Descendientes

Más Que Un Simple Muñeco

Bartemius Crouch Jr, hijo del Dr Facilier, cómo era conocido en el bajo mundo, un amante del vudú que se endeudo hasta el cuello, pero no abandono sus hábitos, su núcleo mágico estaba tan distorsionado y contaminado que eso se lo heredo a su hijo. El pequeño Bartemius sólo podía despertar gritando y llorando de terror por las pesadillas que las sombras, las cuales lo atormentaban, le causaban, podía escuchar el otro lado, sentir espíritus a su alrededor, era una tortura mental de la cual no podía escapar, siempre cuando su padre regresaba, lo encontraba en la orilla más oscura de su cuarto gritando y tapándose con desesperación los oidos. La Isla no tendrá magia pero en todo lados hay sombras, su sombra no era cómo la de su padre, su sombra era igual de inestable que Barty. No tenía amigos, sólo a su padre, que estaba centrado en ganar unos centavos, las cartas eran un talento heredado que le ayudaban a distraerse un poco pero tanto cómo su padre cómo el sabían muy bien que a cómo iba la cosa, Barty terminaría enloqueciendo o bien, sucumbiendo y convirtiéndose en una marioneta.
Es ahí cuando obtuvo su muñeco, su padre le dio lo necesario para crearlo, alegando que sólo funcionaria si el no hacía con sus propias manos, se pincho con la aguja varias veces, manchando levemente de sangre el muñeco, pero cuando estuvo terminado fue un ancla a la cordura, con su muñeco en mano podía hacer que las voces pararan, que el miedo que las pesadillas le causaban se fuera y que las sombras le dejaran en paz, a eso sumado que su sombra ahora sólo era eso, una sombra. El apego a ese juguete creció a un punto que no iba a ningún lado sin el, siempre andaba de aquí para allá con su muñeco, así cuando sintiera las voces, energía y sombras volver, sólo bastaba apretar y conectarse con el muñeco para que lo dejaran en paz, aprendió a usarlo, un poco solamente, lo que la poca magia del lugar permitía.
Ese muñeco fue su único consuelo y apego a la cordura, o almenos lo fue hasta que conocío a la que sería su pandilla:

~~~~Flash back~~~~

Todo comenzó cuando de pequeño estaba desperado por encontrar su muñeco, ya que se había caído y el dicho había rodado hasta un callejón lleno de cachivaches que estaban amontonados, escuchó algo y alzo la vista, una figura alada y con cuernos lo miraba fijamente desde unas vigas en lo alto, eso asustaria a cualquiera pero no a el, de hecho, creía que esa era una de las sombras más bonitas que había visto.

-¿Buscas esto? -le pregunto la sombra mostrando su muñeco

-¡Sí! ¡Devuelvemelo!- pidió sintiendo las voces rasgar sus oídos para ser escuchadas, pensando que tendría que pelearse con el otro niño para recuperar su muñeco, grata fue la sorpresa cuando este extendió sus emplumadas alas y se bajó de su refugio en las alturas para quedar a ras del suelo, extendiéndo la mano con el muñeco, ofreciendoselo de regreso.
Apenas Barty tomó su muñeco sintió el control y la paz de nuevo, subió la mirada para ver a quien se lo había devuelto, un niño, tal vez un poco mayor que él, de ojos grises y un claro cabello que rozaba el blanco, lo más llamativo de dicho niño eran las emplumadas alas en su espalda y torcidos cuernos en su cabeza, lo vio de pies a cabeza y luego a su muñeco, no era hijo de ningún secuas, 1- todos los niños hijos de secuases lo evitaban a toda costa y 2- Podía sentirlo en su muñeco.

-Nunca te vi antes- soltó sin pena- ¿nuestros padres se conocen?

-¿Quienes son tus padres? -preguntó ahora curioso el otro infante

-Dr Facilier- contestó optando por decir ese mote, casi nadie conocía el nombre real de su padre- ¿y el tuyo?

Le vio dudar en contestar, pero la respuesta no tardo.

-Maleficent.

-OHH, ahora entiendo los cuernos- continuo con naturalidad- ¡Soy Bartemius pero dime Barty! -se presentó extendiendole la mano, el otro pequeño se sobresalto un poco y le vio extrañado.