-Hola Lanie.
-Hola. Vamos pasa, no te quedes ahí.- Kate entra, deja su bolsa en uno de los sillones y se deja caer en el sofá de su amiga. – ¿La has comprado?
-Sí- se sienta junto a ella. – ¿Estás nerviosa?
-No- dice tajante.
-Vamos, Kate. Sabes a mi no puedes mentirme.
Beckett se levanta como un resorte y comienza a caminar de un lado para otro con ambas manos tapando su cara.
-Pues claro que estoy nerviosa- su voz suena temblorosa. –En unos minutos puede que mis sospechas se confirmen y que sepa que dentro de nueve meses mi vida va a cambiar por completo, que voy a ser madre, que voy a tener un hijo y que viendo como está la situación puede que lo crie sola.
Ante esas palabras las lágrimas salen solas de sus ojos. No sabe si es porque se acaba de dar cuenta al gran e importante papel al que se enfrenta o por el hecho de haberse imaginado en esa situación sin Castle.
-Kate, no estás sola- se levanta y la coge de los hombros. –Tienes a Martha, a Alexis y a tu padre. Además estamos yo y los chicos.
-Tienes razón- se limpia las lágrimas con las manos, respira profundamente y deja entrever una pequeña sonrisa.
Ambas amigas se fundes en un largo y cálido abrazo.
-No más preámbulos. Llego la hora de la verdad- Lanie rompe el abrazo y mira fijamente a su amiga buscando una afirmación. Kate asiente. La doctora le tiende la prueba de embarazo, la cual Beckett coge con decisión.
Minutos más tarde, Kate sale del baño, deja la prueba sobre la mesa y se queda de pie frente a Lanie.
-¿Y bien?
-Aún nada. Hay que esperar un par de minutos. Si sale azul no estoy embarazada y si sale rosa sí- dice mirando fijamente la prueba.
-¿Y qué quieres que salga?
Kate levanta la mirada y dice con total seguridad:
-Rosa. Siempre he querido formar una familia y ahora quizá tenga esa oportunidad y, además, con el hombre al que amo.
-¿Alguna preferencia: niño o niña?
-Me da igual. Pero me encantaría que fuera un niño- ríe. –Y a Castle también le daría igual, pero seguro que él prefiere una niña.
Al pensar en él, una sombra oscurece su sonrisa. Lanie se da cuenta del cambio de Kate y sabe el porqué.
-Le echas de menos, ¿verdad?
-Sí. Echo de menos al anterior Richard Castle, del que me enamore.
-Bueno chica, basta de tristezas. Necesito una alegría y tú también. Mira haber que dice- señala con la cabeza hacia la prueba.
Beckett la coge y sin prolongar más la espera mira su resultado. Así se queda durante unos largos segundos, haciendo que la impaciencia de Lanie aumente.
-¿Qué dice?
Beckett le lanza a Lanie una mirada cómplice a la vez que le da la vuelta a la prueba para su amiga también vea el resultado.
-Rosa- dice la inspectora con una gran sonrisa y visiblemente emocionada.
Lanie no tarda en abrazarla y darle la enhorabuena.
Tras una rápida y pequeña celebración, Beckett se despide de Lanie y se marcha.
En el trayecto de vuelta al loft, Beckett se plantea la cuestión de sí decírselo a Castle. Decide no contarle nada por el momento, aunque se muere de ganas. No es algo que pueda (ni quiere) ocultar por mucho tiempo, asique, se promete a si misma que se lo contará un día de la semana siguiente.

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Una nueva vida
Fiksi PenggemarEsta historia la escribí antes del final de la sexta temporada, por lo que algunas cosas son diferentes respecto a la serie. No todo es felicidad después del casamiento, y Castle y Beckett tendrán que seguir superando obstáculos. Para mis Fillionati...