No pude dormir, después de esa conversación con mi pequeña quería decir tantas cosas pero mis sentimientos estaban tan revueltos qué al final no me pude expresar como quería. Maldición Nicolás Gandy eres un hijo de puta como pudiste cometer ese maldito error perdiste tres años de la vida de tus hijos no sé, ni cómo mi pequeña no me mando ala mierda después de como la traté.
—Nicolás ya estamos listos Hermanito— mi hermana Romina entra a mi habitación ya lista para irnos ala mansión Martínez.
—Ok, cariño vamos— digo colocándome mi saco y dejando un beso en la cabeza de mi hermana para luego salir dela habitación del hotel junto a Romina mis papás y mi primo están en el living del hotel esperando por nosotros.No puedo creer qué después de tres años por fin podré conocer a mis bebés ¡Dios! Dame fuerzas para aguantar si, me llegarán a rechazar sé qué son bebés pero mi más grande temor es su rechazo.
—Hijo ¿Estás bien?— pregunta mamá
—Si, madre no te preocupes estoy nervioso como todos pero nada más— comentó dedicándole una sonrisa sincera.
—Estoy muy nerviosa mi Amor ya quiero ver la cara de mis nietos Dios... tengo tres nietos todavía no me lo creó— exclama emocionada vuelvo mi vista ala venta de la camioneta observando la gran ciudad de Los Ángeles. Si, tan solo hubiera echo caso a mis instinto cuándo me la encontré hace tres años en aquel centro comercial toda seria diferente.—Cariño ya llegamos— comenta mi madre sacándome de mis pensamientos rápidamente observo el panorama genial llego el momento inhalo y exhalo repetidas veces para controlar mi ansiedad.
Camino atrás de mi familia qué están igual de ansiosos qué yo trato de controlarme pero Demonios... solo quiero correr a verlos abrazarlos y llevármelos lejos a Los cuatro para tenerlos solo para mi, mis hijos mi mujer.
—Buenos días, Nicolás Amigo— Alejandro Martínez está enfrente de nosotros él y mi padre se funden en un abrazo sincero de amistad de muchos años.
—Alejandro Amigo mío qué gusto verte— contesta mi padre
—El gusto es mi hombre qué gusto verte,— dice para luego posar sus ojos en el resto de la familia.
—Romina hermosa como siempre, niña Romi, pero qué grande estás te conocí cuando eras muy pequeña pero mírate ahora toda una señorita..., Maximiliano Nicolás— dice mientras saluda feliz a mi madre y hermana le da la mano a Maximiliano y a mi solo me observa.—qué gusto verte Alejandro ¿Y Eva?— pregunta mi madre después de los saludos.
—Está arriba ayudando con los niños ya bajan pero vamos entren entren, ya verán a mis nietos son una maravilla tengo qué confesarles qué tengo celos pero ni modo tengo qué compartirlos— comenta divertido
—Ya quiero conocerlos— comenta emocionada mi madre.Mientras mi familia se planta una platica muy amena con Alejandro yo me quedo atrás completamente no es hasta qué escucho unos tacones aproximarse qué decido observar las escaleras al parecer no soy el único porqué de pronto todos están al pie de la escalera expectante esperando ver a mis pequeños.
No estaba preparado para este momento definitivamente No, para ver la perfección resulta qué no solo soy padre de niños si, no qué también de una niña ¡Dios! Ahora si, siento tú Amor.
Mi corazón empieza a latir desesperado dela emoción al reconocer los rostros de mis pequeños. Uno de mis hijos se aferra al cuello de su madre por lo cuál no puedo ver su rostro pero mi niña, mi princesa mi pequeña emperatriz, con sus hermosos ojos azules tan azules como los míos su, cabello largo y negro como el de su madre definitivamente es la perfección echa niña. De pronto en mi pecho se instala esa posesividad qué solo su madre había despertado en mi, es mía mi pequeña emperatriz.
Observo a mi otro hijo con su cabello negro y sus cachetes regordetes y sus hermosos ojos iguales a los de mi madre Definitivamente son míos son más qué perfectos.
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Soy tú hombre ¡TERMINADA!
عاطفيةDespués de la tempestad vuelve la calma oh, al menos eso es lo qué Alejandra Martínez piensa. pero todo eso cambiará cuándo el mismísimo Zeus encarnó baje del Olimpo a demostrar qué en la tempestad también está la calma. Historia completamente mía...