Capítulo dedicado a sweetrain24 ¡Feliz cumpleaños atrasado!
...
Allen y yo caminamos junto a un montón de otros niños en dirección a la salida, luego de un agotador día de escuela. Me removí incómoda de un lado a otro, esquivando hombros y cuerpos que se interponian en mi camino, andando muy lento frente a mí, o empujándome 'ligeramente' para pasar por un costado. Alcé la cabeza, viendo a mi amigo el rascacielos andante, admirada por como sobrepasaba en altura a la mayoría; por no decir todos; los chicos de hasta el mismo grado. Nadie podía arrastrarlo, ni moverlo un poco. Era una ventaja tenerlo cerca; disminuía el riesgo de ser atropellada por la ola de estudiantes cansados y ansiosos.
No supe cuan privados de aire estuvieron mis pulmones ahí dentro, hasta que inhalé el fresco aire del exterior. Los niños empezaron a alejarse del edificio, subiendo a vehículos particulares y autobuses escolares, otros marchándose a pie, solos, o en pequeños grupos.
Allen se detuvo a mi lado, suspirando. Aún se veía algo tenso por la conversación que tuvimos horas atrás. Coloqué mi mano sobre su brazo para obtener su atención.
- Todo estará bien Allen. - Sonreí con empatía, dando unas pequeñas palmadas sobre su bronceada piel. - Intenta relajarte.
Hizo un sonido extraño con la boca; una mezcla entre un suspiro y un bufido; antes de responder.
- Trataré.
Moví la cabeza de arriba a abajo, conforme.
- Sé que suelo esperarte, pero...
- Está bien, Allen, debes querer ir a descansar. - Respondí con alivio. Lo prefería así; no quería preguntas una vez llegaran por mí, y Allen en verdad se veía agotado después de dos períodos seguidos de Literatura e Idiomas, con el anuncio de varios exámenes para la semana entrante; demasiado información para su ya muy ocupado cerebro.
Aprecié como su cuerpo se reducía en tamaño a medida que se alejaba, hasta que desapareció de mi vista. Suspiré, presionando contra mi pecho los libros que no había guardado por el apuro; decidiendo mantenerlos fuera para tener algo a lo cual aferrarme. Miré mi atuendo, asegurándome de estar pulcra, antes de peinarme con mis propios dedos.
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Jóvenes de Cristo
EspiritualSeis jóvenes con distintas vidas, distintas situaciones, distintos pensamientos, y al principio, distintos caminos, pero al final algo en común, un llamado y un mismo destino, que conllevan una misión: Ir y predicar el Evangelio. No hay nada mejor...