La primera vez

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Sus labios se amoldaban a la perfección. Sintió el sabor dulce de su saliva, y la caricia húmeda de su lengua. Morder su boca era como probar una fruta madura, suave, y jugosa. Su corazón corría desbocado.
Respiraba agitadamente, embriagándose de su olor, tanteando con sus manos su rostro. Un suspiro se escapó de su boca... ¡Besarlo era tan jodidamente sensual!

Entonces sintió los brazos del rubio rodeándola, envolviendo su cintura, atrayendo su cuerpo. Sintió sus manos buscando torpemente el borde de su camisa, para luego subir lentamente por su espalda, haciendo contacto por primera vez con su piel.

Una ola de calor la envolvió, cerró los ojos y dejó escapar un leve gemido mientras su piel se erizaba por completo.

Ese sonido fue un deleite para el muchacho. Ahora todos sus sentimientos encajaban a la perfección, y mientras tanteaba su piel, no podía dejar de pensar en cómo su corazón y su cuerpo, se habían dado cuenta del secreto de su amiga, antes que su razonamiento.

Su lengua lo estaba enloqueciendo. Sobre su cuello sentía el roce de su pelo y tenía los dedos exaltados, al percibir la suavidad de su piel. Simplemente no podía parar. Subió con su mano por su espalda hasta el borde del sujetador y deslizó sus dedos rodeando su cuerpo, hasta llegar a sus senos.

—"Esto se está saliendo de control" —pensó el muchacho tratando de apaciguarse. La ropa le molestaba... quería desnudarla por completo y besar cada perfecto centímetro de su cuerpo
—"Tranquilo, Agreste, la vas a asustar... Y estás en la mitad de la maldita torre Eiffel"

—¿Marinette? —dijo con una voz profunda, tratando de no separarse de su boca.
—¿Mmmm? —contestó ella sin dejar de besarlo.
—Es... espera... —era muy difícil contenerse mientras sentía a su compañera recorriendo sus labios —¡Ah! ... no creo... poder controlarme.

Ella se estremeció al sentir las palabras del muchacho. Eso quería decir que... La vergüenza la invadió por completo, todo estaba pasando tan rápido. ¿Tenía que parar? ¡Había tantas cosas que quería preguntarle! Pero no podía dejar de besarlo... ¡todo se sentía tan bien!

Entonces con cuidado colocó su mano sobre el pecho del modelo, empujándolo levemente, para encontrarse con sus ojos. El verde de sus pupilas brillaba como si estuviera encendido, y pudo identificar el amor y el deseo que siempre percibía en la mirada de Chat. Solo que esta vez, miraba en los ojos de Adrien.

—"Esto es tocar el cielo..." —pensó.
—¿Qué pasa bugabo? —susurró él

Ella lo miró con intensidad, disfrutando de cada uno de los gestos que el joven le reglaba.

—Y si... ¿vamos a mi casa? —le preguntó casi en un susurro.

La vergüenza ante tan desvergonzada invitación, no tardó en llegar. ¿De verdad le había dicho eso... con esa intención? Instantáneamente desvió la mirada y un fuerte rubor cubrió sus mejillas.

-—Yo... es que... bueno... solo porque está frío, no quiero que pienses que te invite con otras intenciones... es decir, no es que no quiera.... yo me muero por estar contigo, eh... digo por desnudarte... digo besarte... si besarte... eso.

Adrien soltó una carcajada y acaparó sus labios con un beso tierno mientras la abrazaba.

—Estoy deseando oírte tartamudear así como Ladybug...
—En tus sueños gatito —bromeó
ella. Luego bajo la vista y agregó. — Entonces... ¿vamos?

Él la observó por un segundo, se acercó a su oído y le susurró

—Claro, también me muero por verte desnuda Marinette.

Un nuevo comienzo ( Adrianette/ con contenido adulto/ en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora