"¿Por favor?"
"Sí, vamos chicos, por favor?"
"Es sólo un día. Ni siquiera notarán que se ha ido".
Juliana y Valentina se miraron, rodeadas de las plegarias de sus amigos. Juliana levantó una ceja cuestionando a su esposa, y se encontró con un encogimiento de hombros de la chica de cabello oscuro.
"Podemos manejar a una niña 24 horas", se burló Eva, sacudiendo la cabeza ante la vacilación de sus amigas. "Sólo la alimentas, le das agua y la llevas a pasear dos veces al día. No es tan difícil."
Había pasado un poco más de una semana desde Acción de Gracias, y la pareja se había ganado dos visitantes adicionales por el momento. Debido a un problema de fontanería en su apartamento, Renata y Eva habían saltado a la oportunidad de pasar unos días con la pequeña familia.
Presley adoraba a las dos chicas. Era obvio. Justo la noche anterior, habían hecho una sesión de karaoke improvisada en la sala de estar, que había terminado en una lámpara rota y un millón de disculpas de una Eva culpable.
Ahora, Renata y Eva habían llevado a cabo un plan maestro. Ellas querían llevar a Presley a la ciudad para ver un ballet. Lo que significaba que pasarían la noche en un hotel para evitar el tráfico de camino a casa.
Sin embargo, esto resulto en una Juliana precavida y en una Valentina vacilante. Todavía no habían dejado a Presley fuera de su vista, desde que se había ido a vivir con ellas y las dos estaban nerviosas por hacerlo.
"¿Qué es lo peor que podría pasar?" Renata miraba a las chicas, levantando una ceja. "Es un ballet. No es un concierto de metal".
"El zapato de ballet de alguien podría salir volando y golpearte en la cara," Valentina asintió, convencida por su argumento. "O podría haber un terremoto."
"No podría haber tan fácilmente un terremoto aquí, listilla," Eva bromeó de nuevo, dando a su amiga una sonrisa de complicidad. Juliana y Valentina se miraron una vez más.
"No sé, Eva," Valentina suspiró y sacudió la cabeza. "¿No pueden buscar otra cosa que hacer?"
"Vamos, Valentina," Renata rió. "La tienen todos los días. Sólo estamos pidiendo tiempo de noche de tías. Además, ustedes dos deben saltar a la oportunidad de tener la casa para ustedes"
"Estoy lista!"
La voz de Presley sonó desde su habitación, interrumpiendo a las chicas. La pequeña niña irrumpió en la sala de estar, con un leotardo y un tutú rosa, junto con unas pequeñas zapatillas de ballet de color rosa (en los pies equivocados). Valentina tuvo que abrirse paso para tomar a la niña, quien prácticamente saltó a sus brazos.
"Whoa, bicho del amor," Valentina se rió, moviéndose para sentar a Presley en su cadera. "¿De dónde sacaste eso?"
"China me lo dio," Presley asintió, señalando a la chica que se encontraba a unos pocos pies de distancia de ellas. "Ella me dijo que vamos a ver a las bailarinas."
Los ojos de Valentina y de Juliana miraron culpable a Eva, cuyos ojos se habían ensanchado ligeramente.
"Ya le habías dicho?" Valentina preguntó, levantando una ceja.
"No pude resistir!" Eva levantó las manos como si se estuviera entregando, haciendo a Juliana reir. "Además no sabía que iban a estar tensas."
"No estoy tensa," Valentina argumentó, sacudiendo la cabeza. Cuando las otras chicas lucharon para sofocar la risa, la chica de cabello oscuro miró a su esposa en confusión.
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YELLOW, BLUE & GREEN (COMPLETA)- Adaptación Juliantina
FanfictionPRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "YELLOW" Valentina Carvajal odiaba a Juliana Valdés, simple y llanamente. Por supuesto, ¿quién podría culparla? Juliana había sido la que leyó los mensajes de texto privados de Valentina frente a toda la escuela en la caf...