Losing control | Marauders

Capítulo 31

Lena estaba diferente. 

Ya no aparecía despeínada ni cansada, pero se la notaba miserable. No sonreía como antes y la mayoría del tiempo se la veía sumida en sus pensamientos.

Sirius había decidido regalarle una túnica y una pluma con un tintero, y el día en que la chica se uniformo con sus cosas nuevas y sin lucir cansada parecía una nueva mujer.

-¿Cómo es que sigues perdida en un mar de notas?. - Le preguntó Sirius sorprendido, señalando los pergaminos y papeles que se le salían a la chica de su bolso. - Ahora tienes más tiempo ¡Deberías organizarte mejor!

Lena solo se alzaba de hombros y seguía con esa mirada ida. Sirius se ponía furioso al verla así... ¿Porque era tan testaruda? ¿Porque no podía olvidarse del ballet?

-Estoy preocupado por ella. - Dijo Remus, tras acabar la práctica del EAV. - Ese accidente si que le ha molestado, parece que le encanta bailar ballet.

Sirius gruñó.

-¡No le encanta bailar! Sus padres la obligaban a hacerlo.

Remus miró a Sirius con ojos escrutadores.

-Sirius, ¿Alguna vez tu te pusiste así porque algo fuera de tu control te obligaba a no participar en algo de tus padres?

El ojigris se quedó pasmado.

-Bueno ¿¡Y como lo iba a saber Sirius!?. - Lo defendió James con el ceño fruncido. - Ella jamás te ha dicho que le encanta bailar ¿Verdad, Canuto?

"No voy a abandonar algo importante para mi"

La manera en que se movía.

Su sonrisa al llegar de las prácticas.

Todo el esfuerzo que hacía para que todo le saliera perfecto.

Tuvo que haberlo sabido.

-Nunca me lo había dicho. - Respondio el chico seco.- Bueno estamos en una reunión del EAV, no de Lena ¿En que íbamos?

James y Remus se enjaularon en una charla sobre lo que iban hacer en la próxima clase y tras quedar en practicar técnicas de desaparición, fueron a cenar.

Al llegar al Gran Comedor Sirius buscó a Lena en la mesa de los tejones y la encontro sentada frente a los Bones. Ella y Edgar escuchaban atentos a Amanda y de vez en cuando se reían. Ya no se la veía tan triste como antes. 

No le digas nada. Ahora tiene tiempo para aprender a defenderse.

-¿Han notado que Quejicus ya no nos sigue?. - Preguntó James distraídamente, viendo a la mesa de Slytherin.

Remus alzó las cejas.

-¿Es algo bueno, no? Por fin nos ha dejado en paz, seguramente tiene mejores cosas que hacer.

-Seguramente ponerse aceite en el cabello. - Murmuró Sirius.

-Igual me parece extraño. - James se alzó de hombros. - Escuche a Lily hablar con Marlene... Ella... Ella lo extraña.

-¡¿A QUEJICUS?!

James asintió.

-Despues de todo lo que le hizo y lo obvio que es que quiere ser mortífago, ella igual lo extraña. - James soltó un búfido. - Y a mi sigue sin aceptarme ni una sola cita. 

Remus se hundió en su asiento.

-James...

-No digas nada Remus, ya se que no soy lo suficientemente bueno para ella, y...

-Ya basta. - Dijo Sirius con absolutismo. - Tu ofreciste tu casa cuando yo no tenía ningun lugar a donde ir, te convertiste en animago para ayudar a Remus, tienes calificaiones excelentes y vuelas en escoba como un profesional. Lily Evans no sabe de lo que se pierde.

James negó con la cabeza.

-Ella no ve eso, solo ve lo malo. He leído un montón de libros muggles para hablarlos con ella, he esuchado todas las bandas que a ella le gustan, estoy constantemente acercandome a ella con la esperanza de que porfin me de una oportunidad.-  James soltó un suspiro. - Y no ha servido de nada.

-Has estado enamorada de ella desde 5to curso. - Empezó Peter. - Quizas tienes que seguir adelante. 

-Quizás. - El azabache se encogió de hombros. - Quizás es hora de seguir adelante. 

Sirius soltó un alarido al cielo.

-¡Gracias a Merlin!

James rió.

-Cuidado pienso que estas enamorado de mi.

-Solo tienes que pedirmelo y me caso contigo. 

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Heehee 3/?

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