Capítulo 50: ¿A que huele tú Amormentia?

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-¡¿Viste Edgar?!. - Lena sonrió emocionada. - La poción está del color que dijo el profesor ¡La he hecho correctamente!

Edgar volvió a verla con cansancio.

-Lena haz silencio, intento escuchar al profesor Slughorn. - Edgar miró la poción de la chica. - Esa la hicimos la clase anterior, presta más atención.

La Hufflepuff hizo un puchero y se quedó callada, todavía admirando la poción que acababa de hacer.

-¡Señor Black! ¡Señor Potter!. - Exclamó el profesor Slughorn, y todas las miradas se giraron a la parte trasera de la clase, donde un profesor sonriente elogiaba a dos estudiantes que parecían haberse levantado de dormir. - ¡Está poción es perfecta! ¿Como se han dado cuenta que podían hacer Amormentia? ¡Increíble! ¡Estoy muy impresionado! 10 puntos para Gryffindor para cada uno. - Entonces miró al resto de los estudiantes.- ¡Acérquense!

Todos soltaron un quejido y los dos Gryffindors se dieron los cinco.

-Impresionante. - Murmuró Edgar, caminando hacía la mesa de James y Sirius.

-¿Que es impresionante?. - Preguntó Lena curiosa, mientras sentía que un placentero olor le llegaba a los pulmones.

-Que se hayan dado cuenta que eran prácticamente los mismos ingredientes para hacer la Amormentia que la poción anterior. - Edgar soltó una carcajada. - O mejor dicho que hayan tenído las agallas para hacer otra poción frente al profesor sin que se diera cuenta.

-Mas impresionante es que no se hayan ganado un castigo. - Solto una Slytheirn que estaba cerca de ellos.

Los estudiantes se amontonáron frente a la poción y ahora Lena ya podía percibir diferentes olores que se mezclaban entre sí para hacer algo que resultaba casi adictívo.

Las tres cosas que mas me gustan en este mundo.

Lena respiró hondo.

De inmediato pudo distinguir el olor a madera vieja y sudor, aquel del escenario donde soñaba con presentarse y bailar y que eran testigos de lo mucho que se esforzaba para lograr una pirueta perfecta. También reconoció aquel olor familiar que siempre la recibía cuando iba a casa de vacaciones, y por último pudo oler por encima de todo le llegó un tenue casi irreconocible olor a ¿Navidad? Si era navidad, pero no era solamente eso, parecía navidad con un toque de pastel de chocolate, mezclado con el ballet, mezclado con las cocinas e incluso unos calderos de pociones, fue un olor que la dejó mareada y perpleja, sin saber que pensar. 

A la chica se le revolvió el estomágo.

-¿Lena? ¿Lena?

La Hufflepuff parpadeó y volvió a la realidad.

-¿Eh? ¿Edgar? ¿Que pasa?

-¿Que hueles? Parece que estas a punto de vomitar.

Lena se obligó a soltar una carcajada.

-Creo que demasiadas cosas. ¿Que hueles tu?

-Tierra mojada, pergaminos y... el campo de Quidditch.

La chica guiño un ojo y sonrió de lado.

-¿Campo de Quidditch? Me suena a que tienes un crush en Yuna Yaaaaaang.

Un "Uhhhhh" se escucho por todo el salón de pociones y Lena soltó una carcajada al ver como Edgar se sonrojaba y miraba hacía todos lados.

-¡Lena! ¿¡Como me puedes exponer así!?

Lena lo miró perpleja.

-¿Que? Solo estaba bromeando...

-¡Te pasas! ¡En serio!. - El chico salió de la sala dando grandes pasos.

Losing control | MaraudersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora