Un único superviviente del combate contra el dragón negro de un ojo vuelve a Orario, su objetivo, facilitar un poco el camino de su hermano menor, sin embargo, él es un aventurero, su vida no será tranquila y la de su pequeño hermano se verá envuelt...
-Quédate con el abuelo, déjame allanar un poco el camino para ti – esas fueron mis palabras a mi pequeño hermano.
Eso fue hace siete años, antes de que volviera a esta ciudad, a esta maldita ciudad donde esas dos familias viven, eso era lo de menos, mi problema actual era otro, Zeus me prometió que cuidaría a Bell, al menos durante unos siete años, seguramente alimentando su cabeza de historias de héroes y como serlo, además del ya conocido, protege a las mujeres, claro que no puedo negar el hecho de que a mí también me criaron así.
Recuerdo cuando llegue aquí, ese día había sido una completa basura y un gran dolor de cabeza, llegue un día antes de que las llamas cubrieran una parte de la ciudad, para mi fortuna, podía decir que mi apariencia no era conocida, eso fue bueno, pues lo que sucedió al día siguiente fue algo que me enojo y parte de mi poder fue desatado solo por mi descontrol.
Flashback 7 años
-Que calor – susurro un encapuchado para sí mismo – aunque supongo que es por todo lo que llevo puesto.
El chico llevaba puesto una túnica azul oscura con capucha, este servía para ocultar por completo al adolescente cercano a los 18 años, debajo de esta, partes de armadura se veían en sus brazos y piernas, un pantalón negro y marrón con una bolsa en su pierna derecha, llevaba una extraña camisa con patrones de triángulos en una parte, debajo de esta había una camiseta de cuello largo y mangas largas de color oscuro, dos espadas enfundadas a los lados de sus piernas, ambas del mismo tamaño, la gente que las viera pensaría que una estallaría en llamas carmesí y la otra en rayos azul oscuros a pesar del dorado de la hoja, de vuelta con su vestimenta una capa ondeaba colgando de su camiseta, estaba rasgada en el extremo pero no fue algo que le importara.
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Los ojos azul zafiro del adolescente peliblanco se fijaron en la entrada de la ciudad laberinto, sus ojos se entrecerraron un poco al recordar lo sucedido hace unos meses, después de que todos creyeran que el dragón negro había erradicado por completo a la familia Hera y a su familia, nadie sabía que él logró dar el último golpe, que él fue el único capaz de enfrentar al monstruo legendario a pesar del dolor y el odio que crecía en él al ver la muerte de todos aquellos que consideraba amigos y familia de verdad.
-¿Cuáles son sus motivos para ingresar a Orario? – pregunto un guardia que apareció de una sombra.
-Vengo a convertirme en aventurero – respondió el adolescente encapuchado sin inmutarse a pesar del imponente aspecto del guardia.
-Nombre – refunfuño el guardia, su atención completa sobre los movimientos del chico.
-Ren, solo Ren – habló ahora el conocido como Ren, con calma absoluta.
-Bien, solo tengo una cosa más que decir – dijo el guardia antes de dejar pasar a Ren – hay un grupo de criminales ¿sabes algo de ellos?
Dentro de la túnica, las manos de Ren se transformaron en puños sabiendo de que grupo criminal hablaba, también tenía que confirmar si cierto aventurero que deserto de su familia se había unido a el grupo, Evilus.
