Capítulo 10

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A pesar de los intentos de sus amigos, Sirius no se levantó de mejor humor al dia siguiente.

Se sentía furioso cada vez que recordaba como Lena le había gritado y mandado a hablar con Slughorn, y se sentía terrible cada vez que recordaba a su hermano alejándose entre lágrimas. Finalmente se sinceró ante sus tres amigos a la hora del desayuno.

-¡Por Merlin!. - Exclamó James. - Te levantaste con el pie izquierdo.

Los amigos rieron pero Remus negó con la cabeza y lanzó su jugo de calabaza a la cabeza del ojigris.

-¡¿Ahhhh?! ¡Pero qué te pasa Lunatico!

-Oh no lo se, tal vez me levante con el pie izquierdo. - Exclamó Remus molesto. -Ya va siendo hora de que madures ¡No puedes ir gritando a diestra y siniestra a quien haga algo que no te guste!

El Licántropo cogió sus libros y se fue enfurecido, sus amigos se lo quedaron mirando con extrañez.

-¿Y a ese que le pico?. - Pregunto Sirius, limpiándose con su varita.

-Se acerca la Luna Llena. - Replicó James.

-Y vio a Mary hablando demasiado cerca con otro chico. - Añadió Peter.

-¡Joder!. -Exclamó Sirius medio riendo. -Yo opino que dejemos encerrados a esos dos en alguna clase para que hablen de una buena vez.

James le dio la razón.

-De vuelta al asunto... Las cosas con tu familia siempre han sido tensas, olvidate de ellos, nos tienes a nosotros. - James le pasó el brazo por los hombros y le sonrió con cariño . - Y respecto a la chica... Fuiste igual con ella de como eres con todas esas que te persiguen con ojos de cachorro intentando que muestres interés en ellas. Yo lo llamo "Crueldad necesaria" ¿Sylvane? Fui cruel con ella ¿Camille? Fui cruel con ella también. Pasaron el límite de adoración a distancia para abalanzarseme encima cada vez que Lily pasaba cerca mío ¡Tuve que hacerlo! Y tu querías dejarle claro a aquella loca que no te gusta que se metan en tu vida ¡Animate amigo! Mira planemos una broma con ese Ravenclaw que se habló con Mary.

Sirius se sintió mucho más animado.

El y James pasaron el resto del día burlándose de algunos estudiantes, sin embargo cada tanto se le venía Lena a la cabeza, Sirius tenia claro que tendria que hablar con ella y ubicarla.

¿¡Quien se creía para quedarse con la última palabra!? Realmente estaba loca.

Ya era el final del dia, despues de pasar una clase de pociones bastante incómoda en la que ambos chicos se negaban a mirarse. La última clase del dia era Runas antiguas, y tan solo la compartía con Evans, por lo que despidiéndose de sus amigos, camino con la pelirroja hacia la clases.

-Me preguntaba si podríamos hablar un momento. - Dijo la chica, tras que caminaron un rato en silencio.

Sirius giro los ojos; ya se esperaba un regaño, pero entonces vio a Evans sacar de su bolso el Walkman destruido que había dejado en clases de pociones.

- Quedatelo. No me interesa.

-¡No es tuyo para regalar! Mira sera franca, regrese a ver mis ingredientes y lo escuche todo, fuiste muy cruel con ella ¡Tienes que disculparte!

-¡No lo haré, Evans! ¡Ella es una atrevida igualada! ¡Todos están tan dispuestos a tacharme como el malo! Tu eres el primor de tus padres y la niña perfecta ¡Ya lo se! ¡Pero no sabes lo que es crecer con gente que te odia!

Los ojos de Evans se llenaron de lágrimas y tras tirarle el walkman a Sirius, salió corriendo.

-¡¡¡UGHHHH!!! ¿Que hice ahora?

Sirius giro los ojos y sin ganas de nada corrió por donde se había ido la chica. La encontró cerca de ahí, recostada sobre un mural con pocas lágrimas bajando por el rostro y con la mirada sobre el atardecer.

Pero qué dramática.

-Ey, Evans. - Dijo, con desgana. - Ya no llores.

La pelirroja sonrió entre lágrimas.

-Ya se me va a pasar, no te preocupes, no fue tu culpa. Es que lo que dijiste me recordo a algo que me pone muy sensible... Veras, mi hermana me odia. - Otro poco de lagrimas bajaron del rostro de la pelirroja. - Siempre me llama nombres crueles, cuando vuelvo a casa me hace la vida imposible, envenena a mis padres en contra mía... Tienes razón es doloroso crecer junto a alguien que te odia.

Sirius se sintió pésimo, e intentando hacerla sentir mejor le dio palmaditas en la espalda.

-Vaya no lo sabía, Evans. - Palmada, palmada. - Como siempre actúas tan feliz y perfecta.

-Ser idiota es una elección, . Respondió la chica. - Deberías disculparte con aquella Hufflepuff, seguramente ella no tenía idea del porqué de tu mal humor.

-No puedo controlarme... A veces solo exploto... Lo herede de mi madre, esta loca.

-Si que puedes Black, solo tienes que esforzarte.

El ojigris negó con la cabeza, consciente de que ser tan parecido a su madre era su castigo, y viviria asi para siempre.

-Oye, Evans.

-¿Hmm?

-Ya dejate de hacerte la difícil y sal con James, se nota a leguas que te gusta.

Evans se puso tan roja como una zanahoria y le gritó que era un engreído.

-¡Antes salgo con el calamar gigante!. - Exclamó, incorporándose y empezando a caminar de vuelta a clases.

-Si, si, ya lo veremos.

Sirius la siguió con ganas de echarse a reír. Evans no era tan mala como parecía.

Losing control | MaraudersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora