Más sorpresas que en Navidad

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POV Annabeth

Seguía con la mirada a Percy y Thalia que como les mandé habían ido a vigilar si habían monstruos. Les dije por toda la isla, mas no se habían adentrado en la selva y ya tenían las narices de volver.

-Ya vigilamos, no hay monstruos -vinieron Thalia y Percy a la orilla junto con los demás. Dos minutos tardaron.

-En el otro lado tampoco, despejado -dijeron los Stolls, ellos ni se habían movido del sitio.

-Bien, si os encontráis un monstruo lo matáis, no os fiéis de su criterio -anuncié a los demás.

Eran unos malditos gandules, sobretodo Percy que se había dejado influenciar por Thalia. Estaba perdiendo autoridad, cada segundo más, esto en el Tormenta jamás sucedía, todos estaban a mi vera sin poner ninguna objeción, y sin aparentar que hacían las tareas cuando no era cierto.

-Si grito ¿alguien vendrá a socorrerme? - me preguntó Will viendo que en kilómetros a la redonda no había nada.

-Si gritas te mato -dijo Nico que hoy mágicamente tenía dolor de cabeza.

Me suplicó (muchas veces) quedarse en el barco a vigilar, pero esta isla era totalmente segura y no haría falta, además él es quien más necesita aprender lo que es el trabajo en equipo.

Clarisse también, aunque a veces suele ser más receptiva, aunque solo conmigo y Thalia, ni con Chris a veces.

Miranda y Calipso fueron las más emocionadas. Desde que vieron la isla antes de atracar el barco se les iluminó la mirada, y como para no, era un paraíso para cualquier aficionado a las plantas.

-Este fenómeno se llama timidez de los árboles – dijo Miranda tirando de la mano de Reyna que asentía a todo lo que esta le decía – Es genial porque las copas de lo árboles no se cruzan entre si.

-Crea un efecto óptico como los nenúfares -añadió Calipso dándole varios golpes en el hombro a Hazel para que dejase de mirar las flores y alzase la vista a los altos árboles -¿No es asombroso?

-Bastante, muy bonito – dijo agachándose a recoger una flor que estaba arranada y la examinaba, más tés no por favor.

-Cuanto más altos más espectacular es -añadió Miranda mirando a Reyna para que estuviese de acuerdo. -¿verdad?

-Totalmente – respondió esta ensimismada con la imagen.

Miranda había establecido una rápida amistad con Calipso, podían hablar por horas de flores, pero con Reyna también, algo que me dejó descolocada al principio, no era tan abierta como ellas dos.

Su aprecio hacia la más alta era porque la comparaba con las flores cuando crecen, totalmente cerrada en si mismas, en su propio capullo, pero si las hablas y riegas, dan lugar a auténticos espectáculos visuales. Algo que la enemiga número uno de los Stolls apreciaba.

Por eso había sabido ver, al igual que Percy y algunos más, la gran persona que se escondía dentro de la coraza seria de Reyna.

-¿A quién le importa si lo árboles se tocan o no? -masculló Thalia a mi lado.

-A mi – dijo Reyna girándose dándole una mirada mordaz mientras Miranda observaba curiosa a Thalia. Era nueva, todavía no entendía su mal humor y que se incrementaba con todo ser viviente que le hablase a Reyna.

-¿Ella y tu....? - preguntó Miranda a Reyna que empezó a negar rápido con la cabeza.

-Cállate – le dije a Thalia cuando vi que fue a responder – Que lo empeoras.

-Solo iba a responder que no tenía tan mal gusto – se quejó por lo bajo.

-Ligas fatal Thalia – opinó Percy.

Lost at sea: CarnageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora