Descendientes

No Eres Un Villano

-¡Nop! -Regulus se dio vuelta pero James le tomó suavemente de los hombros para guirarle de regreso y guiarle.

-Es sólo una moto- le tranquilizó susurrandole mientras lo animaba a subir al aparato.

Regulus estaba gritando internamente, ¿por qué se había metido en eso, de nuevo? Ah, sí, por una estúpida galleta. Jamás había estado por su cuenta, es decir, era raro saber que ninguno de su pandilla estaba cerca. En la isla siempre estaba por donde sabía que estarían los demás o cuando Lucius salía a volar, ahora estar por su cuenta era.....aterrador.

Tomó un profundo respiro y se llenó de valor.

-Bien, pero si me muero te mató- le advirtió mientras se subía a la moto

-Suena justo.

James se subió delante de Regulus, pero apenas avanzó, el último se tenso y se abrazo con fuerza a su torso, esa cosa iba demasiado rápido y sólo tenía protegida la cabeza. Sentía el agitado corazón de Regulus latir cómo loco desde su espalda desde que este lo abrazaba cómo si fuera una tabla en medio de una tempestad, en verdad era una sensación tan...agradable que, cuando tenía miedo, se agarraba con fuerza a él, pensó que lo mejor sería calmarlo para no arruinar su cita.

-Relajate y disfruta el paseo- le dijo James al sentirlo pegarsele cuál koala fuera.

Regulus le quizo romper algo por decir eso en el momento, ¡no estaba relajado! ¡No se podía relajar! ¡Y no se iba a relajar cuándo está sobre una máquina que se mueve a 85 kilómetros por hora sin algo qué los rodé y sólo con la cabeza cubierta! "Respira Regulus, está cosa se frenará en un momento dado"

Y se freno cuando llegaron a un bosque.

-¿Un bosque? ¿Me trajiste a un bosque a la mitad de la nada? -preguntó bajandose y quitandose el casco para ver el lugar, acomodándose el cabello de un movimiento de cabeza fluido, embobando un poco a James, a quien le costó un poco reaccionar.

-Oh vamos, no es cómo si temieras que te fuera a matar o algo así, ¿verdad? - quizo bromear, pero se quedó callado cuando Regulus colocó una de sus manos en su cintura y a pasos felinos se acercó a él, cómo una pantera a au presa, llegando a donde él, rompiendo toda barrera de espacio personal quedó prácticamente respirando el mismo aire que James. Con una sonrisa coqueta colocó su otra mano en su mentón y le obligó a verle directamente a los ojos.

-Oh cariño, de los dos quien corre más riesgo al estar a la mitad de la nada con el otro eres tú, porque, tal vez desciendas de una bestia, pero...-se acercó otro poco, sus narices se rosaron- es un talento nato dominar a las bestias en mi familia.

James se sintió congelar por completo y las mejillas arder al ver la cercanía del menor de los Black, que le miraba con una seguridad y superioridad aplastante, cómo si hubieran intercambiado papeles y ahora el ojigris fuera el príncipe heredero del trono y parte de la realeza. Era un sentimiento de satisfacción, emoción y algo de intimadacion tan nuevo, no quería que parara.

Regulus se rio por la cara de James, quien aún no salía de su shook, así que se alejo.

-Bien, ¿donde es mi cita?- preguntó viendo alrededor.

-¡Cierto! ¡Sígueme!

James le tomó de la muñeca y le empezó a guiar por la frondosidad del bosque, sonriendo al ver a Regulus moverse con soltura.

-Dime algo curioso sobre ti- pidió James mientras cruzaban un puente, el agarrándose con fuerza de las cuerdas, pero Regulus iba por el medio realmente confiado.

-¿Mm? ¿Algo curioso?.... Mi segundo nombre es Acturus.

-¿Acturus? -preguntó burlon.

-¿algún problema? Es una constelación.