In My Mind | Chaelisa

Capítulo III "Temperamento"

Todo estaba muy obscuro, Rosé despertó con un dolor de cabeza, trató de sobar su frente pero... Fue inútil.

Sus manos, torso y piernas estaban amarradas a una silla, quería gritar pero tenía algún trapo tapando su boca, alparecer alguien entró, una puerta se abrió haciendo un ruido molesto.

Encendieron la luz de una lámpara, algunos rayos llegaron a su rostro de golpe y cerró un poco los ojos.

— Eres mucho más bonita en persona que en las fotos, hiciste un gran trabajo al elegirla Joon -habló una voz femenina.

— Muchas gracias, Lisa -le siguió una voz masculina, un poco grave y ronco, era atractiva esa voz.

La rubia pudo abrir un poco más sus ojos, las dos personas estaban detrás en lo que parecía ser una pila de cajas, no podía diferenciarlas, solo se veía una sombra alta y una un poco baja.

Empezaron a caminar hacia la pobre Rosé asustada, la chica tenía cabello corto, alta, muy delgada y ojos cafés.

El chico era alto, cabello negro, se veía que era fuerte, delgado, su tono de piel era algo tostado y tenía ojos un poco rasgados de color café.

El chico asercó una pistola a la mejilla de la menor, Rosé sentía más nerviosos y empezó a soltar algunos gritos ahogados.

— Shhh... Mira bonita, te quitaré el trapo de la boca pero si gritas...-se asercó y sobó aquella pistola desde su mejilla hacia abajo- Jalaré el gatillo, no me hagas matarte... Es muy temprano -sonrió

Poco a poco quitó el trapo, Rosé aún nerviosa tragó saliva y los miró

— ¿Q-que hago aquí?... ¿¡Q-quienes son?!

— Tranquila -río leve la chica- mis hombres te han estado observando desde hace días

— Dejenme ir...

— ¿Eres tonta? -una Lisa río por el comentario de Rosé quien no tenía idea de nada- Mira, ingenua, tú eres un paquete, un señor te pidió para que seas su baby, y pagará una buena fortuna por ti

Rosé no podía creer lo que estaba escuchando, ¿Todos esos años de esfuerzo para que acabará así, como un objeto?

Hace ya días había escuchado que un hombre sumamente millonario tenía una chica secuestrada y la usaba como un juguete sexual pero la chica alparecer trató de escapar y el la corto en pedacitos, no quería acabar así. Pequeñas lágrimas de sus ojos empezaron a asomarse.

— Aunque llores, no saldrás de aquí -recalcó la chica

— Por lo que más quieran...se los rue...¡AGH! -la chica fue callada, el chico había puesto una jeringa en su cuello y estaba inyectando una sustancia, era un tranquilizante para que se durmiera

Rosé quedó profundamente dormida, descansó su cabeza en su hombro derecho, pequeños mechones de cabello cubrían su rostro. Lisa pensaba en lo hermosa que era, una víctima sin duda hermosa.

— Darán una buena fortuna por ella -exclamó Namjoon mientras guardaba la jeringa.

— Eso espero... Tapa de nuevo su boca y vámonos

[...]

— ¿Otro paquete? -decía Kim Jennie, su socia. Hija de empresarios que tenían la fachada de ser dueños de una cadena de restaurantes solo para ocultar su verdadera vida criminal, que de igual modo eran grandes amigos de la familia Manoban; Ella conoció a Lisa cuando apenas era una aprendiz y después de la muerte de los padres de Lisa ambas forjaron alianzas, formando así un verdadero imperio.

— Llegó ayer por la noche -dijo Lisa sentada en un sofá de piel negro mientras esta bebía una copa de whisky

— Tuviste una idea maravillosa - sonrió mimosa y coqueta mientras se sentaba en las piernas de Lisa y empezaba a besar de manera provocativa su cuello. Bien es cierto que ellas habían tenido una que otra "aventura" Jennie era bisexual y Lisa no tenía ninguna atracción hacia nadie, pero claro, ninguna gustaba de la otra, solo eran encuentros sexuales- Ya estás aprendiendo a cómo manejar esto

— Sabes que no lo hago por gusto -decía mientras acariciaba el cabello de Jennie

-Jennie no pudo evitar soltar una carcajada- Por favor no te hagas la víctima que eras antes, no finjas como si esto no te gustara porque cuando fuimos a ese bar y empezaste a matar a toda esa gente no se veía esa tristeza en tu cara, era de una psicopata -Tenía razón, esa vez fueron a un bar algo retirado a encontrarse con un cliente, pero las cosas se pusieron tensas y Lisa tuvo que matar personas que estaban en desacuerdo y a algunos meseros de el bar, pero no lo podía negar, no era la primera vez que mataba a alguien.

Lisa quedó callada un momento, todo lo que dijo era verdad. Jennie solo se limitó a sonreír mientras seguía depositando besos en todo el cuello de Lisa y obvio que esta última no se quedaba quieta, pues empezó a acariciar la pierna de la contraria subiendo poco a poco su vestido, rozando un poco su intimidad por debajo de ese diminuto vestido de la castaña. Tocaron la puerta pero a estas no les importó ya que seguían ignorando todo.

— Señorita Kim -decía uno de los guardaespaldas de Jennie, ella solo giró su mirada todavía sentada en las piernas de Lisa- El señor Kang quiere verla

— Deseguro quiere más polvo -dijo Lisa soltando una risita, Jennie se levantó de las cómodas piernas de Lisa sin antes dejar un beso en sus labios

— Nos vemos Lalice~ -decía Jennie sonriendo mientras salía de una de las tantas habitaciones de la mansión de Lisa, el joven guardaespaldas hizo una pequeña reverencia y cerró la puerta detrás de ellos.

Lisa suspiró y siguió tomando whisky, aveces le desesperaba un poco Jennie, pues era algo irritante pero a la vez excitante, pero no sería el tipo de Lisa.