Capítulo 8

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Choco mis uñas una contra la otra, haciendo que suenen, mientras me muerdo el labio; ansioso. Veo a Taehyung en el patio de la escuela hablando por teléfono.

—¿Con quién hablará?—Mi mirada va al chico sonriente llamado Hoseok, quien malditamente e envidiable felicidad posee. Comienza a acercarse a mí.

—Desde el primer día te he notado raro con el profesor. ¿Ya se conocen?—Lo veo sin ninguna expresión en mi rostro. Era algo más que obvio.—Vamos, Jimin.

—Soy su juguete sexual.—La cara de asombro que tiene Hoseok en este momento es para sacarle una foto y enmarcarla. No puedo aguantar más la risa.

Sin parar de reír me acuesto en el césped y cuando por fin consigo calmarme. Vuelve mi vista a él.—¿Te lo has creído, verdad?—Sigue embobado y yo sólo muevo mi mano al frente de su cara. No hay reacción. Le doy una cachetada y es ahí en donde reacciona, frunciendo el ceño en respuesta.—Waa, por fin veo otro gesto más que la sonrisita esa.

—¿Hablas en serio?

—No soy su juguete sexual, Hoseok. Era broma... pero si lo conozco.—Confuso me acompaña en mi relajación en el césped.

—Él y yo hemos hablado por llamada y mensajes durante casi un año.

—Que genial... Tener un amigo que sea profesor, te podrá subir las notas.—Yo me hecho a reír por su infantil forma de pensar.—¿Qué?

—Él me gusta, Hoseok... Y supongo que le gusto también.

—Espera... ¿De él me hablabas en la azotea?—Niego y Hoseok sigue muy confundido.—¿Entonces?

—Sé que desde el principio he tomado mucha confianza contigo... No es normal en mí eso, pero me agradas, Hoseok... Así que te contaré un poco... del dolor que tanto me esfuerzo en guardar.—Sus ojos se mantienen atentos en mí y se acomoda mejor. Poniendo su mano en su mejilla para observarme mejor.—A mis 16 años, amé a alguien que siempre estaba en peligro y luchaba para que nadie supiera de nuestra relación. Se metía en problemas, se molestaba y ocultaba demasiado... Yo en ningún momento pude ver que lo que él tanto luchaba en proteger, no era su reputación... sino que era yo.—Mi mirada se mantiene en el cielo, que esta vez las nubes abundaban.

—¿Realmente te sentiste completo con él?

Esa pregunta siempre me la hacía... Siempre la hago.

—Una parte de mi dice que sí, pero la otra... Piensa que, yo era un estorbo, que no le agradaba mostrar nuestra relación por temor... Ese alguien débil que piensa muchas cosas malas de su persona, el inseguro, el que se hace daño... el que sólo quería amor, protección.—Cubro mis ojos con mi brazo para que no me vea llorar y sigo hablando. Aguantando las ganas de sollozar con fuerza.—¿Qué era lo que realmente quería?—Río al preguntarme eso.—Hoseok... Hay veces que me doy tanta pena y risa... Hasta día de hoy, soy alguien totalmente necesitado de amor y protección.

—No está mal...

—Claro que está mal, Hoseok. Ser dependiente de alguien para llenar ese maldito vacío que nunca podrá ser llenado... Eso está mal. Esa persona que amaba tanto se encuentra en ese lugar... en donde nuestros recuerdos, nuestro amor... sólo está enterrado. Mi vida siempre será de esa forma, Hoseok.—Comienzo a reír mientras siento las lágrimas caer con más rapidez.—Él siempre decía... Tú no eres de mi mundo, no permitiré que estés en mi lugar... pero lo que nunca supo... Era que yo sólo quería cambiar el mundo de mierda que tengo por la de él, en donde podía estar con él.

En donde no existiera mi madre ni Daehyun. Llegar a su departamento en vez de esa casa... Ir a mi cuarto con felicidad y no con golpes o con recuerdos que debieron de ser borrados con el tiempo.

—¿Sabes lo gracioso de todo?—Sonrío mientras espero una respuesta de Hoseok, el cual sólo hizo un sonido para que siguiera.—Que me dejó dinero y algunas cosas de él. Nada más que eso.

—¿Por qué?

—Porque así tuvo que ser... Mientras que aún se mantienen esas puertas abiertas a su mundo, en donde Namjoon me espera, Yoongi me espera... En donde ellos sólo esperan un líder. Cuando yo sólo espero una salida de mi realidad.

—J-jimin...

—Y ahí apareció Taehyung... Justo antes de esa realidad tan macabra.

—¿Cuál realidad?

—La que nunca nadie está preparado.—Alzo mi cuerpo para sentarme aún con mi brazo en mi rostro. La quito y seco mis ojos con mis manos. Limpiando mis lágrimas.—Y aun sigo sin estar preparado.—Quito mis manos de mi rostro y lo veo de pie delante de mí. Sonrío como si nunca hubiese llorado, como si nunca hubiese recordado algo malo y que hoy realmente no fue un día malo, sino, uno hermoso... con una felicidad que inunda a todos. Sonreía por esa imaginación que a veces tenía para volver a ocultar a ese Jimin tan débil.—Hola, querido Tae.

Me miraba preocupado, con tristeza... pero no podía hacer nada. No en el colegio.

—Deja de mirarme así.

—No puedo.

—Si puedes. No debes por qué sentir lastima por mí.

—Jimin, te dije que no siento...

—Yo lo veo así.—Me levanto y limpio el césped que quedó en mi ropa. Veo a Hoseok que tiene sus ojos rojos y le sonrío con gentileza.—Estoy bien, no se preocupen.—Desordeno el cabello de Hoseok y río despacio.—Vamos, Hoseok. Sonríe... Me hace feliz ver tú sonrisa.

¿Hasta cuándo seguirás así, Jimin?
























Hasta que muera...Hasta que deje mi última lágrima y suspiro en este mundo tan cruel.

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Hola, espero que te haya gustado el capítulo y me alegra que aún estés aquí.

Te agradecería si fue de tu agrado el capítulo, votaras y comentaras.

De esa forma veo que les gusta y así seguiré motivada para darles actualizaciones.

❤️

☪ ¿𝑀𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑎𝑠, 𝘩𝑦𝑢𝑛𝑔? - Vmin |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora