempo, pensó.

Cheryl encendió la ducha y comenzó a ajustar la temperatura del agua, mientras que Toni se devolvía lentamente a la puerta para sacar la llave que la salvaría, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en su mano.

—¡Listo mi amor!—Exclamó Cheryl volteándose.

En un segundo, la puerta se había cerrado con un ¡Pum! que resonó por toda la habitación, Toni estaba afuera, y Cheryl atrapada dentro.

let me love you; choniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora