Capítulo 13

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-¿Porque siempre guardas comida en tu túnica?. - Preguntó James con astucia.

Era hora del desayuno y como se había hecho costumbre el ojigris guardaba algunos bocadillos para que los gruñidos de Lena no lo molestaran.

-Me da hambre.

-¡Ja! ¡Te he visto dándoselo a tu compañera!. - James lo señalo con el dedo. - ¡La estas conquistando!

Peter comenzó a aplaudir por la conclusión a la que había llegado el azabache y este se pasó la mano por el cabello con chulería.

-O simplemente Sirius es amable y le lleva comida porque no desayuna. - Razono Remus, tomando café y leyendo.

Ya había pasado la luna llena y Mary volvió a estar en sus gracias así que el licántropo se comportaba acorde.

- ¡Bah! Sirius nunca ha hecho nada por una chica en su vida... al menos que... ¿No me digas que te gusta la loca?

El ojigris tuvo el impulso de exigirle a James que respetara a la Hufflepuff, pero el sentimiento fue tan inquietante y repentino que lo dejó confundido.

-¡Ya confiesa, Canuto! ¿Que quieres con aquella chica?

-¡Nada, Por Merlin! Está completamente enamorada de mi y puedo hacer con ella lo que me dé la gana ¡Dejen de molestar! Ya estoy cansado del tema de chicas, ¿Que ha pasado en el Quidditch?

La mención del deporte fue lo único que necesito James para describir los últimos avances de los Montrose Magpies. Remus alzó su mirada del periódico y la depositó con extrañez sobre su amigo canino; algo raro estaba pasando.

-Hey, Sirius. -Dijo el licántropo, cuando esperaban fuera de la clase de pociones. James hablaba con Lily de lo lindo y el ojigris miraba con algo de aburrimiento el pasillo por donde se entraba a la mazmorras. - ¿Como dijiste que se llamaba tu amiga?

-Lena Mason. - Respondió Sirius extrañado.

Antes de que Remus siguiera su interrogatorio, la Hufflepuff se hizo presente. Llevaba el pelo en una trenza desordenada, su túnica estaba muy gastada, y su bolso... estaba lleno de huecos. La chica se sentó en una esquina a escribir como loca y luego se fijó en Sirius, quien ahora había cambiado de posición mirando hacia la puerta del aula casi con un aburrimiento fingido.

Remus miró de Lena a Sirius y de Sirius a Lena, un par de veces, totalmente descolocado.

-¿Remus?. - Llamo Peter señalando que la puerta ya estaba abierta

El chico sonrió en manera de disculpa y se aproximaron a la clase de pociones.

El humor de Remus era excelente, era un nuevo mes y la luna llena estaba lo más lejos posible. Le agradaba sentirse asi, saludable y con energía, casi parecía un humano normal. Así que se mostraba sonriente y agradable al ayudar a Peter con todos los problemas que tenia y incluso ayudarle un poco al haber terminado su poción.

-¡Eres bueno en todo, Remus!. -Exclamó su pequeño amigo, viendo contento como su poción se corregía por la ayuda de Remus.

-Ya te he dicho que vengas a estudiar conmigo pero prefieres irte a jugar a los Gobbstones. - Le reprocho. - Todo no viene fácil.

Peter le dio una larga explicación del porqué los Gobbstones eran mucho más interesantes, y difíciles que pociones, y que requerían toda la precisión y concentración del caso.

Llegada la hora del almuerzo Remus se excuso pues iría a reunirse con Mary, ya que juntos comerían en los jardines del colegio. El chico salió entre risas del gran comedor por los silbidos y miradas que le lanzaron sus amigos y camino hacia las afueras donde la dulce Mary lo esperaba con una sonrisa.

Losing control | MaraudersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora