Un pésimo intento de mantener el orgullo

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POV Annabeth

No esperaba que todo volviese a la normalidad ni mucho menos, pero tenía la pequeña esperanza de que no todos los ánimos se viniesen abajo. Pasó todo lo contrario.

Dolía, no era una muerte común, aunque solo llevemos cinco días desde que se quemó su sudario, sabíamos que no podríamos olvidarlo o al menos acostumbrarnos a su ausencia. Travis es su viva imagen, mirarlo a él es irremediablemente acordarse de Connor Stoll.

Thalia se encontraba a mi lado, ojerosa y con claros signos de insomnio, haciendo un esfuerzo enorme en no venirse abajo del cansancio. Miraba cada cierto tiempo a las escaleras, con anhelo por si Reyna quizás apareciese por allí indicando que había despertado, pero no ocurrió, aún así me alegré ya que no se perdonaría que despertase sin ella estar presente. Nos costó demasiado a Luke y a mi convencerla de asistir a la quema del sudario, solo lo hizo porque al fin y al cabo, era Connor.

Luke se encontraba serio al otro lado de Thals, tenía como todos una mirada triste, pero también con cierto miedo, no le entendía, pensé que la imagen de Reyna estaría pasando pos su mente. Todos estábamos preocupados por la pelinegra.

Percy estaba al otro lado junto a una cabizbaja Piper y sosteniéndole la mano a Leo que parecía querer echarse a llorar de nuevo, aún así trataba de mantener la compostura fijándose en Jason.

El rubio no me quitaba la mirada de encima, mandándonos fuerzas entre nosotros para no caer. Casi podíamos identificarnos, el ambiente fúnebre y las lágrimas predominaban a nuestro alrededor y solo podíamos observarlo como simples espectadores.

Me regaló una mueca amistosa parecida a la de Charles a mi izquierda, sin darnos cuenta, habíamos formado una especie de alianza donde dejábamos ver cuán acabados estábamos, pero no lo suficiente como para no cargar con el peso de los demás. Ellos dos se habían convertido en un reflejo de superación, sin quererlo nos convertimos en pilares.

Clarisse era un caso aparte, a veces la miraba pero estaba tranquila, solo mostraba tristeza cuando a Chris se le escapaba alguna lágrima. Aún así, quería pensar que al igual que nosotros le dolía, solo no lo demostraba, tampoco conmigo, aunque lo intenté.

Miranda volvió a romper en llanto cuando Travis apareció con el sudario de su hermano, totalmente hecho por Leo y Charles. Era blanco y marrón, las letras de su nombre bailaban en la superficie de coradas con dracmas y pequeños trozos de metal y algún cuchillo robado, parte de su preciado alijo se iría con él.

Calipso tenía abrazada a Miranda por los hombros infringiéndole ánimo junto a Hazel que se bebía sus propias lágrimas para luego expulsarlas de nuevo y sobarse la cara tratando de que no se le notase. Ambas empujaron débilmente con timidez a Gardner al centro para que empezase a hablar.

-Yo... - intentó decir Miranda agarrando un extremo del sudario que le tendió Travis. Empezó a negar con la cabeza cuando le miró, acordándose al instante al igual que todos de su fallecido novio – Dos días Connor...Ya te echo de menos – murmuró limpiándose una lágrima.

Travis no la observó ningún momento, evitando con ello cualquier recuerdo de su hermano, no sería agradable para él ver más almas destrozada como la suya.

-Trato de mirar a Travis casi cada día, pensando que esa sería la única forma de que estuvieses conmigo, pero solo me hago más daño – volvió a intentar y sentí un nudo en el estómago – Tu no eras nada sin Travis, él no es nada sin ti -sollozó dándole una mirada de disculpa al Stoll pero este mantenía su mirada fija en el suelo, ignorando al resto y a todas las miradas sobre él – No me arrepiento de haber estado odiándote la mayor parte de mi vida, sin darme cuenta estabas siempre en mis pensamientos aunque sea de esa forma – Sentí que Thalia apretaba mi brazo y la miré para ver cómo pasaba su mano por mi cintura recargándose en mi, ofreciéndome un apoyo que no supe que necesitaba hasta ahora – No sé qué decir a parte de que te quiero, te fuiste demasiado rápido, aún así, aprendí tanto de ti – sollozó más alto con una risa tan triste que también sentí que me venía abajo de la tristeza – Me debes una cena, y me la pienso cobrar en el Elíseo -finalizó separándose de Travis mientras soltaba el sudario e iba directa a sus amigas para llorar sin estar tan expuesta.

Lost at sea: CarnageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora