Sólo pide tres deseos... esa inocente creencia que a la mayoría les hacen creer.
Salgo de mi casa corriendo en busca de ese chico obstinado llamado Jeon Jungkook. Pareciera que yo fuese el adulto y no él.—Estúpido.
Mientras corro por las diferentes calles de la zona de busan, en donde vivo. Les contaré cómo conocí a ese estúpido.
En mis andanzas con personas que no eran conocidas por ser inteligentes ni buenas personas, sino, maleantes y consumidores de drogas... Ese fue mi primer error.
El grupo me obligó a acompañarlos a un lugar que no tenía idea que era un centro de contrabando y ventas de drogas, en donde había miles de personas con marcas en sus rostros, tatuajes, entre otras miles de cosas.
—¿Él quién es?—Preguntó el castaño y yo sólo atiné a esconderme entre los chicos. Segundo error. Ellos me empujaron, para que él me viera claramente. Su mirada era tan intensa que daba demasiado miedo mantenerla por más tiempo.—¿Tienen mi dinero, no es así?
—No, pero te trajimos algo mejor...—Unas manos apretaron levemente mis hombros y mi cuerpo automáticamente se tenso.—Por favor, necesitamos reponer esa droga.—Susurró y es ahí cuando entendí todo... Hijos de puta.—Él es Jimin, tiene popularidad de ser joto. Te encantará él.—Me sentía tan humillado, tan basura en ese momento que no pude defenderme ante esas palabras. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas... ¿Quién mierda se creían ellos para venderme?
—¡Hey!—Llamó con voz demandante el castaño y mis nervios aumentaron considerablemente.—Mírame.—Ordenó y yo sólo acaté, con mucho miedo pero lo hice.
¿En qué me había metido? ¿Por qué debía de venir aquí o hacerles caso? Sólo quería que dejarán de molestarme, que dejarán de golpearme, romper mis cosas, insultarme... E-ellos prometieron que me dejarían de molestar si los acompañaba. Tercer error.
—¿Así que eres joto?—Sonrió y hizo una seña con su cabeza, logrando que algunos de los ''cara de malos'' se movieran a la puerta principal, bloqueándola.—Te pregunte algo, Jimin.—Escuchar mi nombre de él hizo que mis piernas flaquearan por unos segundos. El miedo que sentía y la velocidad que palpitaba mi corazón, era demasiado; sentía que, en cualquier momento me desmayaría.
—Y-yo...—Se levantó de su asiento y se acercó a mí. Acaricio mi mejilla y comencé a llorar. Ya no aguantaba más.—P-por favor...
—¿Me darías un beso, cachorrito?—Solloce con más fuerza cuando vi su rostro acercarse. Corrí mi cara y sentí sus labios rápidamente en mi cuello.—Tranquilo.—Susurró y depositó un pequeño beso en mi mejilla. Se alejó de mí y observó a todos los demás que venían conmigo.—Me encanta su regalo, chicos... pero... tengo que preguntar. ¿Tienen miedo?
No quería verlos, los repudiaba de una forma que, si los observaba o no, sentiría mi sangre hervir, pero aún así no podría hacer nada.
—Ya saben que no me gusta esperar... ¡Respondan!—Mi cuerpo se hizo pequeño al escuchar el fuerte grito. Todo el ambiente estaba tenso.
—No, Jeon.—Contestaron al unísono.
—Mmh... Deberían tenerlo.—Su mano hizo un gesto de que se fueran y ellos prosiguieron, pero los hombres que daban miedo los agarraron.
—¿Qué mierda? Jeon... Ya estamos a mano. Suéltanos.
—¿Tú eres el que decide aquí?—Camino a una esquina para estar lejos del conflicto aunque tarde o temprano, estaré en el mismo lugar.—¿Debería de llamarte jefe?.. No lo creo. Llévenlos al cuarto.
—¡No, no!—Forcejearon y él imbécil que me ofreció, me observó con el temor en sus ojos.—¿Y él... no le harás nada?—Un fuerte golpe impactó en el estómago del tipo, que al instante sus quejidos se hicieron presentes.—Hijo de...
—¡Yo decido aquí! Hagan que entienda eso.—Y es así, como se los llevaron a un lugar que no sabía... pero los gritos no tardaron en escucharse.—Y tú... vendrás conmigo.—Coge mi brazo con fuerza y me obliga a caminar. Forcejeo y cuando logre soltarme, me doy cuenta de lo que hice, me paralizo. Su rostro gira lentamente hacía mi y escucho su respiración errática.—No estoy de humor. Vendrás conmigo y punto.—Volvió a coger mi brazo con más fuerza que la anterior y con rapidez me llevó lejos de esa estancia.
Observé pasillos con demasiada decoración, pero las paredes eran todas con colores opacos hasta que abre una puerta y deja ver una habitación iluminada y de colores tranquilos. Las paredes blancas con algunas partes grises como de decoración, una cama y muebles que combinaban con el ambiente... Pero eso no logró tranquilizarme.
—¿Q-qué piensas... hacerme?—Suelta mi brazo y lo observo sonreír.
—Vaya... ¿Así que puedes hablar?—Lo veo desabotonar su camisa y abro mis ojos con temor.—¿Por qué esa cara? ¿No es normal para ti tener sexo, cachorrito?—Se despoja de la prenda y la tira a la cama.
Las marcas de cicatrices en su pecho y una que parece ser, de bala, se hacen notar.
¿En qué mierda me metí?
—¿Qué? ¿Esto? Sólo son marcas de buen comportamiento, tranquilo.—Ironizó. Se acercó a mí con rapidez.—¿Quieres sentirte completo?—Esa palabra hizo un click en mi mente y una sensación inundo dentro de mi cuerpo, algo que no sabría explicar. Acercó su rostro al mío y volví a correr mi cara.—Me gustaría sentirme completo, Jimin.
Cómo les dije en un principio... Soy alguien sumamente feliz y también soy alguien totalmente roto.
¿A quien quieres ver?
—¡Mierda!—Grito al no poder seguir buscándolo por mi cansancio. No contesta los mensajes ni las llamadas.
Me siento en una banca a recuperar el aliento mientras mi desesperación crece.
Pero el colapso y el debate en mi mente se hizo mucho más fuerte de lo que anhelaba encontrar y poseer.
ESTÁS LEYENDO
☪ ¿𝑀𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑎𝑠, 𝘩𝑦𝑢𝑛𝑔? - Vmin |En Edición|
Fanfikce❝El invierno siempre será mí momento de asfixia, en donde me golpea todo el dolor y la tristeza que me empeño en guardar, porque sí, es demasiado doloroso para mí recordarte como algo pasado... Todos te están olvidando... pero yo no quiero permitir...