YELLOW, BLUE & GREEN (COMPLETA)- Adaptación Juliantina

17

Valentina se despertó a la mañana siguiente en una cama vacía.

Al principio, entró en pánico. Se incorporó rápidamente y miró en su habitación para tratar de encontrar a Juliana. Sin embargo, inmediatamente se calmó cuando oyó un suave zumbido procedente de la otra habitación. A juzgar por la toalla que colgaba junto a su tocador, Juliana ya se había duchado hace un tiempo.

Bostezando, Valentina salió de la cama y contempló su reflejo en el espejo. Arrugó la nariz, dándose cuenta de su cabello despeinado y de la mancha de pintura oscura que se había secado justo encima de la línea de su mandíbula. La chica de ojos azules se metió en el baño, encendió la ducha y repaso sus planes para el día, mientras que el agua caliente calmaba sus músculos.

Unos quince minutos después, Valentina se puso un par de pantalones vaqueros y una camiseta blanca, recogiendo su cabello en una coleta alta antes de salir a explorar la cocina. Juliana estaba hurgando en los cajones, ni siquiera se había dado cuenta de Valentina se había despertado.

"¿Qué es ese olor?", Preguntó Valentina, apoyada en el mostrador y haciendo que su esposa saltara. Juliana casi dejó caer el cuenco en sus manos.

"Hola", se rió, bajando el cuenco y haciendo un gesto para que se acercara Valentina. "Hice cupcakes. Creo", señaló al horno. "Tuve que empezar de nuevo, porque la primera vez olvide los huevos. Pero creo que lo hice esta vez".

"Y ¿por qué estás haciendo cupcakes a las 7 de la mañana?", Preguntó Valentina, riendo suavemente e inclinándose para mirar dentro del horno.

"Porque hoy es el cumpleaños de Jeremiah," Juliana asintió suavemente mientras comenzó a enjuagar los tazones en el fregadero. "Y tiene que ir a casa esta noche de su madre, y no le gusta la casa de su madre porque su hermano mayor lo ignora. Así que vamos a tener una fiesta de cumpleaños para él. Con cupcakes", sonrió, señalando al horno una vez más.

"Bueno, eso es considerado de tu parte," Valentina no pudo evitar sonreír cuando Juliana la miró con timidez. "¿Qué tipo de glaseado le pondrás?"

La cabeza de Juliana se disparó y miró a Valentina con los ojos abiertos. Las dos chicas se dieron cuenta, al mismo tiempo, y antes de que Juliana pudiera entrar en pánico, su esposa rápidamente sacudió la cabeza y levantó una mano.

"Podemos hacerlo desde cero, sí?" Valentina corrió hacia la pila de cajas junto a la puerta, hurgando en ellas hasta que encontró uno de los viejos libros de recetas de su madre. Juliana observaba mientras hojeaba las páginas, preparando el libro sobre el mostrador. "¿Puedes tomar la batidora y enchufarla?"

Juliana asintió, dando a Valentina una sonrisa de agradecimiento. El resto de su mañana se pasaron mezclando los ingredientes (que les tomo un par de intentos) y decoraron los cupcakes con un glaseado rosa (el color favorito de Jeremiah) y chispitas de colores.

Un poco más de una hora, Valentina estaba entrando en el estacionamiento, mientras que Juliana sostenía el plato de cupcakes en su regazo. Valentina se veía y se reía cada pocos segundos por el aspecto de concentración en la cara de su esposa porque Juliana se centró intensamente en asegurarse de que ninguno de sus preciados postres quedara arruinado.

"Come un cupcake por mí, sí?" Bromeó Valentina, saliendo del coche para agarrar la puerta de Juliana. Juliana se puso de pie con cuidado, sosteniendo firmemente el plato y dando a Valentina un movimiento de cabeza suave.

Valentina se apoyó para plantar un beso en los labios de la niña más pequeña, pero Juliana se hizo hacia atrás. "No los tires!", Ella se rió, recuperando rápidamente el equilibrio. Valentina hizo falso puchero, tomando y metiendo un mechón de cabello detrás de la oreja de la niña.