Pokémon ZOMBIES (Parte 1) El Despertar [Terminado]

Especial: Isamu, El Salvador De Ciudad Hormigón

-Antes de que tomen la peor decisión de su vida permitanme presentarme apropidamente, mi nombre es Beliall, mejor conocido cómo... BELLIAL EL ÉLITE FANTASMA!!!...

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(Unos Días Antes, En Algún Lugar de Teselia)

-Aquí el Cuartel General de la Resistencia, agente Isamu, se encuentra ahí?
-....
-Agente Isamu, nos escucha?
-Los escucho... Fuerte y claro
-Bien, sabemos que se encuentra ocupado pero ha surgido una situación muy difícil que no puede ser solucionada solo con nuestras unidades militares básicas, cómo quizás sepa ha habido un ataque a Ciudad Hormigón y...
-Los Iluminados... Si, escuche de ellos...
-Oh, eh, si así es, entonces supongo que se imaginará su asignación...
-Quieren que vaya a apoyarlos, bien, cómo sabes me encontraba en medio de una investigación, pero activaré mi transmisor, envía el helicoptero, aterrizaremos en las afueras, caminaremos y recuperaremos Ciudad Hormigón, pero por ahora, déjame, estoy en medio de algo...
-Bien, me comunicare con usted mañana a primera hora, cambio y fuera...
-...
-Isamu... No hables tanto, maldita sea, esa cosa nos escuchará...
-Calma Veni, esa cosa ya está... Muerta...
Un gran Onix infectado y corrioso estaba destruyendo árboles buscando a Isamu y a Venecia que habían destruido su nido, el cual estaba en medio de la nada pero podía ser un gran problema si crecía más
-Veni, sabes que cada roca de su cuerpo está unida por magnetismo, mi arma podría verse potenciada con la atracción magnética. Quiero que lo distraigas y me des un buen ángulo para golpearlo, no trates de atarlo o serás tú quien acabe atrapada.
-Me hablas cómo si fuera una novata, te daré un poco de tiempo, más te vale que hagas un corte conciso... Esa cosa es fuerte... Ácabalo de una vez...
Venecia salió de su escondite y rocío polvos sobre el Onix el cual comenzó a moverse de forma errática, después Venecia le disparó semillas drenadoras que lo distrajeron tratando de quitárselas, luego usando sus lianas sujetó la cabeza de el Onix que se sacudía fuertemente.
-MALDITA SEA, NO PUEDO DETENERLO ASÍ!!!
-Te dije que no trataras de atarlo...
Isamu apareció dando un gran salto detrás de el Onix, sacó su espada que se embullo en agua y realizó un corte rápido y preciso a la mitad de la cabeza de la serpiente rocosa, en ese momento todas las rocas de su cuerpo se separaron, demostrando que la criatura ya no tenía vida.
-Pff, tanto para nada, no dio tanta pelea como esperaba.
-Fue un buen rival aunque haya caído con uno de mis cortes...

Isamu volvió a guardar su katana y abrió su mochila, sacó un transmisor y presionó una serie de botones
-Vendrán por nosotros?
-Si, nos necesitan en Ciudad Hormigón por la situación de los Iluminados, no sabemos bien qué sean o qué busquen pero no son buenos, secuestraron los laboratorios donde se investigaba una cura para la infección...
-Eh... Quizás sean terroristas que quieran robar la cura para someter a los gobiernos...
-No lo creo, por lo que sé son más algo sectario, ocultista o espiritual quizás. Pero eso no los vuelve menos peligrosos que los Desertores...
-Tienes razón... Bien, hay que establecer un campamento, mañana será un día movido, no hay que malgastar energías, encendamos un fuego y cocinemos bayas.
-Bien, yo me encargo de el fuego, tu busca bayas...
-Claro...
Venecia se dirigió al bosque mientras que Isamu reunía ramas secas y pasto amarillo, después tomó dos pequeñas rocas de el cuerpo de el Onix y comenzó a chocarlas, hasta que logró una chispa y un fuego, entonces se sentó junto al fuego y se le quedó viendo, unos minutos después llegó Venecia sujetando dos ramas que tenían bayas clavadas.
-Encontré la cena, ahora solo hay que asarlas un poco...
Isamu tomó su rama con bayas y la puso sobre el fuego, dándoles vueltas lentamente, así pasaron unos minutos en silencio hasta que Venecia habló:
-No tienes miedo Isamu?
-Si, siempre lo tengo, aunque no podemos demostrarlo, no?
-Supongo que no, solamente que... No lo sé, siempre te ves tan fuerte y decidido, nunca demuestras miedo o la necesidad de retroceder.
-Claro que no lo hago, retroceder en este mundo es igual a aceptar la derrota, y la derrota conlleva a la muerte, por eso no puedo retroceder...
-Hmm... Entiendo...
Venecia se puso de pie y se sentó junto a él y comenzó a comerse sus bayas.
-Estoy segura de que mientras estemos juntos nadie podrá con nosotros... Incluso, sé que aunque piensas en lo que le ocurrió a tus padres... Tu no tuviste la culpa, no tienes porque esforzarte tanto siempre, piensa que no podrás salvarlos a todos siempre, alguien ha de morir al final...