capítulo 42

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—Piensa muy bien lo qué harás Barbara, de aquí no podrás salir ilesa— hablo tratando de hacerla reaccionar.

—¡Tú, me robaste a mi familia!— grita furiosa frunzo mi ceño mi autocontrol se fue al caño ¿familia? De qué diablos habla esta loca.

—¿De qué familia hablas?— preguntó

—Nicolás mis hijos— exclama desgraciada loca ellos son míos.

—¡Estás muy equivocada Barbara Nicolás no es más tú esposo y sobre los hijos ¿estás pendeja oh, qué?! Ellos son míos maldita loca desquiciada— exclamó furiosa

—¡Bárbara!— exclama Nicolás veo el horror en sus penetrantes ojos azules me observa con miedo profundo mientras entra al baño.

—Baja el arma hablemos— comenta intentando venir a mi.

—¡No te muevas mi Amor y te juro qué le disparo!— exclama nerviosa mi hombre me observa temeroso con sus hermosos ojos cristalinos le sonrió para tratar de tranquilizarlo.

—¿Mi Amor?— pregunta se muy bien lo qué intenta decirme con la mirada.

—Estoy bien mi Zeus no te preocupes— hablo tratando de controlar el miedo qué tengo ahora más al ver qué está en la mira de loca.

—¡No la llames mi Amor Nicolás yo soy tú Amor no ella!—Grita furiosa Barbara apuntándome con el arma aún.

—La matare para qué podamos ser felices con nuestros hijos mi Amor— dice mientras observa a mi hombre qué está pálido del miedo de qué cumpla su amenaza.

Trato por todos los medios de buscar una manera de quitarle el arma así, qué le hago señas a Nicolás para qué le hable y la distraiga.

—No hay Necesidad Mi Amor,— comenta Nicolás haciendo una pausa.

—Nos podemos ir los dos de aquí, no tienes qué matarla solo ven conmigo y seremos felices— proclama mi hombre un qué sentía una sensación muy fea por esas palabras qué sabía yo bien qué solo era para distraerla pero igual no me gustaban nada.

—No Amor tengo qué matarla para qué podamos ser felices con nuestros hijos qué ella Me robó— dice con cara de maniática.

—No mi Amor si, la matas la policía nos buscará y no nos dejarán ser felices— comenta él tratando de hacerla recapacitar.

—Baja el arma Barbara y vámonos los dos hacer felices no necesitamos matarla por favor— habla tratando de acercársele veo la duda en su mirada y aprovecho para intentar llegar donde ella y quitarle el arma.

—¡No! ¡Alejandra No!— grita Nicolás pero todo pasa como en cámara lenta Barbara dispara el arma el enorme cuerpo de Nicolás cubre el mío observo sus preciosos ojos azules mirarme con todo el amor del mundo mientras cae a mis pies inerte, mi corazón se acelera asta más no poder ¡No Dios mío No! Mis ojos se humedecen las lágrimas salen sin más mi hombre cae intento sostenerlo pero no pudo con su peso y caigo junto con él.

—¡Nicolás!— gritó  histérica y al borde del colapsó,  siento algo húmedo en mi mano derecha su pecho está ensangrentado y entonces mi ira incrementa observo a  la maldita perra qué está petrificada observando a mi Zeus en el piso del baño maldita la matare.

—¡Maldita perra lo Mataste!— gritó furibunda tirándomele encima haciéndola caer al piso empiezo a golpearla una y otra vez desquitando mi ira y mi frustración al ver a mi Zeus ensangrentado en ese sucio piso le doy golpes con mi puño cerrado en su rostro una y otra vez hasta qué está perdiendo la conciencia entonces recuerdo a mi hombre y la suelto mientras me arrastro al cuerpo inerte de mi hermoso Zeus.

Soy tú hombre ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora