—¿Estás segura de esto mi Amor?— pregunta Nicolás mientras me ayuda empacar las pocas cosas qué quedaban en mi antiguo apartamento en Nicaragua.
—Si, mi Amor es lo mejor— comentó melancolía.
—Gatita podrías conservarlo como hasta ahora— comenta mirándome con dulzura.
—Lo sé, mi Zeus pero será mejor venderlo de qué sirve tenerlo si, vivimos muy lejos a demás nuestra familia no cabe en este diminuto apartamento— comentó divertida y como no si, mis minis Zeus están enormes ya cumplieron cinco años y mis pequeñas princesitas tienen dos años son un desastre andante según mi Amiga Verónica.
—Si, Gatita pero podría ser nuestro refugio— dice pícaro.
—Mi Zeus no me subiré aún avión cada vez qué quieras refugiarte mejor buscamos uno más cerca de casa— comentó coqueta.
—Como mande mi Patrona— comenta divertido desgraciado delicioso Zeus cada día está más sabroso el condenado .
—Ahora apúrate qué tenemos qué ir a casa de tus padres antes qué nuestros hijos los vuelvan locos— exclamó divertida.
—Si, mis papás y tus papás adoran a nuestros emperadores y princesas los traen vuelto locos pero de Amor— comenta mirándome pícara mente y acercándose como depredador a su presa.
Me toma por la cintura obligándome a Envolver mis piernas en la suya mientras toma mi boca con hambre devorándola en un beso lleno de pasión y ternura ala ves, muerde mi labio inferior para obligarme abrir la boca y adentrar su lengua en mi boca qué hace una exploración profunda nos separamos por falta de aire pero él no me da tregua rápidamente baja su boca a mi cuello mordisqueando besando y chupando sacándome mil gemidos por lo rico qué se siente.
—Nicolás— gimo segada por el placer de su boca sobre mis pechos no supe en qué momento él se sentó en el sofá de la sala y me dejó ahorcadas sobre sus piernas mientras él devoraba mis pechos yo movía mis caderas desesperada sintiendo su gran Amiguito listo para salir a jugar.
La ropa desapareció mágicamente oh, más bien Nicolás la arranco de su camino mi zona más sensible estaba más qué lista para recibirlo en mi interior.
—Móntame Gatita— dijo con la vos ronca por la excitación y como si, de una orden se tratara tome su glande en mi mano qué se veía diminuta ala par de semejante rayo qué tenía mi Zeus entre las piernas la colé qué en mi entrada qué estaba a chorros y sin más me deje caer de golpe sobre su erección sacándonos un gran gemido a ambos mi Zeus seguía devorando mis pequeños pechos mientras yo movía mis caderas deforma circular sacándole uno qué otro gruñido a mi delicioso italiano me encanta estar encima de él me hacía sentir poderosa verlo retorcerse de placer debajo de mi.
—Me encanta cuando me montas mi Amor— comenta mi Zeus tomando mis caderas para guiarlas saliendo de mi una otra vez para luego invadirme de golpe cosa qué me encantaba estaba apunto de estañar en mil pedazos y estaba más qué segura qué él también estaba listo para sucumbir ante el latente orgasmo un par de estocadas más y estallamos en mil pedazos juntos me encanta sentir su líquido caliente y espeso mezclarse con los míos mientras esperábamos recuperarnos de nuestro resiente orgasmo mi Zeus me besa con Amor y dulzura en los labios antes de dejar un beso en mi frente.
—Ahora si, es una digna despedida de este lugar qué fue testigo de nuestras incontables escapadas mi gatita preciosa— comenta divertido. Sonrió sobre su pecho para luego dejar besos en él.
—Bueno mi Zeus ahora si, ya hay qué volver con nuestros minis Zeus y nuestras princesas qué seguro nos extrañan— comentó intentando levantarme de sus piernas pero me sostiene con fuerza le alzo una ceja como en pregunta.
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Soy tú hombre ¡TERMINADA!
Roman d'amourDespués de la tempestad vuelve la calma oh, al menos eso es lo qué Alejandra Martínez piensa. pero todo eso cambiará cuándo el mismísimo Zeus encarnó baje del Olimpo a demostrar qué en la tempestad también está la calma. Historia completamente mía...