Capítulo 15.

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Barnaby está de pie en mitad de una estancia luminosa. Me acerco con lentitud y lo abrazo por detrás, rompiendo a llorar. Él se gira y me abraza con fuerza, rodeándome con sus brazos. Apoyo mi cabeza en su pecho y escucho los latidos de su corazón. Se siente un ambiente agradable y una paz infinita, que no quiero estropear.

Nosé donde estamos, pero no me importa. Si esto es un sueño quiero permanecer en él para siempre, pero por alguna extraña razón sé que no es real. Aún así, este entorno me es familiar, aunque no lo pueda ver con claridad sé que lo conozco de alguna manera. Barnaby me aparta de él con suavidad y me acaricia una mejilla. Entonces me doy cuenta que no lleva sus guantes y esa tela que cubre su boca. Sorprendida sacudo la cabeza contrariada y lo miro atónita. Él sin embargo ríe restando importancia al asunto.

Barnaby rompe todo el espacio entre nosotros y se acerca para besarme con desesperación, un beso intenso, pero a la vez delicado. Su lengua juega con la mía y lame mis labios disfrutando de ese beso, como si no hubiera un mañana, como si no quisiera despegarse de mis labios y estuviera descubriendo algo nuevo y maravilloso.

—¡Barnaby... Puedes besarme! —exclamo eufórica.

Él ríe y asiente mirándome anonanado y palpando cada parte de mi cara, como si aún no creyera que esto fuera posible. Cojo sus manos y las presiono contra mis mejillas sonrojadas, para disfrutar por primera vez del tacto suave de su piel rozar con la mía. Se siente tan bien. Suspiro mordiéndome el labio inferior coqueta y lo miro con cariño. Lo amo.

—Cedrina...

Su voz me despierta de mi bello trance y sacudo la cabeza, para mirarlo patidifusa. Él me mira con semblante sombrío repentinamente, y se aparta de mi respirando agitado y mirando por todos los lados, inquieto y asustado. Zarandea la cabeza alterado y cojo su rostro obligándolo a mirarme.

—¡Barnaby! —estallo nerviosa —. ¿Qué ocurre?

—Corre —me pide con súplica tembloroso.

Escruto sus facciones que se han contorsionado y perdido su rubor. Él ya no atiende a razones y se abraza a sí mismo en shock. Me apena verlo así tan inseguro de sí mismo, él siempre es valiente para este tipo de cosas, no está siendo él mismo ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué actúa de manera tan asustadiza y fuera de sí? ¿Qué lo atormenta tanto? Gruño por lo bajo y miro por encima de su hombro. Entonces lo comprendo todo, su temor y su angustia.

Dos sobras con colmillos avanzan hacia nosotros sin escrúpulos y se transforman en dos mujeres, que para mi sorpresa, acabo de conocer. Dos mujeres pelirrojas se contonean divertidas, están en su zona de confort y el miedo parece producirles placer. Ni si quiera pestañean cuando me sonríen con malicia. Zali y Callie estallan a carcajadas y vuelven a convertirse en esas sombras horribles, así que no dudo en coger de la mano a Barnaby y tirar de él, para salir corriendo de allí.

No sé hacia dónde ir, pero intento buscar una salida desesperada. Vamos, piensa en qué lugar podrías estar. Sorpresivamente, me viene a la mente mi jardín secreto, mi oasis perdido en donde me refugio cuando me siento estresada. Sonrío al ver como todo se vuelve más claro dando paso a un jardín lleno de flores, oculto por una muralla de un arbusto alto con una puerta de madera que impide el paso. Con prisas la abro sin dudar y salgo disparada haca el bosque.

Sé que esto es un sueño, no serviría de nada buscar a Louis y a Amelie, perdería el tiempo. Entonces se me ocurre una idea, si es mi sueño aquí mando yo, esto no es real y no me pueden hacer nada. Dejo de correr, pongo a Barnaby detrás de mi para protegerlo y espero la llegada de Zali y Callie, que no tardan en aparecer.

Se observan entre ellas victoriosas y con cierta arrogancia, se acercan a mi. Cierro los ojos pensando en una espada, pero en vez de eso aparece una muñeca diminuta y de lana a mi lado. La cojo confundida provocando más risas burlonas en ellas.

MENTIRAS EN LA REALEZA (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora