Capítulo 11

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Sirius estuvo buscando un momento perfecto para hablar con su hermano, pero este siempre iba rodeado de esa banda maliciosa de Slytherins y cada vez que intentaba acercarse Regulus corría hacia otro lado y ni le dirigía la mirada.

Y de Lena ni hablar; Había pasado una semana hasta que se admitió de que el tenia algo de culpa en su pelea, y otra hasta que tuviera ganas de volverle a hablar. Le había entregado el Walkman reparado con toda la seguridad de que la chica iniciará una conversación pero simplemente se había puesto las orejeras (Que ahora sabía que se llamaban audifonos) y lo había ignorado olímpicamente.

Eso resolvió el asunto ¡Jamás le volvería a dirigir la palabra!

Pero se vio frustrado consigo mismo al admitirse a regañadientes que extrañaba las bromas y los raros relatos que llenaban las aburridas clases de pociones.

Pero. - Se dijo. - Puedo vivir sin ello.

Pasaban los días y el ojigris ya se había resignado a olvidarse de ella, y rodeado de los amigos que tenia ¡Pues no era muy difícil! Para la mala suerte de Frank las bromas de los merodeadores habían aumentado mucho, y se la pasaban riendo dia tras dia hechizando las túnicas de los Slytherins para hacerlas transparentes.

-¡Nunca olvidaré lo que vi!. - Exclamó Kyle, acercándose a felicitarlos por su idea aunque en realidad había sido idea de Remus.

-Una increíble mezcla entre lo sublime y lo traumante. - Añadió Oscar con dramatismo.

La broma más sonada, sin embargo, había sido de fabricación de James, que con su genio en transformaciones, había conseguido hacer comida invisible y venderla para que así pudieran comer en clases.

-¡No puedo probarlo pero les juro que serán castigados por esto! .- Exclamó Evans molesta, tras darse cuenta que el olor a calabaza provenía de los bolsillos de Marlene.

-Si, si ¡Muy mal!. - Exclamó la castaña, para después darle un mordisco al aire y guiñar un ojo contenta.

Los días pasaban y Sirius sentia que podia olvidar que alguna vez tuvo una relación con la extraña Hufflepuff, eso fue hasta que vio su nombre en el mapa del merodeador. Era bien pasado el toque de queda y el chico estaba masivamente aburrido vigilando a los Slytherins los cuales parecían no hacer nada en sus respectivas habitaciones.

Y entonces la vio; Estaba saliendo de las cocinas, pero no se dirigía a su sala común.

Con sigilo tomó la capa de invisibilidad y decidió seguirla. No pasó mucho tiempo hasta que se encontró con ella, quien parecía moverse en la oscuridad como si supiera a donde ir. Finalmente llegaron al séptimo piso, donde la chica caminó frente a una pared tres veces, y Sirius ya comenzaba a pensar que estaba loca cuando una puerta empezó a formarse frente a los dos.

Que carajos.

La chica entró sigilosamente y Sirius la siguió, encontrándose con un salón lleno de espejos y una barra pegada a la pared. La chica entonces comenzó a quitarse el uniforme del colegio y Sirius completamente sin habla decidió que era tiempo de quitarse la capa.

La chica soltó un grito apenas lo vio y de su túnica sacó un cuchillo

¿Y su varita?

-¡¿Que haces aqui?!.

-Te seguí.

Lena lo miró con los ojos entrecerrados.

-¿Que es este lugar?. - Pregunto el ojigris, mirando alrededor cautivado.

-No tengo idea. - Respondió la chica seca, continuo sacandose la ropa y Sirius se fijó que tenía un leotardo blanco tras el uniforme. - Vete.

-Creo que es la sala de los menesteres. - Concluyó, mirando a su alrededor. - No puedo creer que la hayas encontrado antes que nosotros.

Losing control | MaraudersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora