YELLOW, BLUE & GREEN (COMPLETA)- Adaptación Juliantina

3

Juliana arrugó la nariz, rodando sobre ella para tratar de evitar la luz cegadora proveniente de la ventana. Unos instantes más tarde su mente se encontró con ella y se sentó rápidamente. Sus ojos escanearon la habitación y hubo un estado de pánico.

"¿Val?" preguntó ansiadamente mirando hacia la parte de la cama vacía donde Valentina había estado. Salió de la cama y se mordió el labio nerviosamente. ¿Dónde se había metido Valentina? Juliana siempre era la primera en despertarse.

"¿Hola?" Juliana levantó la voz y buscó por todos los rincones en busca de alguna señal de Valentina. "¿Val?"

Dio un salto cuando la puerta se abrió de golpe y Eva apareció, levantando una ceja a la joven.

"Está en clase Juliana, ya lo sabes." Eva se frotó los ojos.

"No dijo adiós." Juliana sacudió su cabeza y sentó en la cama. "Está enfadada conmigo."

"O a lo mejor llegaba tarde." Eva suspiró y caminó hacia Juliana sentándose al lado de ella. "Ella estará de vuelta antes de cenar, siempre lo está."

"Lo sé." Juliana se echó en la cama y se cubrió totalmente con las mantas.

"¿Qué estás haciendo Juli? "Eva la miró extrañada y rio, Juliana se alejó.

"Estoy durmiendo. Por favor, vete" se dio la vuelta en la cama. No quería que Eva viese que estaba enfadada de que Valentina no se hubiese despedido.

A Juliana los 'adiós' le asustaban, pero de otra forma también le reconfortaban. Ya tuvo que decir muchas veces adiós en su vida. ¿Y si Valentina nunca volvía? No podría ni recordar las últimas palabras que intercambiaron.

Eva suspiró decidida. Dejó la habitación sin decir ninguna palabra más, haciendo que la joven se estremeciese cuando esta cerró la puerta.

Juliana giró la cabeza y se mordió el labio. Suavemente se desenredó de las mantas y caminó al pasillo. La música estaba a todo volumen en la habitación de Eva, asumió que Renata todavía estaba dormida y Valentina y Lucia en clases.

Con cuidado, Juliana se sentó en el suelo, donde la puerta y se puso sus converse. No estaba muy segura de que hacer con los cordones, así que simplemente los dejó sin atar. Levantándose de nuevo, revisó el lugar para asegurar que nadie la iba a ver salir por la puerta del piso.

El parque estaba al otro lado de la calle, lo recordaba. Soltó una tímida sonrisa cuando recordó las flores que Valentina había plantado allí. Habían estado tan ocupadas con las vacaciones que no se acordaron de ir a visitarlas en un tiempo. Juliana sabía que era tiempo de darles algo de atención.

Se estremeció cuando estuvo a fuera, vio los zumbidos de los coches es esa calle ruidosa. Coches eran malos. Al menos que estuvieses dentro de ellos. Si no estabas dentro de ellos, caminar cerca de ello no estabas a salvo. Valentina le había enseñado eso.

Valentina también le había enseñado como cruzar la calle y así no correr ningún peligro con los coches. Juliana miró al cielo y sonrió, contenta de estar en el exterior. Estaba frio pero eso no le molestaba mucho.

Estaba parada pacientemente esperando en la cera a que el muñequito del semáforo indicase que se pudiese pasar. Segundos más tarde el tráfico se paró y Juliana rio y caminó al otro lado.

Rápidamente caminó dentro del parque, aumentando el ritmo cuando ya estaba más cerca de las flores. Le recordaban a Valentina. Bonitas y coloridas. Pero Valentina estaba enfadada con ella, así que sus flores era la siguiente mejor cosa.

Su expresión cambió cuando rodeó la esquina y se encontró con algo inesperado.

Las flores estaban tiradas en el suelo, Juliana se agachó y recogió las flores.