Capítulo XXVI "Los tres reyes"

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Muchos creen que la vida de un criminal se trata de joyas, viajes y poder, pero es una vida llena de riesgos, debes de tener mente fría, ser bastante inteligente, cubrirte las espaldas y estar al pendiente de todos y todo, ¿suena a un videojuego, ...

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Muchos creen que la vida de un criminal se trata de joyas, viajes y poder, pero es una vida llena de riesgos, debes de tener mente fría, ser bastante inteligente, cubrirte las espaldas y estar al pendiente de todos y todo, ¿suena a un videojuego, no? Quizá y lo sea, lo es en el nivel de alta dificultad, el nivel más arriesgado y que no es apto para fanáticos inexpertos.

Era una casa grande, con un temperamento obscuro, sicarios escoltaban aquella casa que parecía ser inmensa, y realmente lo era.

Los criminales tienden a ser personas egocéntricas y se ve en sus casas, esta casa no era para nada una excepción, pues tenía acabados finos y elegantes, desde el suelo hasta el techo, tenía nucha influencía del arte gótico pero con un toque moderno, sin duda alguna el dueño de aquella casa debía de ser alguien de suma importancia.

Era la sala de juntas, había alguien sentado en la silla principal, aquella habitación tenía esculturas de jade y una muy grande escultura de oro de dragón , la mesa era de madera de alta calidad y el techo parecia relatar una leyenda en él, con dibujos orientales antiguos.

— Señor Hee-chul —dijo una empleada abriendo un poco la puerta, el mencionado giró la silla, era de aspecto fuerte, era atractivo con aquel cabello largo, su cabello despeinado con mechones rebeldes en su rostro lo hacían ver sexy.

— Dime

— Ya llegaron el señor Yeo-sang y el señor Se-hun - Heechul se levantó de su asiento y se acomodó el saco.

— Hazlos pasar —la chica asintió, segundos después entraron los chicos mencionados, Yeo-sang era el menor con 21 años, era de cabello castaño obscuro, delgado y con una mirada penetrante, a simple vista parecía ser el más serio de los tres, pero los tres quizá no eran tan serios como aparentaban. Sehun era de cabellos azabaches, también era de apariencia seria y lo era un poco.

— Me alegra mucho que llegaran esta vez temprano —dijo Heechul, simuladamente hizo una seña a su empleada para que abandonara la sala.

— Calma, llegamos temprano antes de que llegara tu hora de siesta, anciano— dijo Sehun lanzando una leve sonrisa.

— Más respeto, soy tu mayor —dijo en un tono serio, Yeosang no evitó reir un poco.

— Calma chicos, calma, que tenemos cosas por ver —interrumpió el menor de ellos, los tres tomaron asiento.

Ellos eran conocidos cómo "los tres reyes" El cártel que tenía pelea con Lisa, ellos llevaban pelea antes de su "reinado" incluso se rumorea que ellos mandaron a matar a los padres de Lisa, con la intención de matar a toda la familia, pero Lisa y su hermana se salvaron.

Ellos tenían una ventaja que Lisa no tenía, tenían varios contactos por todo el mundo, en ese aspecto eran más fuertes que Lisa, pero Lisa era más astuta y cruél que ellos, tenía varios planes que ellos, era una pelea de quizá nunca ganar.

— Buenas nuevas, vámos muy bien en el pacífico, las ventas aumentaron al igual que en Europa, sin mencionar que las empresas han dejado grandes ganancias, si seguimos así seremos uno de los más fuertes en Barcelona —sonrío Heechul— Sólo falta acabar con la estúpida de Manoban —apretó los puños.

— Esa niña —le siguió Sehun— cada día parece ser más fuerte, parece que ella y los que están con ella son invensibles.

— Descuiden señores, que incluso hasta el más fuerte cae, y ella caera tarde o temprano, ¿no es así Heechul?—lo miró Yeosang.

— En efecto —los miró sonriendo satisfactoriamente—para ella tengo preparado un final trágico, ella será la cereza que le faltaba a mi pastel.

Los tres tenían pasados duros, llenos de pobreza, vivían en la ignorancia y el rechazo de la sociedad, eran personas llenas de venganza, pero en el fondo eran los mismos tres niños huérfanos con sueños e lusiones que vivian en un barrio pobre, sólo esperemos que la juventud de hoy en día no siga los mismos pasos de estos criminales, sembrando el miedo a gente inocente, ayudándoles a los pobres pero acuchillándolos por la espalda, lamentablemente así es nuestra realidad.

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